Reportajes | MarÃa MartÃnez López/A&O
Lampedusa y la Iglesia recuerdan el naufragio en el que
murieron 368 migrantes
Desde
2016, Italia celebra el 3 de octubre el DÃa de la Memoria y la Acogida. La
entidad que lo ha promovido ha llevado ya a la isla a 800 estudiantes de 22
paÃses.
La
Iglesia se suma al DÃa de la Memoria y la Acogida que se celebra el 3 de
octubre en Lampedusa y en toda Italia, en memoria de los 368 migrantes muertos
en el naufragio de una barcaza este mismo dÃa de 2013. La sección de Migrantes
y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha
invitado a todos los católicos a unirse en oración por las vÃctimas.
Entre
ellas, habÃa 83 mujeres y nueve niños; y por las casi 25.000 más que se han
producido desde entonces en el Mediterráneo. De ellas, 1.400 en lo que va año,
el 84 % en el Mediterráneo central. Según recoge Vatican News, el dicasterio
invita a rezar para «que nadie perezca a causa de la emigración, que nadie se
vea nunca más obligado a abandonar su patria, que cada persona pueda mirar su
futuro con esperanza, y para que los hermanos y las hermanas más vulnerables
sean acogidos y protegidos».
En
2016, el Parlamento italiano consagró el 3 de octubre como DÃa de la Memoria y
la Acogida. Pero la fecha se venÃa conmemorando desde un año después del
naufragio gracias al Comité 3 de Octubre. Esta misma entidad ha lanzado una
campaña para que este dÃa se instituya a nivel europeo. También trabaja para
crear una base europea de ADN de vÃctimas que ayude a identificarlas, y para
que el DÃa de la Memoria y la Acogida se instituya a nivel europeo.
800
estudiantes
Además
de las entidades que se suman desde otros lugares a la conmemoración, el Comité
3 de Octubre organiza anualmente en la isla el encuentro Acogida Europa. En él,
estudiantes europeos tienen la oportunidad de escuchar el testimonio de los
supervivientes del naufragio y de participar en talleres organizados por
distintas entidades, desde ONG que rescatan migrantes a agencias internacionales
como la Organización Internacional para las Migraciones (OMI), la Agencia de
las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Fondo de Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF).
Entre
estas organizaciones se encuentran también el Centro Astalli, del Servicio
Jesuita al Refugiado, y la Orden de Malta. No es la única participación de la
Iglesia. El padre Giuseppe Cumbo, vicario general de la archidiócesis de
Agrigento, ha participado en la mañana del lunes, junto con un representante
musulmán, en un momento de silencio y reflexión junto con supervivientes del
naufragio.
El
encuentro concluye esta tarde con una celebración interreligiosa en el
santuario de la virgen en Porto Salvo. Desde sus inicios, han participado en
las distintas ediciones de este encuentro 800 alumnos de 300 centros de 22
paÃses europeos.
El
deseado primer viaje de Francisco
El
naufragio de Lampedusa se produjo pocos meses después de la primera visita del
Papa Francisco a la isla, el 8 de julio de 2013. Se trató del primer viaje fuera
de Roma del entonces recién elegido PontÃfice.
Y
habÃa sido «fuertemente deseado» por él, «para rezar por todos los migrantes
fallecidos en el mar y para agradecer al pueblo de Lampedusa, que desde el
principio se comprometió generosamente a acoger a los prófugos», asegura la
convocatoria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Fue allà cuando acuñó la expresión «globalización de la indiferencia»,
lamentando que «en este mundo de la globalización» nos hemos «acostumbrado al
sufrimiento del otro. ¡No nos concierne, no es asunto nuestro!».
La
oración del Papa
El
Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral invita a rezar con
la oración que el Papa pronunció el 16 de abril de 2016, durante su visita a
Lesbos (Grecia), otra de las puertas de Europa para los migrantes:
«Dios
de la misericordia, te pedimos por todos los hombres, mujeres y niños que han
muerto tras abandonar sus tierras en busca de una vida mejor. Aunque muchas de
sus tumbas no tienen nombre, por ti cada uno es conocido, amado y apreciado.
Que nunca los olvidemos, sino que podamos honrar su sacrificio con las obras
más que con las palabras. Te encomendamos a todos los que han hecho este viaje,
soportando el miedo, la incertidumbre y la humillación, a fin de alcanzar un
lugar de seguridad y de esperanza. Como tú jamás has abandonado a tu Hijo
cuando fue conducido a un lugar seguro por MarÃa y José, asà ahora acércate a
estos tus hijos e hijas a través de nuestra ternura y protección».
«Haz
que, cuidando de ellos podamos promover un mundo en el que nadie se vea
obligado a abandonar su hogar y en el que todos puedan vivir en libertad,
dignidad y paz».
«Dios
de la misericordia y Padre de todos, despiértanos del sueño de la indiferencia,
abre nuestros ojos a su sufrimiento y lÃbranos de la insensibilidad, fruto del
bienestar mundano y del repliegue sobre nosotros mismos. InspÃranos a todos,
naciones, comunidades e individuos, a reconocer que los que llegan a nuestras
costas son nuestros hermanos y hermanas. Ayúdanos a compartir con ellos las
bendiciones que hemos recibido de tus manos, y a reconocer que juntos, como una
sola familia humana, todos somos migrantes, viajeros de esperanza hacia ti, que
eres nuestro verdadero hogar, donde se enjugará toda lágrima, donde estaremos
en la paz, seguros en tu abrazo».
Publicado
por Alfa & Omega
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