Nuestra Fe | Svitlana Duckhovych/VN
El Exarca de Odesa: el Rosario por Ucrania es un apoyo para
los que sufren
El
obispo greco-católico Mykhaylo Bubniy habla del "hermoso gesto" de
Francisco refiriéndose al Rosario que se rezará en la BasÃlica de Santa MarÃa
la Mayor. También se detiene en la situación del paÃs, devastado por la guerra,
que califica de "muy cruel".
"Como
obispo de la Iglesia católica siempre he sentido el apoyo del Santo Padre y de
las diócesis y eparquÃas de diferentes partes del mundo", dice el obispo
greco-católico Mykhaylo Bubniy, C.S.R., exarca de Odesa. Al hablar del Rosario
que el Papa Francisco rezará, hoy. ante
la estatua de MarÃa Regina Pacis en la BasÃlica de Santa MarÃa la Mayor,
recuerda que estará dedicado a la paz en Ucrania. "La oración y la palabra
del Santo Padre -dice- se escuchan siempre en la comunidad internacional y
tienen eco entre los polÃticos, y otros lÃderes de este mundo.
Situación
humanitaria
"La
situación humanitaria tanto en Odesa como, en general, en el exarcado de Odesa,
es complicada", relata el obispo, "porque una parte de nuestro
exarcado está bajo ocupación rusa y en la otra hay muchos desplazados internos,
que han llegado sobre todo de las regiones de Mykolayiv y Kherson y también de
las de Donetsk y Kharkiv. "Sin embargo, en comparación con los primeros
dÃas de la guerra, ahora podemos satisfacer las principales necesidades de los
refugiados gracias al apoyo de varias organizaciones de ayuda extranjeras y de
las parroquias greco-católicas del oeste de Ucrania". Muchos sacerdotes y
fieles del exarcado greco-católico participan en la labor de estos centros
humanitarios, aunque muchas personas, sobre todo mujeres con niños, se
marcharon al principio de la invasión rusa. Algunos regresan porque la vida en
la ciudad está retomando lentamente su ritmo habitual.
El
trabajo pastoral también en las zonas ocupadas
A
pesar de la guerra, nuestra actividad pastoral nunca ha cesado", prosigue
el exarca de Odesa, "nuestros sacerdotes siempre han permanecido en sus
parroquias; aunque en los primeros dÃas de la invasión sólo salÃan por un corto
tiempo para llevar a sus esposas e hijos a las zonas más seguras del paÃs y
luego volvÃan a sus parroquias para continuar su servicio, especialmente
rezando con y por la gente".
La
guerra ha enfrentado a toda la Iglesia de Ucrania a nuevos retos. Como en
tantos otros lugares del paÃs, en las parroquias del exarcado de Odesa no cesa
la oración por el fin de la guerra y por la paz. Además, los sacerdotes
intentan ayudar a los necesitados y a los desplazados internos a través de los
centros humanitarios que se han creado en las parroquias.
"Dos
de nuestros cinco decanatos, Kherson y Skadovsk, están ahora bajo ocupación
rusa", explica monseñor Bubniy. "Quedan cinco de nuestros sacerdotes
que nunca dejaron sus parroquias. Algunos sacerdotes casados, que se habÃan
marchado para llevarse a sus familias, ya no pudieron regresar a causa de los
combates, pero siguen intentando ayudar a sus comunidades desde la distancia:
organizan el transporte de la ayuda humanitaria, recogen y envÃan dinero para
ayudar a los necesitados".
Un
atractivo especial de Odesa ha sido siempre su población multiétnica y la
presencia de diferentes religiones. "En estos dÃas, todas las
organizaciones religiosas son muy activas en la ayuda humanitaria a los
necesitados", dice el obispo, y añade que, en tiempos de guerra, como en
el resto del paÃs, la población local se ha unido más, incluso en la condena de
la agresión de la Federación Rusa contra Ucrania.
No
es la primera experiencia de guerra
Compartiendo
su experiencia personal para hacer frente a las dificultades de dirigir el
Exarcado en tiempos de guerra, Monseñor Bubniy, que cumplirá 52 años en
septiembre, dice: "Siempre trato de confiar en Dios, de hablar con Él
honestamente, abiertamente y de esperar en Él. ConfÃo todas las dificultades a
las manos de Dios".
Para
el joven obispo, la experiencia traumática del inicio de la guerra no era
nueva: en febrero de 2014, monseñor Mykhaylo Bubniy fue nombrado obispo, exarca
de Odesa y administrador del Exarcado de Crimea. Al mismo tiempo, se produjo la
ocupación y anexión de Crimea. "Asà que, ya al principio de mi servicio
episcopal, me encontré con serios desafÃos ante los que tuve que reaccionar.n
Con la ayuda de la Santa Sede y de la Nunciatura Apostólica y de Su Beatitud
Sviatoslav, hemos conseguido mantener las estructuras en el Exarcado de Crimea,
donde los sacerdotes siguen sirviendo y las parroquias funcionan". A pesar
de esta experiencia, el obispo dice que la guerra de 2022 "es mucho más
cruel" y se preocupa mucho por sus sacerdotes y los fieles. "Sin
embargo, seguiremos rezando a Dios para que nos ayude y nos dé la gracia de
mantener el amor y la humanidad en medio de tanta violencia".
Volviendo
al rezo del Rosario con el Papa Francisco en Roma, el Exarca de Odesa dice:
"Esta oración es un hermoso gesto del Santo Padre para el apoyo a
Ucrania", y a pesar de que ha habido malentendidos de algunos gestos y
palabras del Papa, "sigue siendo una autoridad moral de primer orden y su
oración y apoyo, tanto espiritual como con palabras, es muy importante para
nosotros, que sufrimos la injusticia y la crueldad de la guerra aquà en Ucrania
en el siglo XXI”.
Publicado
por Vatican News
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