Evangelización | Carlos Pérez Laporta
La cruz
Martes de la 5ª
semana de Cuaresma / Juan 8, 21-30
Evangelio: Juan 8, 21-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro
pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros». Y los judÃos comentaban:
«¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: “Donde
yo voy no podéis venir vosotros”?». Y él les dijo:
«Vosotros sois de aquà abajo, yo soy de allá
arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he
dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que «Yo soy»,
moriréis por vuestros pecados». Ellos le decÃan:
«¿Quién eres tú?». Jesús les contestó:
«Lo que os estoy diciendo. desde el principio.
PodrÃa decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me ha enviado es
veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él». Ellos no
comprendieron que les hablaba del Padre.
Y entonces dijo Jesús:
«Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre,
sabréis que “Yo soy”, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el
Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo;
porque yo hago siempre lo que le agrada». Cuando les exponÃa esto, muchos
creyeron en él.
Comentario
Nosotros, por extraño que parezca, nos hemos
acostumbrado a la cruz. Es bueno que la cruz forme parte de nuestra cultura, y
que su simbolismo garantice la referencia a Dios. Pero no debemos dejar de
pasar por alto el riesgo de su normalización: es un hombre muriendo abandonado
en un madero. Como mÃnimo deberÃa impactarnos la ostentación de tanto dolor. Y
lo inmediato serÃa que nos obligase a bajar la vista.
Sin embargo, Jesús dice todo lo contrario, que
mirando la cruz es como veremos a Dios: «Cuando levantéis en alto al Hijo del
hombre, sabréis que “Yo soy”, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo
como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado
solo; porque yo hago siempre lo que le agrada». ¿Cómo podemos en la cruz ver a
Dios, al que es? ¿Cómo podemos en la imagen de la muerte de Jesús ver la imagen
de Dios?
DecÃa OrÃgenes que «la bondad de Cristo apareció
más grande y más divina y verdaderamente en concordancia con la Imagen del
Padre, cuando él se humilló llegando a ser obediente hasta la muerte y la
muerte de cruz (Flp 2, 8), que si él se hubiera guardado celosamente como botÃn
el ser igual a Dios (Flp 2, 6) y hubiera rechazado el llegar a ser esclavo para
la salvación del mundo».
En la cruz aparece visiblemente para nosotros la
imagen de Dios, porque aparece con claridad el amor que Dios nos tiene, que ha
muerto por nosotros. Solo en la cruz le buscamos y lo encontramos, y vamos
donde Él va, y no morimos en nuestros pecados.
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