La Iglesia Hoy | Lydia O'Kane/VN
Cardenal Lacroix: El Congreso Eucarístico es
un encuentro de la humanidad
El Papa Francisco presidirá el 12 de septiembre la Statio Orbis, o misa
de clausura, del 52º Congreso Eucarístico Internacional en Budapest (Hungría).
A propósito del Congreso, el cardenal Gérald Cyprien Lacroix, arzobispo de
Quebec (Canadá), afirma que este encuentro sirve para recordar que el Señor
Jesús es la fuente de la vida.
Puede que el Congreso Eucarístico Internacional de Budapest se haya
retrasado un año debido a la pandemia del COVID-19, pero los asistentes tienen
asegurado un emocionante programa de actos repartidos en 20 lugares de la
ciudad.
El punto culminante del Congreso será la misa de clausura presidida por
el Papa Francisco en la Plaza de los Héroes de Budapest, pero cada día los
participantes podrán sumergirse en encuentros de oración, catequesis,
testimonios, seminarios, misas y eventos culturales.
El Congreso cuenta también con oradores invitados, como los cardenales
Louis Raphael Sako, de Irak y Gérald Cyprien Lacroix, de Quebec, primado de
Canadá.
Un encuentro de la humanidad
"Un Congreso Eucarístico Internacional es un acontecimiento muy
importante porque aborda todos los aspectos de la vida", afirma el
cardenal Lacroix, en declaraciones a Radio Vaticano.
"Por supuesto que hay momentos muy importantes de oración, de
reflexión; un tiempo para rezar, un tiempo para encontrarse con otras personas
también. Estará aquí gente de todo el mundo, así que experimentamos la Iglesia
de una manera nueva, ya que celebramos en muchas lenguas, en muchas culturas y
encontramos en el Señor Jesús la fuente; toda la vida viene de Él, así que es
muy importante encontrarse. Todos estamos en sintonía con la vida de la Iglesia
en nuestras propias regiones, en nuestros propios países, pero encontrar a
otros cristianos, a otros creyentes de todo el mundo, es una experiencia muy
edificante".
El Cardenal continúa explicando que el Congreso es "un encuentro de
la humanidad; Jesús nos reúne y nos ayuda a construir una familia, construida
en la unidad, en el amor, la caridad, y nos abre el corazón a los demás y a
otras realidades también. Escucharemos conferencias, pero también testimonios,
personas que vendrán a compartir sus experiencias, lo que viven en su propio
país, eso es muy importante también para compartir".
Recuerdos del Congreso del '76
El Cardenal Lacroix ha participado en muchos Congresos Eucarísticos a lo
largo de los años y recuerda con mucho cariño la primera vez que participó en
uno, cuando tenía apenas dieciocho años. Se acuerda de que su padre y su madre
decidieron que toda la familia iría al Congreso de Filadelfia en 1976, donde
vivían entonces. "Soy el mayor de siete hijos y fuimos todos con mis
padres en una pequeña tienda de campaña a pasar la semana en Filadelfia; esa
fue mi primera experiencia. Fue sobrecogedor rezar con miles de personas y
vivir todas esas liturgias y actos culturales y conocer a gente de todo el
mundo".
El cardenal dice que espera seguir participando en los Congresos
Eucarísticos Internacionales durante muchos años "porque es un lugar donde
vamos a la Fuente, donde vamos al Señor como humanidad, como Iglesia y le
permitimos que nos renueve; que nos dé más fuerza para poder seguir viviendo en
medio de este mundo tan convulso y encontrar la esperanza".
"Vengo porque lo necesito personalmente, pero también vengo a
compartir esta alegría con los demás", dice.
El tema de la paz y la reconciliación
Durante el Congreso, el cardenal Lacroix se dirige a los participantes
sobre el tema de la paz, bajo el título: "La Eucaristía, fuente inagotable
de Paz y Reconciliación". El cardenal señala que la Eucaristía ha sido una
fuente inagotable de paz y reconciliación en su vida personal. Continúa
diciendo que, compartiendo la Palabra de Dios, compartiendo la oración y
compartiendo la Eucaristía, ha "encontrado nuevas fuerzas, nuevas
esperanzas para levantarme y continuar mi misión de seguir sirviendo al Señor y
a su pueblo fiel, y servir a la humanidad".
Respondiendo a la pregunta si la celebración de un Congreso Eucarístico
Internacional es más importante que nunca en un momento de pandemia global y de
conflicto en muchos países del mundo, el cardenal Lacroix dice: "En todas
las épocas de la historia es importante reunirse como creyentes bautizados...
pero, por supuesto, en tiempos más difíciles, como los que estamos viviendo
ahora, es tan útil, y es un regalo poder recibir esta inyección de esperanza en
nuestras venas y en nuestros corazones, en nuestras almas, ver a otros hermanos
y hermanas".
Publicado por Vatican News:
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