La Iglesia Hoy | Rafael Manuel Tovar/Z
Nicaragua: espionaje y palizas contra sacerdotes católicos
La
vigilancia a los sacerdotes durante los servicios de la iglesia por la policía
o miembros civiles de los consejos comunitarios, patrocinados por el Gobierno,
han aumentado desde Semana Santa 2023. Algunos expresan que sus llamadas
telefónicas son posiblemente escuchadas, pero no disponen de pruebas para
asegurarlo.
La Policía interroga a los
vecinos sobre las actividades que una congregación religiosa hace en el barrio
cerca de Managua, cuyos nombres omitimos para garantizar su seguridad. «Las
preguntas que hacen siempre son: ¿Qué actividades han hecho? ¿Ustedes saben de
qué hablan? ¿A ustedes les han invitado? ¿Cuánto tiempo duran las actividades?
¿De dónde son las personas que entran aquí? ¿Son del barrio? ¿Son de afuera?
¿Vienen en carro, en moto o a pie?».
La
misma congregación de religiosos católicos reunió a sus miembros en Managua
para decidir su futuro en el país. Decidieron que todos los extranjeros debían
dejar Nicaragua y permanecerán solo los nicaragüenses dispuestos, «número uno,
a vivir prudentemente y, dos, a afrontar la cárcel».
Durante
la entrevista, dos patrullas de policías vigilaban la casa. Tomaron fotos e
hicieron videos. Igual han hecho en la parroquia donde el Sacerdote celebra
misa. «El nivel de control y de vigilancia que tienen es cada vez más intenso.
Desde el 2018, nosotros no habíamos recibido ninguna visita de la policía, ni a
la parroquia que nosotros tenemos. Y, desde el 2021 para acá, yo le tengo que
decir que es cada vez más frecuente las dos camionetas de la policía parqueadas
afuera, tanto de la parroquia como de nuestra casa».
Otro
sacerdote católico de una iglesia cercana a Managua recibió la visita de dos
policías, los cuales reprodujeron una grabación de una homilía, avisando que
«este tipo de cosas son peligrosas». Y comentó: «Tratamos de explicar que esto
es solo una oración normal, nada que ver con la política. Ya tienen pruebas
contra nosotros que ellos pueden manipular a su antojo».
«El
año pasado, en agosto, ellos pidieron entrar a la casa sin ningún tipo de
orden, sin nada. Simplemente tocaron la puerta y preguntaron si podían pasar.
Vinieron seis policías de los que están vestidos de negro y entraron a la casa.
Funcionó exactamente igual a un allanamiento, pero no era un allanamiento
porque no había ninguna orden. Nosotros les atendimos muy amablemente porque no
estábamos en posición de reclamar absolutamente nada». Una visita similar
sucedió simultáneamente en varias congregaciones y residencias de religiosos.
En
otra parroquia de la región de Managua, las patrullas cortaron la energía
eléctrica de la iglesia y de la casa cural. Además, revisaron la computadora y
el teléfono celular del sacerdote. Los policías justificaron la acción porque
«estaban recibiendo información de que el sacerdote estaba haciendo algunas
actividades que podían poner en peligro a los vecinos y que algunos se sentían
atemorizados por algunas de las actividades».
Los
sacerdotes refieren el acoso fuerte por la policía y por los informantes
civiles contra los representantes de la iglesia. Han llegado a dar palizas,
arrestos y expulsiones de clérigos y religiosas, además de las incautaciones de
propiedades. Cuando la agencia Reuters presentó algunas preguntas al Ministerio
de Relaciones Exteriores de Nicaragua sobre estos hechos, no recibió
respuestas.
Un
diplomático con sede en Managua, que informó bajo condición de anonimato,
manifestó que, además de su preocupación por la represión que posiblemente
continuará, ha escuchado testimonios creíbles sobre el aumento de las expulsiones
de órdenes religiosas y del espionaje por los policías al clero.
El
párroco a quien la policía advirtió sobre sus actividades refirió que algunos
informantes graban las misas en videos o audios. Esta labor de espionaje del
régimen busca criminalizar el ejercicio religioso, manipulando las pruebas.
«Hay
personas que nos dicen: “Padre, me mandaron a tomar fotos y a compartir lo que
usted está diciendo dentro de la misa. Perdóneme, yo realmente no quiero hacer
esto, pero ellos me están mandando”. Y nosotros les decimos: “Muchas gracias
por avisarnos. Muchas gracias, por decirlo. Usted haga lo que le han pedido,
nosotros vamos a tener los cuidados necesarios”».
«Fuera
de nuestros templos, nosotros no tenemos ningún tipo de seguridad de que
podemos profesar nuestra fe de ninguna manera. Es algo que ha cambiado mucho,
porque antes nosotros teníamos toda la libertad de hacer procesiones, de estar
fuera del templo, de visitar enfermos y de llevar bolsas de comida. Nada de eso
se nos está permitido en este momento». El sacerdote explicó que organizó un
paseo con jóvenes de la comunidad y no se pudo realizar porque la jefatura de
Tránsito de la Policía negó el permiso al bus «porque era una actividad de la
iglesia».
Martha
Patricia Molina, investigadora y abogada nicaragüense exiliada en Texas,
Estados Unidos, informa que cuatro sacerdotes han sido expulsados, otros seis
han huido del país y a dos se les ha negado el reingreso a Nicaragua en lo que
va del año. Recordó al grupo de monjas brasileñas de la diócesis de León que
fue obligado a abandonar el país en junio.
La
vigilancia a los sacerdotes durante los servicios de la iglesia por la policía
o miembros civiles de los consejos comunitarios, patrocinados por el Gobierno,
han aumentado desde Semana Santa. Algunos expresan que sus llamadas telefónicas
son posiblemente escuchadas, pero no disponen de pruebas para asegurarlo.
Un
sacerdote que reside fuera de Nicaragua declaró que «mi mamá me comentó ayer
que la policía llegó a la zona de mi casa. Les obligaron a todos a entregar sus
números de teléfonos: entonces es una cuestión a voces también que los
teléfonos de muchas personas están intervenidos».
Las
acciones de Ortega contra la iglesia comenzaron hace cinco años, después que
los líderes católicos no apoyaran al Gobierno Sandinista ante las protestas
masivas contra los recortes de presupuesto a la pensión por vejez. 356 civiles
murieron en las protestas según la comisión de derechos humanos de la
Organización de Estados Americanos.
Publicado
por Zenit
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