Jóvenes | Roberta Barbi
El Papa Francisco a los jóvenes: Nunca pierdan
la conexión con Jesús
Publicado hoy, 22 de enero, por el diario La Stampa el
texto íntegro de la carta del Pontífice a los chicos y chicas "La
contraseña de la alegría", en la que presenta una nueva versión de
"Youcat", el catecismo de la Iglesia católica pensado para las nuevas
generaciones. El Papa recomienda preguntarse con la pregunta de San Alberto
Hurtado: "¿Qué haría Cristo en mi lugar?".
"El amor es la razón primera de la existencia de
la Iglesia". Así comienza el Papa Francisco en la carta La contraseña de
la alegría publicada hoy por el diario La Stampa y dirigida a los jóvenes de
todo el mundo para presentar Youcat, el Catecismo de la Iglesia católica
pensado para las nuevas generaciones. El Pontífice aclara que el amor del que
habla es el que Dios Padre alimenta por cada ser humano y que reveló al mundo a
través de Jesús, pero hay también otra forma de amor de la que quiere hablar:
el que nosotros, como creyentes, alimentamos hacia Jesús: "Él es el centro
de nuestro corazón. ¿Cómo, en efecto, no sentir sentimientos de verdadero
afecto hacia Aquel que nos ha hecho partícipes de un amor, el del Padre, del
que es imposible imaginar uno más grande?", escribe el Papa. "El
creyente es, por tanto, siempre un enamorado de Jesús. Así comprendemos la
razón por la que la forma propia del hacerse cristianos es la del
"encuentro".
Ser cristiano:
encontrar a Jesús y enamorarse de Él
Este es el corazón de la vida cristiana, según
Francisco: el encuentro con Cristo y el enamoramiento de Cristo:
"Nosotros, que ya somos adultos en la fe, no podemos dejar de hablar de
Jesús -escribe a continuación-, no podemos dejar de presentarlo y no comprometernos
a darlo a conocer a quienes aún no han tenido la oportunidad". Un
encuentro, por tanto, que debe proponerse a los jóvenes también a través del
catecismo: "Esta es la dulce alegría de la evangelización -explica el
Papa-, la alegría de llevar al mundo entero el propio amor a Jesús".
"Pues bien, este hermoso libro que ahora tienen en sus manos nace
precisamente de un amor así; el amor a Jesús que los creyentes llevamos
dentro", especificó Francisco.
Y hablando de la nueva versión del Catecismo, invitó
"a leer este libro con confianza. Es más, me atrevo a decir: amen este
libro, porque es fruto del amor".
"Youcat",
un libro que habla de todos nosotros
Francisco recuerda también las palabras que Benedicto
XVI escribió en el prefacio de la primera edición del Youcat: "Este libro
es apremiante porque nos habla de nuestro propio destino y, por tanto, nos
concierne a cada uno de nosotros de cerca -escribió-. Por eso les ruego:
¡estudien el catecismo con pasión y perseverancia! Estúdienlo en el silencio de
su habitación, léanlo en dos, si son amigos, formen grupos y redes de estudio,
intercambien ideas en internet. ¡Permanezcan en diálogo sobre su fe!". Una
invitación que Francisco hace suya, recordando que todos necesitamos a Jesús:
"No pierdan nunca la conexión con Él -continúa-, no sea que perdamos la
conexión con nuestra historia personal y con la historia de toda la
humanidad".
Francisco continúa su carta a los jóvenes desvelando
el secreto para no perder nunca la conexión con Jesús, un secreto que ya desveló
san Alberto Hurtado, un santo originario de Chile que en cada situación, ante
una decisión que tomar o una elección que hacer, siempre se preguntaba qué
haría Jesús en su lugar, en la escuela, en la calle, en la universidad o en el
trabajo: "He aquí la contraseña para una vida verdaderamente viva y
gozosa", dice el Papa, "mirar y juzgar lo que nos sucede y las
decisiones que estamos llamados a tomar con los mismos ojos, con los mismos
sentimientos, con la misma postura que encarnó Jesús".
Trasladar las
actitudes de Jesús a la mente y al corazón
Para lograrlo, Francisco recomienda no sólo el estudio
asiduo del Catecismo, sino también la lectura frecuente de las páginas del
Evangelio y la práctica diaria de la oración, elementos todos ellos que ayudan
a "transferir" a la mente y al corazón las actitudes de Jesús,
"haciéndonos cada vez más capaces no sólo de responder a la pregunta '¿Qué
haría Cristo en mi lugar?', sino de decidir actuar según esa respuesta",
precisa el Pontífice, que desea a los jóvenes esta novedad de vida, esta
plenitud de vida: "No lo olviden nunca: Cristo vive. Él es nuestra
esperanza y la juventud más hermosa de este mundo", concluyó Francisco,
citando un pasaje de la exhortación apostólica Christus vivit: "Todo lo que
Él toca se hace joven, se hace nuevo, se llena de vida".
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