Para Vivir Mejor | Linda Bordoni/VN
Mujeres que alzan la voz por la paz
Darya,
Olga y Kateryna, tres mujeres comprometidas contra la violencia y la guerra.
Proceden de Rusia, Bielorrusia y Ucrania: están en Italia para llevar su
llamamiento común por la paz. El pasado miércoles asistieron a la audiencia
general del Papa. Tras el encuentro ofrecieron su testimonio ante los
micrófonos de Radio Vaticano - Vatican News.
Darya
es de Rusia, Olga de Bielorrusia y Kateryna de Ucrania. Están en Italia para
hacer oÃr la voz de millones de sus conciudadanos contra la guerra que sigue en
curso en Ucrania y la creciente militarización del mundo. Fueron invitadas por
el Movimiento Noviolento Italiano, que promueve la desmilitarización y las
acciones pacifistas.
Ante
los micrófonos de Radio Vaticano, tras asistir el miércoles por la mañana a la
audiencia general del Papa, las tres mujeres reiteraron su compromiso de
trabajar por la paz. Expresaron su gratitud y admiración por la incansable
condena de Francisco de la absurdidad de la guerra, por sus llamamientos a los
lÃderes mundiales a buscar negociaciones y operaciones para alcanzar la paz, y
por su cercanÃa espiritual y concreta a todos los que sufren.
Tantos
rusos están en contra de la guerra, pero no pueden decirlo
"Mi
objetivo", explicó Darya Berg, "es encontrar la manera de que el
pueblo ruso pueda existir sin tener las manos manchadas de sangre". Al
presentar el proyecto “Go by the forest”
(Ir por el bosque), Darya explicó que se trata de un programa de resistencia
civil no violenta destinado a "ayudar al pueblo ruso a rechazar esta
horrible guerra que Rusia ha iniciado en Ucrania".
Darya
tuvo que huir de su paÃs para poder perseguir sus ideales y su compromiso
pacifista: si se hubiera quedado en Rusia, dice, hoy estarÃa en la cárcel por
sus palabras y sus acciones: "Mucha gente en Rusia está en contra de la
guerra, pero no pueden decirlo en voz alta porque están amenazados por nuestro
gobierno y tienen miedo". Ella está aquÃ, añade, porque los representa a
todos y quiere decir a Europa y al mundo entero que "hay tantas personas
rusos que están en contra de la guerra, que no quieren matar a nadie y que
quieren la paz. Es importante escuchar las voces, incluso cuando son
silenciosas".
Darya explica que "Go by the
Forest", en Rusia, tiene un doble significado: significa "no nos
importa lo que pienses", y esto, continúa, es lo que le decimos al
gobierno de nuestro paÃs". Pero también es una invitación a 'ir por el
bosque', a buscar la manera de cruzar la frontera para escapar del servicio
militar obligatorio. Esto es lo que hacemos para ayudar a "esas personas
que no quieren matar a nadie, en esta guerra sangrienta", para ayudarles a
conocer sus derechos; los ayudamos proporcionándoles información de carácter
legal, apoyo psicológico y escondites en territorio ruso, además de ayudarles a
cruzar la frontera.
TodavÃa
está permitido salir del paÃs, dice Darya, aunque es muy difÃcil para las
personas que vienen, en particular, de pueblos o ciudades pequeñas y que no
tienen pasaporte y no han salido nunca de Rusia. Estas personas están
amenazadas "por el gobierno, por los militares, por el ejército, y no
saben lo que pueden y no pueden hacer": "Desde el comienzo de la
guerra y el inicio de la movilización en Rusia, hemos ayudado a 4.000 personas
a evitar la guerra".
Nuestra
casa
Olga
Karach, por su parte, dirige una organización bielorrusa llamada "Nuestra
Casa". Nos cuenta que actualmente se está llevando a cabo una campaña para
ayudar a los hombres del paÃs a evitar su alistamiento en el ejército
bielorruso y, por tanto, la guerra en Ucrania.
Olga
recuerda que esta misma semana el presidente bielorruso ha aprobado una ley por
la que se aprueba la pena de muerte para los desertores del ejército. Al igual
que Darya, Olga participa en una campaña para hacer oÃr la voz de esos hombres
"que no quieren alistarse, que no quieren tomar las armas y que, por
tanto, están marginados": "Tienen contra la ley y la opinión pública
y están sometidos a una gran presión por parte de muchos, muchos
sectores".
Olga afirma que, aunque la atención mediática
ha disminuido desde la revolución pacÃfica de 2020, en la que miles de
ciudadanos opositores a Lukashenko fueron encarcelados o exiliados, "sigue
habiendo mucho terror y muchas operaciones en nuestro paÃs". Hoy, subraya,
el pueblo bielorruso "necesita aún más solidaridad y apoyo porque
Lukashenko está soportando una presión increÃble de Vladimir Putin para que
envÃe soldados bielorrusos a Ucrania".
Ella
ahora está en Italia porque quiere "detener e impedir un segundo frente en
Ucrania por parte de Bielorrusia": "Creo que, como movimiento
pacifista y no violento, podemos hacerlo". "Necesitamos la atención
de Europa para la situación bielorrusa", insiste, "especialmente para
los hombres bielorrusos que intentan evitar alistarse en el ejército".
Paz
para Ucrania
Completa
el trÃo Kateryna Lanko, de Kiev, cuyo objetivo, nos dice, es "lograr la
paz para Ucrania, detener la guerra, construir un movimiento pacifista más
fuerte en Ucrania y apoyar a nuestros objetores de conciencia". El firme
llamamiento a la paz hecho por el Papa Francisco durante la audiencia general,
junto con sus palabras de que "todo lo que se construya sobre escombros
nunca podrá ser una verdadera victoria", le infundió mucho valor y le
reconfortó el corazón: "Creo que con la ayuda del Papa conseguiremos poner
fin a esta guerra".
La
fuerza de la unidad
Las
tres mujeres reafirman su compromiso común que nace, como ellas dicen, de
problemas comunes y de la convicción de que juntas pueden hacer mucho. Su viaje
a Italia tiene como objetivo recaudar fondos para su trabajo, pero, más que
eso, quieren hacerse oÃr. Olga recuerda con gratitud la solidaridad mostrada
por muchos italianos hacia los niños bielorrusos de Chernóbil que quedaron
huérfanos o afectados de alguna otra manera por la catástrofe nuclear de 1986.
También espera que Europa se haga eco de la noticia de que Lukashenko está
organizando centros de entrenamiento militar para niños a partir de seis años,
"para enseñarles a disparar, a utilizar equipo militar", para que en
última instancia estén preparados como niños-soldado.
"Las
tres necesitamos de su ayuda", dice Darya, "pero sobre todo
necesitamos que se nos escuche. Creo que juntos podemos acabar con la guerra y
esto es muy importante para nuestros paÃses, para poder salvar tantas vidas
como sea posible". "Estamos aquà para decir que hay gente que no
quiere combatir, que no quiere acabar con las armas en las manos, que no quiere
matar ni ser asesinadas". Y concluye: "Mi objetivo es encontrar la
manera de que los rusos vivan sin tener las manos manchadas de sangre".
Publicado
por Vatican News
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