La Iglesia Hoy | Alessandro Gisotti/VN
Dejémonos
inspirar por San José también en este proceso sinodal
Entrevista al Cardenal Luis Antonio Tagle sobre el Año dedicado a San
José y sobre la "Patris Corde" del Papa Francisco. Para el Prefecto
de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, todos podemos
aprender de San José lo que significa cuidar con amor a los que nos han sido
confiados, especialmente en la vida familiar.
San José es una figura oportuna y fecunda no sólo para los padres, sino
para todos los bautizados. Así lo ha subrayado el Cardenal Luis Antonio Tagle
en una entrevista concedida a los medios de comunicación del Vaticano sobre el
Año especial deseado por el Papa Francisco con motivo del 150 aniversario de la
declaración de San José como Patrón de la Iglesia Universal. El Prefecto
de Propaganda Fide también se detiene en la Carta Patris Corde e
indica en San José – en su hacerse custodio de Jesús y María, aunque esto
requiera "cambiar de camino" – una figura que puede inspirar a la
Iglesia en el proceso sinodal iniciado por el Papa Francisco.
Estamos viviendo un Año especial querido por el
Papa Francisco para celebrar a San José. ¿En su opinión, cuáles son los frutos
que todos los bautizados, todos nosotros, podemos recibir de este Año especial?
La figura de San José está justamente ligada a la de los padres. Sin
embargo, creo que usted ha subrayado correctamente que todos los bautizados
podemos beneficiarnos de este Año especial. Especialmente en los siguientes
ámbitos: espero que, como San José, cada bautizado esté atento a la voz y a la
guía de Dios. Especialmente en los momentos de prueba en la vida. También, que
todos los bautizados confíen en Dios para seguir el plan de Dios incluso cuando
las cosas no siempre están claras. Luego, también ser un buen
"administrador", un guardián, un custodio de las personas que Dios
nos confía.
En su carta Patris corde, el Papa
Francisco destaca la importancia de San José para los padres de hoy. ¿Qué es lo
que más aprecia de este documento?
Hay muchas, muchas cosas que este documento nos ofrece, especialmente a
los padres. Una de las cosas que realmente aprecio es que, en primer lugar,
presenta a San José como una persona que acepta la realidad. Aceptar la
realidad no significa ser pasivo o simplemente tolerante con algo. Acepta la
realidad tal y como es, vive de acuerdo con esa realidad. Y cuando acepta esa
realidad, ve lo que Dios quiere que haga para transformarla. A veces tenemos la
tentación de no aceptar la realidad. Vivimos en un pasado que hemos idealizado.
O vivimos en una utopía que aún no existe. Y así no sabemos cómo transformar el
presente. San José, en cambio, según Patris Corde, aceptó la
realidad y, en esa aceptación, escuchó la palabra de Dios y actuó con valentía
para transformar esa realidad.
Justamente sobre la realidad... hoy en día estamos
acostumbrados a que sólo tenemos razón si hablamos, si tenemos la última
palabra en una conversación. San José, en cambio, muestra su fuerza
permaneciendo en silencio, en la sombra. ¿Qué nos enseña esta actitud?
Es cierto. Cuando era seminarista, el nombre de mi seminario era
Seminario San José. El silencio es una de las virtudes de San José que se nos
ha señalado. El Evangelio no recoge ninguna de sus palabras, pero guarda la
Palabra de Dios en silencio. Es Jesús quien habla en su silencio. Protegió la
Palabra de Dios de quienes querían matarlo y silenciarlo. Por lo tanto, esto
nos enseña una lección. En primer lugar: nuestro deseo de hablar, hablar y
hablar. "¿Es para mí o es para la Palabra de Dios? Segundo: a veces el
silencio es el discurso más poderoso. Incluso Jesús, cuando fue juzgado por
Pilato, guardó silencio en un momento dado. Pero en su silencio, ¿quién estaba
siendo juzgado? Fue el sistema corrupto el que se reveló en el silencio de
Jesús. Creo entonces que Jesús aprendió el silencio de San José.
San José es también el padre que avanza, que cambia
su camino para proteger a su familia. ¿Qué le dice su fe a la Iglesia, ahora
comprometida en este proceso sinodal?
El proceso sinodal es para nosotros una invitación a caminar juntos, a
viajar juntos. Hay una vía que San José nos muestra. Caminó por caminos
peligrosos con María y Jesús, guiado por las indicaciones del ángel de Dios. Es
un caminar que significa protección, que significa cuidado. Esperamos poder
desarrollar, durante el proceso sinodal, esta capacidad de amar a Jesús, de
amar a la Iglesia. Y aunque habrá comentarios no siempre positivos, debemos
hacerlo por preocupación, por amor, para que el nombre de Jesús sea proclamado
y preservado.
Una última pregunta, un poco más personal. Usted es
muy devoto de San José. También ha declarado esta devoción en varias ocasiones.
¿Qué es lo que más le llama la atención de este santo?
Esta devoción me permite recurrir a él en diferentes situaciones. Sobre
todo, cuando hay momentos difíciles y me siento desanimado y digo 'no sé qué
hacer'. Así que pido la protección de San José. De manera especial también el
valor de permanecer en la sombra. Se necesita valor, sobre todo cuando se tiene
la sensación de que se tiene la idea correcta y se quiere proponerla. Crees que
tienes la solución correcta, pero luego purificas tus intenciones y dices
"un momento, ¿me estoy promocionando o estoy buscando el bien?". Si
no es tanto por el bien de los demás, entonces lo correcto es permanecer en la
sombra y dejar que Dios y el ángel de Dios hagan sus maravillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...