Reflexión | P. Ciprián Hilario, msc
"Estén preparados..."
Homilía
en Memoria de San Juan Pablo II
(miércoles
22 de octubre 2025)
Lecturas:
Romanos 6,12-18; Salmo 123,1-3.4-6.7-8; Lucas 12,39-48
Queridos
hermanos y hermanas en Cristo:
Hoy
celebramos la memoria de San Juan Pablo II, un pastor incansable que, con su
vida y ministerio, nos enseñó a estar preparados para responder al llamado de
Dios en todo momento. Las lecturas de hoy nos invitan a reflexionar sobre
nuestra disposición para vivir como siervos fieles, libres del pecado y atentos
a la venida del Señor.
Romanos
6,12-18: Libres para servir a Dios
San
Pablo nos recuerda que, por el bautismo, hemos sido liberados del dominio del
pecado y puestos al servicio de la justicia. Esta libertad no es para hacer lo
que queramos, sino para vivir plenamente para Dios. San Juan Pablo II encarnó
esta enseñanza: su vida fue un testimonio de entrega total a la voluntad
divina, incluso en medio de desafíos como el atentado que sufrió o las
dificultades de su pontificado. Nos invita a preguntarnos: ¿Qué reina en mi
corazón? ¿El pecado o la gracia de Dios? Estar preparados significa elegir cada
día ser instrumentos de la justicia, viviendo con coherencia y amor.
Salmo
123: Nuestra mirada puesta en Dios
El
salmo nos presenta la imagen de un siervo que mira la mano de su señor,
esperando su señal. Esta actitud de confianza y dependencia de Dios fue
característica de San Juan Pablo II, quien repetía: “Totus Tuus” (“Todo
tuyo”), confiándose totalmente a María y, a través de ella, a Cristo. Como
el salmista, debemos mantener nuestros ojos fijos en Dios, especialmente en las
pruebas, sabiendo que Él es nuestra ayuda y nuestro libertador. Estar
preparados implica vivir con esta esperanza vigilante, confiando en que Dios
nunca nos abandona.
Lucas
12,39-48: La vigilancia del siervo fiel
En
el Evangelio, Jesús nos exhorta a estar preparados, porque “el Hijo del
Hombre vendrá a la hora que menos penséis”. Nos habla del administrador
fiel, aquel que cumple su tarea incluso cuando el amo no está presente. San
Juan Pablo II fue un modelo de este siervo fiel: predicó el Evangelio con
valentía, viajó por el mundo para llevar a Cristo a todos y defendió la
dignidad humana sin descanso. Su vida nos desafía a preguntarnos: ¿Estoy
viviendo de tal manera que, si Cristo viniera hoy, me encontraría fiel a mi
vocación? Estar preparados no es solo esperar, sino actuar con responsabilidad,
sabiendo que se nos ha confiado mucho.
Estén
preparados: Un llamado a la acción
El
tema “Estén preparados” nos recuerda que la vida cristiana es una
aventura de vigilancia activa. San Juan Pablo II nos mostró cómo vivir esta
preparación: con oración constante, amor al prójimo y un compromiso firme con
la verdad. Nos enseñó a no tener miedo, a abrir las puertas a Cristo y a ser
luz en un mundo que a menudo vive en tinieblas.
Hoy,
renovemos nuestro compromiso de estar preparados. Que, como San Juan Pablo II,
vivamos libres del pecado, con los ojos fijos en Dios y el corazón dispuesto a
cumplir su voluntad. Que María, Madre de la Iglesia, nos guíe para ser siervos
fieles, listos para encontrarnos con su Hijo en cualquier momento. Amén.
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