Papa Francisco | Benedetta Capelli/VN
Francisco: Herir a una mujer es ultrajar a Dios
En
el DÃa Internacional de la Mujer, nuestros pensamientos se dirigen a quienes
están experimentando un gran sufrimiento como consecuencia de la guerra que se
libra en Ucrania. En este año el Papa les instó a mirar su humanidad que puede
regenerar el mundo
Con
lágrimas al despedir a sus maridos en el frente, sólidas al abrazar a sus hijos
asustados, valientes al gritar en las calles "no" a una guerra que no
pertenece a nadie, dispuestas a ayudar a los soldados que deberÃan ser enemigos
pero que, en cambio, son jóvenes asustados y frágiles. El conflicto entre Rusia
y Ucrania ha mostrado el rostro de la mujer actual: un poliedro hecho de
cuidados, fuerza, delicadeza, pero sobre todo la expresión de un amor que, en
el dolor, se convierte en casa y refugio.
Las
mujeres, una combinación de sueños y realidad
El
mundo mira a estas mujeres, ya sean rusas o ucranianas, hoy en el DÃa
Internacional que se les dedica y en el que las palabras del Papa Francisco,
pronunciadas varias veces, parecen estar cosidas a su piel quemada por el
dolor. En la Solemnidad de la Madre de Dios, el 1 de enero, el PontÃfice
recuerda a MarÃa, la mujer del "conservar meditando" y subraya que
"las madres, las mujeres, no miran el mundo para explotarlo, sino para que
tenga vida. Mirando con el corazón, logran mantener unidos los sueños y lo
concreto".
“Y
mientras las madres dan la vida y las mujeres conservan el mundo, trabajemos
todos para promover a las madres y proteger a las mujeres. Cuánta violencia hay
contra las mujeres. Basta. Herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó la
humanidad de una mujer, no de un ángel, no directamente, sino de una mujer. Y
como de una mujer, de la Iglesia mujer, toma la humanidad de los hijos.”
MarÃa
y esa piedad
La
violencia contra las mujeres, un problema "casi satánico", dijo el
Papa en una entrevista televisiva con Mediaset en diciembre de 2021, tras
escuchar a Giovanna con una vida familiar difÃcil a sus espaldas. A ella le
repite el término "dignidad":
¿Cuál
es la dignidad de las mujeres golpeadas, abusadas? Me viene a la mente una
imagen que se encuentra al entrar en la BasÃlica, a la derecha, la piedad de la
Virgen, la Virgen humillada ante su hijo desnudo, crucificado, un malhechor a
los ojos de todos, es decir, la madre que lo crió, totalmente humillada. Pero
ella no ha perdido su dignidad y mirar esta imagen en momentos difÃciles como
el suyo de humillación y donde sentimos que estamos perdiendo nuestra dignidad,
mirar esa imagen nos da fuerza... Mira a la Virgen, quédate con esa imagen de
valor.
La
mirada de la esperanza
Humillación,
sufrimiento, dureza de espÃritu: hoy en el corazón de cada mujer, en
determinados momentos de la vida, seguimos experimentando este vaivén. Existe
el cuidado, existe la mirada que se posa en la fragilidad, en el dolor, por
ejemplo, de los propios hijos. Esa mirada femenina -explicó el Papa- transforma
la desesperación y ofrece esperanza incluso en un escenario de guerra.
Me
vienen a la mente los rostros de las madres que cuidan a un niño enfermo o con
dificultades. ¡Cuánto amor hay en sus ojos, que, mientras lloran, saben dar
razones para la esperanza! La suya es una mirada conocedora, sin ilusiones,
pero más allá del dolor y los problemas ofrece una perspectiva más amplia, la
del cuidado, la del amor que regenera la esperanza.
Hay
palabras claves en estos pronunciamientos de Francisco que ofrecen un suspiro
de alivio, porque en la mujer, aunque sea maltratada, abusada, vÃctima, está la
semilla de Dios que es Amor, está el ejemplo de MarÃa que ayuda, está su sà que
no es rendición, sino confianza en el Señor y también en una humanidad que en
estos dÃas no ve la luz y parece aniquilada por el doloroso fragor de la
guerra.
Publicado
por Vatican News
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