Forjando Vivencias | Antonio Moreno Ruiz/VN
El Señor es generoso con nosotros
Evangelio: Lucas
16,1-8
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido”. El administrador se puso a echar sus cálculos: “¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto
debes a mi amo?” Este respondió: “Cien barriles de aceite”. Él le dijo: “Aquí
está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y
tú, ¿Cuánto debes?” Él contestó: “Cien fanegas de trigo”. Le dijo: “Aquí está
tu recibo, escribe ochenta”. Y el amo felicitó al administrador injusto por la
astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más
astutos con su gente que los hijos de la luz».
Comentario
En
el mundo rural es frecuente compartir con los vecinos el exceso de productos
del campo que la familia no puede consumir. Esa caja de higos que se iban a
echar a perder suele venir luego de vuelta en forma de tomates o huevos, cuando
es al vecino a quien le sobran. Se produce así un reparto equitativo de los
bienes de los que todos salen beneficiados. En la actual economía de mercado,
este intercambio es más complicado, porque los euros no se echan a perder, sino
que se guardan en el banco. El evangelio de hoy nos anima a compartir con los
pobres de forma generosa, porque Dios nos da más de lo que necesitamos. En el
cielo nos esperarán los preferidos del Señor para devolvernos el detalle.
Publicado
por Vida Nueva
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...