Vida Religiosa | VN
Sor
Orianne, una paulina digital en Instagram: encontrar a Cristo en la Red
Las hermanas
también están en las redes sociales, donde llevan a Cristo, explica la hermana
Orianne, y un mensaje para "crear un terreno fértil de encuentro entre las
personas y Aquel que las ama con locura".
¿Se puede
evangelizar con la sonrisa? ParecerÃa que sà mirando los divertidos videos
publicados en Instagram de sor Orianne, una joven hija de san Pablo,
canadiense, pero que vive en la Casa Editorial de las hermanas paulinas de
Estados Unidos en Boston. Navegando por los perfiles de Instagram, si te
encuentras con la página de Sor Orianne es prácticamente imposible no detenerse,
pues esta joven monja presume, junto a una gran competencia en el uso de los
medios y una espontánea carga irónica, también de una extraordinaria mÃmica
facial. Sin embargo, la ironÃa propuesta nunca es un fin en sà misma, sino que
siempre propone una solicitud de sentido espiritual y una referencia al
Evangelio a sus más de 33.000 seguidores. “Entré en la vida religiosa cuando
tenÃa 27 años, cuenta sor Orianne, e hice mi profesión entre las hermanas
Paulinas el año pasado”.
¿Y cómo era su vida antes?
Para ser
honesta, la idea de convertirme en monja ni siquiera se me pasaba por la mente.
Convertida al catolicismo, pasé mi juventud como todo el mundo: estudiando,
trabajando, viajando, pero también tratando de crecer en mi fe. En la
universidad primero estudié AntropologÃa y Desarrollo Internacional, y luego
continué con las ciencias de la educación. Trabajé como profesora en Inglaterra
durante un año, y luego cuando regresé a Canadá como profesora de francés en
una guarderÃa. Pero también lograba encontrar el tiempo para echar una mano en
el pastoral juvenil de mi parroquia. Me gustaba mucho trabajar con niños y
jóvenes. Luego, con el tiempo, comencé a darme cuenta de que entre ellos habÃa
una gran hambre de palabras y pensamientos espirituales, que con demasiada
frecuencia quedaban insatisfechos. Y esta hambre de ellos despertó en mà el
deseo de hacer algo más, pero aún no sabÃa qué. Hasta que un sacerdote, a quien
le confesé mi malestar en la confesión, me preguntó si alguna vez habÃa
considerado la opción de una vocación para ser monja. Confieso que estas
palabras en el momento me provocaron pánico. Pero luego comencé a preguntarme
si no fueran casuales, sino que expresaban una verdadera invitación del Señor a
emprender la vida religiosa. Como vivÃa en una zona rural de Canadá, lejos de
las grandes ciudades, no habÃa muchas comunidades religiosas a mi alrededor.
Empecé a buscar en Internet y fue asà como entré en contacto con las Paulinas,
las Hijas de San Pablo. ¡En el fondo hay una continuidad entre mi actividad
pastoral en la red y el hecho de que mi vocación nació a través de la red!.
¿Cómo empezó esta actividad pastoral digital? ¿Se lo pidieron tus
superioras o respondÃa a una actitud suya?
Como Hijas
de san Pablo nosotras estamos llamadas a usar también los más modernos y
eficaces instrumentos de comunicación para compartir el Evangelio de
Jesucristo. Yo usaba obviamente las redes sociales antes de entrar en las
Paulinas, como hacen un poco todos los jóvenes. Pero mis cuentas eran privadas,
las usaba sobre todo para estar en contacto con amigos y familiares. Cuando
después me hice monja entendà que el Señor me invitaba a llevar todo de mà a la
donación, incluida mi personalidad en las redes sociales. Después de hablar con
mis hermanas entonces decidà cambiar mis cuentas de privadas a públicas, y
compartir con el pueblo de Dios mis pensamientos y mi vivencia de fe.
Sus vÃdeos son muy originales e irónicos. ¿Es algo estudiado o pertenece
a su carácter?
IronÃa o no,
nunca publico nada a menos que primero sienta la inspiración del EspÃritu para
compartir. Pero es cierto: me encanta tomarme la vida con buen sentido del
humor. Por otro lado, ¡estoy convencida de que también Dios tenga un buen
sentido del humor! Ya podemos leerlo en las Escrituras. Pero también siento
mucho por las necesidades y los sufrimientos de la gente, asà que espero que
mis videos también puedan llevar una sonrisa a sus rostros y los subtÃtulos
puedan calentar sus corazones.
¿Es difÃcil transmitir un mensaje espiritual en un vÃdeo de pocos segundos?
Si
comprendiéramos cuánto nos ama Dios en la sencilla realidad de nuestra
cotidianidad nuestras vidas serÃan muy diferentes. Mis mensajes van exactamente
en esta dirección: mostrar el amor de Dios por cada uno de nosotros, un amor
que es vida, que consuela, que nos abre a la novedad. Esto es el Evangelio. Y
esto es lo que trato de transmitir.
¿Quiénes son sus seguidores?
Cada uno de
mis seguidores es un valioso hijo de Dios. Estoy muy agradecido por esta mi
pequeña “familia social” que verdaderamente reza junta. Yo rezo por ellos,
ellos rezan por mÃ, y ellos rezan los unos por los otros. En los comentarios
que puedes leer bajo los vÃdeos se ve esta extraordinaria y humilde comunidad
de oración. Es un conjunto bastante mixto entre hombres y mujeres, desde
jóvenes hasta los 60 años. Y vienen de todo el mundo de Estados unidos, Canadá,
pero también de Brasil, de LÃbano y de Kenia. Es sorprendente ver cómo el Señor
obra en todas estas vidas por todo el mundo. Y yo aprendo mucho de ellos. Estoy
convencida de que la presencia cristiana en las redes sociales sea muy
importante. Tengo el increÃble privilegio de acompañar a muchas personas a
través de periodos de duda, de regreso a la oración, de conversión. Cada vez
que me sucede, a mà o a una hermana, lloro de alegrÃa. Me regocijo al pensar
que el Señor usa mis publicaciones - las divertidas, pero también las serias -
para crear un ambiente seguro en el que preguntar, debatir, aprender,
aventurarse por los caminos del amor de Cristo.
¿También hay riesgos en la comunicación digital?
Las redes
sociales tienen el poder extraordinario de poder llegar a personas que de otro
modo nunca encontrarÃas. Siempre tenemos que dejar al espÃritu que nos guÃe
para decidir qué y cómo comunicar; y preguntarnos ¿estoy compartiendo el amor
en la verdad? ¿Y la verdad en el amor? ¿Me expreso sin crear divisiones? ¿Estoy
invitando a dialogar con respeto recÃproco? Es necesario poner atención y no
publicar nunca mensajes que sean contra-testimonio al Evangelio porque se
exprese con rencor o arrogancia. Porque cuando hacemos estos errores en la vida
real estos tienen un impacto sobre un par de personas; pero si los hacemos on
line estos impactan negativamente sobre cientos, incluso miles de personas.
Esto nos impone un gran sentido de responsabilidad, pero también una agudeza
del corazón en saber responder y considerar a los demás de nosotros.
Por tanto, ¿una vocación compleja?
No. Como
cualquier otra vocación para un cristiano esa surge del bautismo en Cristo.
Incluso en las redes sociales estamos llamados a vivir plenamente en Cristo,
interactuando y conversando con los demás. Si vivimos radicalmente el bautismo,
y entendemos verdaderamente que estamos trayendo a Cristo también a este
espacio virtual, podemos sin grandes dificultades crear un terreno fértil para
el encuentro entre las personas y Aquel que las ama con locura.
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