Fe y Vida | Ana Paula Morales/Z
«Tengan fe en él y hagan la prueba y verán que bueno es Dios»:
testimonio del empresario Patrick Slim
Pedimos
al empresario si podía dar unos consejos a los jóvenes sobre cómo ser un buen
empresario sin dejar de lado a Dios, tenerlo presente en su vida, sin solo
centrarse en las cosas materiales.
En
el contexto del pasado Encuentro Mundial de las Familias, realizado en la
Ciudad de México, ZENIT dialogó con uno de los empresarios más importantes de
México, Patrick Slim, quien también es un católico comprometido. Le preguntamos
acerca cómo surgió su amor a Dios, a la Iglesia, y a la Virgen.
Patrick
contestó que fue alrededor de los siete años: «de entrada, nací siendo
católico, crecí siendo católico y educado como católico. Pero en alguna edad
tuve grandes dudas de fe y al final un amigo muy querido -un casi hermano para
mí, Pablo José Barroso- me habló y me dijo que había una persona que iba a
hablar del Apocalipsis. Yo le dije que no me interesaba hablar del fin del
mundo».
«Después
fui, le platiqué a mi esposa que me había hablado Pablo José, le dije a lo que
me invitó y que no me interesaba. Ella me dijo: “a mí sí me interesa”. Fuimos a
la conferencia del Apocalipsis y luego un matrimonio habló de unas apariciones
en Cleveland. Pensé: “terminó y ya cumplí”. Cenamos muy rico y mi esposa empezó
a decirme vamos, ¿por qué no vamos? Pero ir hasta allá para oír que se va a
acabar mundo, ¿qué sentido tiene? Bueno, al final otra vez, como dicen en
Estados Unidos “Happy Wife, Happy Life”, ¿no? Si está contenta la esposa, estás
contento tú», nos comentó Patrick.
Fuimos
a visitar el Santuario en Cleveland, tuve la oportunidad de conversar con una
de las videntes, rezaron por nosotros. Rezamos el Rosario «desde ahí conocí el
amor de Dios, a partir de ahí todo cambió y Él me ha ido guiando, dando sentido
a mi vida junto con todos los que amo».
Patrick
también habló de su especial amor a la Virgen con la que él y sus colaboradores
se han ido guiando para apoyar proyectos: «la Virgen fue la respuesta de Dios a
la caída del pecado original, donde Eva le cree a la serpiente e invita a Adán
a comer del fruto prohibido. Pero la Virgen nos redime y se le conoce como la
Nueva Eva. Es a través de la mujer que Dios nos restaura después de la caída,
nos levanta y de la manera más grande, haciéndose Hijo del Hombre, volviéndose
el Hijo de los hombres, habiendo sido y siendo nuestro Dios, nuestro Creador y
siendo nuestro Padre. ¿Cómo? Se hace pequeño y a través de la Santísima Virgen
que, en vez de buscar crecer, enaltecerse como lo hacemos nosotros, como lo
hicieron nuestros padres Adán y Eva, su respuesta es “he aquí la esclava del
Señor”. Se humilla. Ella yo digo es un “sí” sostenido. […] La Virgen es nuestra
unión plena con Dios, la unión plena porque es criatura de Dios, esposa del
Espíritu Santo, hija de Dios, Padre y Madre de Dios Hijo. ¡Qué cosa más grande
que ser la Madre de Dios! Yo creo que no hay cosa más grande», afirmó.
Se
le pidió al empresario si podía dar unos consejos a los jóvenes sobre cómo ser
un buen empresario sin dejar de lado a Dios, tenerlo presente en su vida, sin
solo centrarse en las cosas materiales. Patrick Slim respondió: «Mira, los
empresarios son -no lo niego- las cruces de mi parroquia, de mi fe, de mi
origen, de una familia, de un gran empresario y de grandes empresarios… de mi
abuelo diría yo, de mis abuelos y mi papá, por supuesto. Son una bendición: yo
lo veo como una bendición para la sociedad, modestia aparte, porque no hablo de
mí sino de ellos, que es lo que necesita la gente, sobre todo es la gente que
tiene muchas cosas y tiene necesidades muy básicas, pero mucha gente lo que
necesita es un trabajo».
