Reflexión | Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio/LD
Corazón de Dios
Cuando
hablamos del corazón de Dios nos estamos refiriendo a su amor, a ese amor
inmenso e infinito que lo define en su esencia. El amor de Dios permanece
siempre, es eterno. Él nos ama porque sí, su amor es un misterio, y de ese
misterio participamos nosotros en nuestra capacidad de recibir y dar amor.
Es
ese amor del corazón de Dios el que lo lleva a entregarse por nosotros, y la
cruz, el Viernes Santo, veremos a este corazón traspasado de amor. Es este
corazón el que hace que Dios se muestre cercano a nosotros día a día, haciendo
que la misericordia sea el modo por excelencia que Él tiene para entablar
relaciones con nosotros. Ustedes y yo estamos llamados a emular este amor,
siendo también corazón de Dios que late en el mundo procurando la vida y el
bienestar de los demás.
Publicado
por Listín Diario
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...