Actualidad Mundial | Maricruz Howley/ADH
Pacto
Educativo Global: Un camino para otro mundo posible
Mauricio
Oropeza, director interino del Centro de Acción Pastoral y Redes del CELAM,
quien considera que la educación generalizada y todos los estamentos de la
Iglesia Católica que trabajan en busca de reconstruir la sociedad y anunciar un
camino para otro mundo posible destaca que desde este tiempo la Iglesia
afirmaba fuerte y claro el sentido universal de la educación con peso y valor
éticos innegociables por su valioso aporte a la sociedad en la construcción de
ciudadanos para un mundo justo y solidario en el que se reconozca y respete la
diversidad.
"Toda
persona tiene derecho a la educación… La educación tendrá por objeto el
pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a
los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la
comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de
las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz".
El Papa
Francisco ha propuesto el Pacto Educativo Global – PEG como medio para dar
cabida a las diferentes miradas donde la diversidad sea expresión viva del rostro
pluriforme de Dios mismo y funja como mecanismo de contraposición ante los
muchos proyectos de muerte diaria que pesan sobre tantos hermanos y hermanas de
nuestro tiempo. Es un medio para la liberación al camino de la gracia negada a
tantos hombre y mujeres de todo el mundo como consecuencia de la inequidad
estructura inmisericorde que se acrecienta.
El PEG nos
dice el Papa es una “invitación para dialogar sobre el modo en que estamos
construyendo el futuro del planeta y sobre la necesidad de invertir los
talentos de todos, porque cada cambio requiere un camino educativo que haga
madurar una sociedad universal y una sociedad más acogedora”. En este
Pacto en construcción, el ser humano y todo ser humano, y su inalienable
dignidad como tal, debe estar inexorablemente en el centro.
Para lograr
el PEG necesitamos reconocer la igualdad de dignidad de todas las personas,
hacernos pequeños, servidores que podamos entender el llamado a la construcción
de un mundo donde la educación no sea negada y podamos vivir como verdaderos
hermanos y hermanas como lo propone la Fratelli Tutti.
La educación
debe superar toda actitud de superioridad o privilegio donde se escuchen las voces
de todo el pueblo y que la educación se convierta en un puente, sobre todo para
los más vulnerables y que puedan alcanzar una vida en abundancia. La educación
conlleva solidaridad, capacidad de pensamiento integral, profunda y espiritual
que busque mejores relaciones humanas.
El PEG busca afirmar la expresión polÃtica que favorezca el diálogo interdisciplinario, la afirmación a la diversidad con un cambio de corazón en cada persona para una nueva comunidad que abra nuevos caminos para una reforma social que nos ayude a alcanzar el sueño que Dios tiene para toda su creación y para todos sus hijos e hijas.
En la Declaración sobre la Educación Cristiana de la Juventud en octubre de 1965 del Concilio Vaticano II – CVII, hace más de 55 años, nos dice: “Todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, por poseer la dignidad de persona, tienen derecho inalienable a una educación que responda al propio fin, al propio carácter, al diferente sexo, y acomodada a la cultura y a las tradiciones patrias, y al mismo tiempo, abierta a las relaciones fraternas con otros pueblos, para fomentar en la tierra la unidad verdadera y la paz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...