Y
continúa: «La Madre Teresa de Calcuta que fue –por lo menos en nuestros
tiempos– uno de los iconos de la caridad, ella misma dijo: la caridad no es la
solución». Entonces, «lo que necesita la gente es trabajo, empleo, y es la
manera como la gente puede satisfacer sus necesidades y es una necesidad,
también se lo escuché a mi papá, el trabajo es una necesidad emocional, no solo
material, y creo que los empresarios cumplen con una misión extraordinaria de
crear empleos, satisfacer necesidades con servicios, con productos, pagar los
impuestos de lo que ellos ganan, reinvirtiendo sus ganancias es una fuente de
bendición, de riqueza que lo que tiene es lo que da posibilidad a repartir la
riqueza, porque la pobreza no se reparte. Ojalá no se repartiera. En cambio, la
riqueza, cuando a alguien le va bien, desvía los impuestos y mira también lo
que Dios pone en el corazón, la misión que ellos tienen vía fundaciones, pues
también hacen tanto o más bien que con las mismas empresas, no, pueden hacerlo,
y muchos lo hacen gracias a Dios».
Y
añade: «Realmente nuestra vida es corta, lo que dura en caer una hoja de un
árbol, somos creados para la eternidad y estamos muy poco tiempo aquí, quizá
100 años ahora cada vez podamos vivir más años, pero bueno, acabamos de pasar
una pandemia y es increíble, con todos los avances que hay en muchos sentidos,
no solo tecnológicos, incluso médicos, algo que ni siquiera podemos ver a
simple vista nos puso en jaque a todos». «Cuando podemos nos obliga a preguntarnos
¿por qué estamos aquí?, ¿para qué estamos aquí? Y la felicidad no está en los
bienes materiales, vemos gente exitosísima, gente llena de riquezas que no es
feliz», afirmó Patrick.
«Yo
gracias a Dios, a través de mi papá, de toda la gente que me rodea, por
supuesto, y la gente que ha alegrado mi vida y que la alegra (mi papá, mis
hermanos y hermanas, cuñados, cuñados, sobrinas, sobrinos, por supuesto mi
esposa amada, mis hijos), también a todos los amo, muchos amigos, todos
hermanos en la fe y a todos, te das cuenta que en lo material no está la
felicidad».
«Es
muy simple, suena muy simple, pero está claro, lo que es importante es el amor
y la esperanza, que sepan todos los jóvenes. Que tienen un padre, un papá en el
cielo, que los ve todos los días, saben lo que sienten, sufre y goza con ellos
y los ama infinita e incondicionalmente», declaró.
«Yo
quiero invitar a los jóvenes y pido a Dios que permita que todos los jóvenes de
México y todo el mundo puedan realizar ese amor suyo, infinito e incondicional
y que siempre tengan esperanza, que amen y se sientan amados, que puedan amar a
los demás, que perdonen, que disfruten mucho la vida. Es uno de los mayores
regalos que tenemos, que no se desanimen, no se decepcionen, tengan paciencia
ellos mismos y acudan a Dios, como decía un predicador africano que me gusta
mucho, dice, Dios, no es Dios, Dios es papá, luego se preguntarán y nos
preguntamos también es válido ¿porque tanto mal?, ¿porque tantas cosas feas
malas que vemos?, carencias de muchos tipos. Es una falta de Dios, el plan de
Dios no es amor a la muerte ni a la enfermedad, eso entra por el pecado
original, pero el plan de Dios es más grande y prevalece y saca cosas buenas de
las cosas malas. Tengan fe en él y hagan la prueba y verán que bueno es Dios.
Es muy bueno. También la Santísima Virgen, como buena madre, siempre pendiente
de nosotros, no tengan duda, ella y él están siempre pendiente de ustedes,
aunque a veces parece que no pero ahí están, más cerca de lo que pensamos
todos», señaló el empresario.
Publicado
por Zenit
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