• Noticias

    martes, 8 de marzo de 2022

    Nueva Fundación Religiosa Discípulas Misioneras por la Santidad


    Vida Religiosa

     


    Nueva Fundación Religiosa

    Discípulas Misioneras por la Santidad

     

    Nuestra fundación tuvo su inicio público y reconocido el día 29 de Enero del año de gracia 2022, con una solemne concelebración Eucarística, presidida por el Sr. Arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros, Mons. Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, acompañado de los señores Obispos concelebrantes, Mons. José Amable Durán Tineo, obispo auxiliar de Santo Domingo y director espiritual de la fundación; y Mons. Cecilio Raúl Berzosa Martínez, obispo emérito de Ciudad Rodrigo (España), en misión en Rep. Dom. y asesor canónico de la naciente entidad religiosa; además estuvieron presentes varios sacerdotes procedentes de las distintas diócesis del país, así como familiares y amigos laicos y religiosos que, congregados en la Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes (los Montones, San José de las Matas), fueron testigos del inicio de esta realidad que el Espíritu, con humildad y esperanza, ha suscitado en nuestra Iglesia. 

     

    Discípulas Misioneras por la Santidad es una nueva fundación religiosa que, tras un serio discernimiento eclesial, nace para responder al llamado del Concilio Vaticano II y de los últimos Papas: la necesidad de que todo el Pueblo de Dios viva la santidad y, consecuentemente, cultive la vida interior sin la cual tan noble propósito sería inalcanzable. Los fundamentos teológicos y eclesiales que sostienen nuestra fundación se apoyan en la más genuina tradición dominica, actualizada, como hemos afirmado, por la invitación del Concilio Vaticano II (Sacrosanctum concilium y Lumen gentium), por la liturgia y la espiritualidad católicas, y por el magisterio del papa Francisco, concretado en su exhortación apostólica Gaudete et exsultate y Evangelli gaudium. La propuesta, al mismo tiempo, encuentra su fundamentación en la Conferencia del CELAM de Aparecida, genuina exponente de la cultura religiosa de los pueblos latinoamericanos.

     

    Deseamos experimentar un estilo de vida consagrada “monacal”, con los pilares carismáticos de la santidad, la predicación y el martirio cotidiano; las Discípulas Misioneras, además de los votos de pobreza, castidad y obediencia, asumen la promesa del silencio, no sólo como la necesaria condición de madurez espiritual, sino como la gracia de educar el alma para que hable con Dios y de Dios. Contemplar y dar lo contemplado es nota característica de esta comunidad de hermanas quienes, sumergidas en la oración y en el estudio reflexivo, dedican dos días a la semana para predicar allí donde la Iglesia las necesite. Bien entendido que la vida en santidad es el eje transversal que impulsa su dimensión misionera. Además, el apoyo espiritual a los sacerdotes, y a los consagrados y consagradas, es para cada una de nosotras primacía pastoral; al respaldarles en su configuración con Cristo, crece y florece la santidad en todas las vocaciones del Pueblo de Dios.   

     


    La santidad como tal, no siendo un carisma más, se convierte justamente en fuente y origen de carismas en la Iglesia. Por tanto, se transforma en carisma por la manera de vivirla y la pasión de promoverla como don divino. Las Discípulas Misioneras por la Santidad están llamadas a: “Vivir y fomentar la santidad en todo el Pueblo de Dios siendo discípulas contemplativas y misioneras predicadoras”.

     

    Nuestra misión es recuperar la vocación más genuina a la que estamos llamados sencillamente como bautizados cristianos, pues como nos recuerda el papa Francisco: “La santidad es el rostro más bello de la Iglesia”; y la única pena que debe existir en el ser humano es no responder a esta gracia de unión con Dios. En este sentido, el saludo que distingue a la comunidad es: “Seamos santos: porque Dios es santo”. 


    Por actitud testimonial/martirial, entendemos tomarnos en serio la vida en Dios; dejándonos interpelar y convertir por los signos de santidad que el Señor nos done y con los que Él nos presente en los más pobres, humildes y sencillos (Cf. GE 8.15); siendo y sintiéndonos discípulas ofrecemos nuestras vidas a la Iglesia, queriendo impregnar el perfume de Cristo en toda nuestra tarea evangelizadora, como mujeres profundamente enamoradas y apasionadas de Cristo, quien hace nuevas en Él todas las cosas ( Ap 21,5). 

     

    Llevaremos a cabo la misión en este momento histórico de gracia, desde una vida de silencio contemplativo, acompañadas y amparadas por la Virgen María, modelo de perfección de una Iglesia sin manchas ni arrugas (Ef 5,27; LG 65). Deseamos, con la intercesión de los santos y las santas, enraizadas en la fiel comunión eclesial, perseverar en este noble propósito, a pesar de las fuerzas contrarias que nos circunden (VC 37). 

     

    Dado el carisma de predicación, las Discípulas Misioneras, deberán formarse tanto en ciencias humanas, como en filosofía, Biblia y teología. Es importante para la mujer consagrada el esfuerzo por su formación académica. Haremos todo lo posible y se pedirán todas las ayudas necesarias para lograrlo; tanto en la formación inicial como en la superior y la permanente.

     

    A la Santísima Trinidad elevamos todo nuestro agradecimiento; a nuestra Madre Iglesia ofrecemos nuestra obediencia; y a los hermanos y hermanas, que peregrinan en este nuevo milenio, donamos nuestra entrega y la intercesión de oraciones. Que el mismo Señor de todos los dones pague tanta generosidad recibida por nuestros bienhechores; nos han hecho confirmar una vez más que “a quien Dios tiene nada le falta”. ¡Seamos santos porque Dios es Santo!

           

    San José de las Matas, febrero de 2022.

     

    Discípulas Misioneras por la Santidad: Carlianni de la Cruz Ramírez, Lisandra del Carmen Cabrera Martínez, Santa Ángela Cabrera.

     

    Correo electrónico: Porlasantidad@gmail.com




    No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...

    Para Vivir Mejor


    Entradas Recientes



    La Familia


    Amigo del Hogar | Revista

    Orientada esencialmente a la familia desde una visión humano-cristiana, la Revista Amigo del Hogar nace en el año 1942, como obra evangelizadora de los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC).

    ¿Quiénes Somos?

    Somos una comunidad religiosa fundada por el P. Julio Chevalier en el año 1854, en Issoudun, Francia. El proyecto al que buscamos ser fieles es, desde el Corazón misericordioso de Jesús, anunciar el amor de Dios al mundo.

    Temas de Salud


    Entradas populares