Actualidad | Emilio Sortino
Ciberseguridad: La ONU
aprueba un tratado internacional sobre delitos digitales
Tras tres años
de trabajo, el comité intergubernamental ha aprobado la convención de la ONU.
Experto Sambucci: "Un paso adelante en la lucha contra la
ciberdelincuencia, pero que no sea un pretexto para la opresión y el
control". Grave deficiencia no mencionar la inteligencia artificial".
Después de
tres años de trabajo, los Estados miembros de la ONU han aprobado el primer
texto destinado a combatir la ciberdelincuencia. El comité intergubernamental
aprobó la convención de la ONU el 9 de agosto; ahora sólo falta someter el
documento a la Asamblea General para su adopción formal. Las grandes
tecnológicas, las ONG y los defensores de los derechos humanos claman por una
nueva vigilancia mundial. Luca Sambucci, experto en seguridad informática y
director de Notizie.ai, cuestionado por los medios vaticanos, cree en cambio
que se trata de "un paso adelante en la lucha contra la
ciberdelincuencia" pero, recomienda, "no debe convertirse en un
pretexto para la opresión y el control". Al tiempo que lamenta como
"una grave carencia" el hecho de que "la inteligencia artificial
ni siquiera se mencione" en el tratado.
Ponerle freno
En estos años
pioneros de la revolución informática, el mundo veloz, global e interconectado
no ha dejado de avanzar, prosiguiendo la carrera despreocupado de las
implicaciones que provoca su desarrollo. Ahora, sin embargo, la comunidad
internacional ha decidido frenar el Ãmpetu de esta nueva realidad escurridiza y
polimorfa, en la que basta un ordenador y una conexión a la red para poner de
rodillas a comunidades enteras. La necesidad de regular ha adquirido el valor
de un desafÃo ontológico contra la anarquÃa digital y los riesgos de esa
dimensión subterránea que llamamos Internet. De ahà la importancia de la
Convención de la ONU sobre la Ciberdelincuencia, subraya Sambucci: "El
tratado ha desarrollado un marco jurÃdico internacional. Por fin se han creado
modelos de cooperación e intercambio de información entre Estados para
garantizar una comunicación rápida y eficaz. Se ha tomado conciencia de que los
ciberdelitos casi siempre trascienden las fronteras nacionales".
CrÃticas a la Convención
Como ya se ha
dicho, el documento ha sido objeto de duras crÃticas desde el principio de su
redacción. Las asociaciones que trabajan en favor de la protección de los
derechos humanos han destacado el peligro de un texto que confÃa directamente
los delitos informáticos a las legislaciones nacionales; pretenden demostrar
que el sistema creado puede eludirse fácilmente o interpretarse para reprimir
la disidencia. El riesgo de legitimar la intromisión de los regÃmenes modernos
es más grave que nunca: "Hay definiciones demasiado amplias en el
tratado", explica Sambucci, "el peligro de que puedan servir de
pretexto es evidente: muchos Estados han querido implementar el número de
delitos bajo epÃgrafes como "terrorismo" que se prestan a aumentar el
número de violaciones explÃcitas de la intimidad. Esto es preocupante".
El extraño caso de las "grandes
tecnológicas": el reto de las redes sociales
HabÃa un
invitado inusual en el grupo de crÃticos de la Convención: las grandes empresas
de TI. Estas corporaciones controlan esos medios sociales que se han convertido
en parte indispensable de la vida contemporánea y son ellas las que han puesto
el grito en el cielo por un "nuevo sistema de vigilancia global". A
pesar de ello, según Sambucci, el tratado no afectará a la administración de lo
social. "Cambiar la forma en que se gestiona lo social serÃa un paso más
hacia la seguridad digital. Las grandes tecnológicas tienen su mayor baza en el
control de los algoritmos: una gestión de la que intentan alejarse. Sea como
fuere, para que hubiera un cambio en este campo habrÃa que negociar con los
grupos en cuestión. Intentar legislar sobre las redes sociales sin implicar a
las empresas que las controlan es como "hacer cuentas sin el
posadero".
La ausencia de Inteligencia Artificial
A la luz de
los últimos avances en el mundo digital, sorprende no ver mencionada ni una
sola vez la Inteligencia Artificial, ahora en el centro del debate ético y
económico mundial. Lo cierto es que este proyecto de la ONU no ha tenido tiempo
de adaptarse a las constantes innovaciones en el campo cibernético, a pesar de
que no fue creado hasta 2019. Las consecuencias, sin embargo, podrÃan ser más
problemáticas de lo esperado, explica el director de Notizie.ai:' En el texto
de la Convención se menciona el intercambio de imágenes sexuales de forma no
consentida, pero no se tiene en cuenta el fenómeno de las deep fakes.
Hipotéticamente, a través de la falsificación profunda podrÃa crear un cuerpo
desnudo con inteligencia artificial y luego añadir la cara de la persona a la
que quiero golpear. Si nos atenemos estrictamente al texto, esto no serÃa un
delito encubierto, ya que no se muestra el cuerpo real de la vÃctima.
Paradójicamente, en algunos aspectos el documento ya está desfasado respecto a
la realidad que vivimos,incluso antes de su adopción oficial".
Un paso hacia un futuro más seguro
A pesar de
todas sus contradicciones, la Convención de la ONU representa un pequeño gran
paso hacia el futuro. Un futuro en el que quizá podamos vivir en armonÃa con el
mundo digital. "Lo que espero es que la cooperación entre Estados pueda
contribuir en gran medida a mitigar problemas tan graves como
desconocidos", concluye Luca Sambucci, "como los ataques de piratas
informáticos a pequeñas y medianas empresas, o la extorsión de dinero mediante
estafas en lÃnea. Si se pudieran agilizar los procedimientos internacionales,
si los bancos a los que llega el dinero pudieran bloquearlo antes de que acabe
en manos de delincuentes, entonces podrÃamos deshacer este tipo de delitos que
afectan a la población. Espero que este tratado pueda
resolverlos aunque sea parcialmente".
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