• Noticias

    lunes, 17 de abril de 2023

    La Misión


    Reflexión | Miguel Ángel Munárriz/FA

     


    La Misión

     

    Jn 20, 19-31

    «Recibid el Espíritu Santo»


    Tras la lectura de los relatos de la Pasión —eminentemente históricos— corremos el riesgo de pensar que los textos de la Resurrección siguen narrando los sucesos de aquel fin de semana; y no es así. El único suceso que podemos considerar histórico es la increíble transformación de los discípulos de Jesús, que pasaron de estar con las puertas atrancadas por miedo a los judíos, a jugarse la vida, y en muchos casos perderla, para dar testimonio de su fe en el crucificado.


    ¿Pero cuál fue la experiencia que provocó ese cambio? … El evangelio la expresa como apariciones del resucitado, pero sospechamos que el peso de lo simbólico y teológico apenas nos deja adivinar los sucesos que tuvieron lugar. Nos gusta suponer (quizá basados en los relatos evangélicos) que los discípulos creyeron de repente fulminados por una gracia espectacular. Así lo narra Juan en el texto de hoy: «Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo”», pero en Jesús hemos visto que éste no es el estilo de Abbá; que su forma de actuar en el mundo se parece más a la de la semilla o la levadura.


    La muerte de Jesús supuso un golpe mortal para la fe de sus seguidores, y todo indica que tras ella estaban en proceso de disolución. Lucas expresa esta idea con el pasaje de los dos discípulos de Emaús volviendo desmoralizados a su casa. Juan nos dice que Pedro, los Zebedeos y otros discípulos, había vuelto a Galilea y retomado sus ocupaciones…


    Probablemente fue en este contexto de dispersión y desánimo cuando actuó en ellos el Espíritu; sin alardes, desde dentro, despacio, en silencio; como la semilla, como la levadura… Porque sólo la fuerza del Espíritu hace comprensible que recuperasen la fe contra toda evidencia; o, mejor dicho, que naciesen a otra fe, porque la anterior estaba muerta, enterrada con el cuerpo de Jesús en el sepulcro y sellada con la losa.


    Y desde esta perspectiva, podemos aventurar que los relatos de la Resurrección son en realidad una profesión de fe en “Jesús Señor”, y solo seremos fieles a los textos leyéndolos así. Pero la curiosidad nos tienta y nos plantea preguntas: ¿Cuánto tiempo pasó hasta que los testigos manifestasen su fe? ¿semanas? ¿meses?... No lo sabemos ni nos importa, porque lo importante es que aquellos hombres, acobardados tras su muerte, se presentaron de nuevo en el Templo afirmando, y empeñando su vida en ello, que lo habían visto vivo después de su muerte y que habían recibido de él una misión: «Como el Padre me envió, así os envío yo a vosotros».


    Excelente definición de la Iglesia: enviados por Jesús, con su misma misión. Ruiz de Galarreta invitaba a leer también en términos de misión esta otra frase del texto de hoy: «Lo que atéis quedará atado, y lo que desatéis quedará desatado» ... Es decir, “Si perdonáis y compadecéis habrá perdón y compasión en el mundo, y si no lo hacéis no los habrá” … mucho más profunda que la meramente jurídica o fundacional


    Es el compromiso con la misión lo que da sentido a la vida del cristiano, y lo hace hasta el punto de que lo demás solo es importante en la medida que ayude a la misión.


    Publicado por Feadulta.com


    No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...

    Para Vivir Mejor


    Entradas Recientes



    La Familia


    Amigo del Hogar | Revista

    Orientada esencialmente a la familia desde una visión humano-cristiana, la Revista Amigo del Hogar nace en el año 1942, como obra evangelizadora de los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC).

    ¿Quiénes Somos?

    Somos una comunidad religiosa fundada por el P. Julio Chevalier en el año 1854, en Issoudun, Francia. El proyecto al que buscamos ser fieles es, desde el Corazón misericordioso de Jesús, anunciar el amor de Dios al mundo.

    Temas de Salud


    Entradas populares