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Nuevos instrumentos de la Unión Europea contra la
deforestación
Los
eurodiputados y los Estados miembros de la UE han llegado a un acuerdo para
prohibir la importación a la UE de diversos productos -como cacao, café, soja y
otros - cuando contribuyan de algún modo a la deforestación. El acuerdo,
pendiente de aprobación definitiva, es un importante paso adelante, pero los
países productores también deben implicarse, como recomienda el abogado
medioambiental Luca Saltalamacchia.
Aceite
de palma, soja, café, cacao, ganado, madera y caucho, pero también derivados
como la carne de vacuno, los muebles, el chocolate y el papel: muchos productos
que contribuyen a la deforestación deben dejar de importarse y comercializarse
en la Unión Europea (UE). Es el acuerdo alcanzado por los representantes de los
órganos legislativos de la Unión, el Consejo y el Parlamento Europeo.
Un
compromiso prometedor
"La
protección del medio ambiente en todo el mundo, incluidos los bosques y selvas
tropicales, es un objetivo común para todos los países y la Unión Europea está
dispuesta a asumir sus responsabilidades", declaró en una nota Marian
Jurečka, Ministro checo de Medio Ambiente que dirigió las negociaciones del
Consejo.
Puede
representar un importante paso adelante, comenta el abogado medioambiental Luca
Saltalamacchia, quien deja claro que las empresas que comercien con una larga
lista de materias primas tendrán que demostrar mediante la diligencia debida la
regularidad de su cadena de suministro. Los productos comercializados en la UE
no deben haber contribuido a la deforestación ni a la degradación forestal en
ninguna parte del mundo después del 31 de diciembre de 2020.
Más
allá de la indicación de la Comisión
Los
productos inicialmente contemplados en el proyecto legislativo propuesto por la
Comisión Europea eran el ganado vacuno, el cacao, el café, el aceite de palma,
la soja y la madera, pero el texto especifica que se incluyen los productos que
contienen o se fabrican con estos productos (como el cuero, el chocolate y los
muebles), incluidos los piensos utilizados para alimentar al ganado vacuno.
Gracias a la presión de la Eurocámara, también se añadieron al texto el caucho,
el carbón, los productos de papel impreso y una serie de derivados del aceite
de palma. La Comisión también está estudiando la necesidad de obligar a las
entidades financieras de la UE a prestar servicios financieros a sus clientes
sólo si consideran que no existe un riesgo significativo de que dichos
servicios estén relacionados con operaciones de deforestación.
A
la espera de la formalización
El
acuerdo – subraya Saltalamacchia – tendrá que formalizarse con una votación en
ambas instituciones antes de que entre oficialmente en la legislación de la
UE". Será obligatorio que las empresas verifiquen y emitan una declaración
denominada de "diligencia debida" sobre el origen de sus mercancías
que garantice que no han dado lugar a deforestación o degradación forestal en
ninguna parte del mundo después del 31 de diciembre de 2020. Las empresas
también tendrán que verificar que se han respetado los derechos humanos, y
especialmente los derechos de los pueblos indígenas afectados.
Controles
y herramientas
Saltalamacchia
explica que, según el acuerdo, las autoridades competentes de la UE tendrán
acceso a la información pertinente facilitada por las empresas, como las
coordenadas de geolocalización, y realizarán controles. Podrán utilizar
herramientas de seguimiento por satélite y análisis de ADN para verificar el
origen de los productos. La Comisión clasificará los países y regiones de
riesgo. Y el porcentaje de controles a los operadores se realizará en función
del nivel de riesgo del país: un 9% para riesgo alto, un 3% para riesgo
estándar y un 1% para riesgo bajo. Se establecerán sanciones proporcionadas y
disuasorias en caso de incumplimiento, y el importe máximo de la multa se fija
en al menos el cuatro por ciento del volumen de negocios total anual del operador
en la UE.
La
necesaria participación de países involucrados
El
relator del texto por el Parlamento, el eurodiputado popular luxemburgués
Christophe Hansen, declaró que "no ha sido fácil, pero se ha logrado un
resultado ambicioso, de cara a la conferencia Cop15 sobre biodiversidad de
Montreal", que tendrá lugar del 7 al 19 de diciembre. Según Hansen,
"la medida garantiza la protección efectiva de los derechos de los pueblos
indígenas, aliados en la lucha contra la deforestación".
No
se trata sólo de efectos positivos que puedan registrarse más allá de las
fronteras europeas, sino que -advierte Saltalamacchia- hay que implicar a los
países productores de carne, pieles, etc.". Además", subraya,
"hay que entender que se trata de una verdadera cadena comercial en la que
hay que llegar hasta las referencias finales, de lo contrario puede haber
interferencias a nivel de intermediarios". Por último, el Señor
Saltalamacchia recomienda persuadir a determinados líderes políticos, por
ejemplo, de países latinoamericanos, que pueden ayudar a cambiar los mecanismos
de las cadenas de suministro que ahora son insostenibles para el ecosistema.
Publicado
por Vatican News
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