Fe y Vida | José Calderero de Aldecoa
16 de septiembre: san Cornelio, el
Papa que perdonó a los apóstatas de la fe
El vigesimoprimer Papa fue partidario de readmitir en
la Iglesia a los lapsi, cristianos que habían
renunciado a la fe por temor a la persecución. «Los primeros mártires eran
rigurosos con ellos y magnánimos con los demás»
Su nombre está incluido en el conocidísimo canon
romano. Lino, Cleto, Clemente, Sixto, Cornelio, Cipriano, Lorenzo, Crisógono…
Hablamos de Cornelio, el Papa
número 21 de la Iglesia católica, cuyo pontificado se puede resumir en una
sola palabra: misericordia. A pesar de que se le representa con un cuerno —el
motivo se encuentra en su nombre, que significa hombre
del cuerno—, Cornelio se caracterizó más por su disposición para el
perdón y la disculpa que para la guerra y la disputa. Fue intransigente, sin
embargo, con la herejía y llegó a excomulgar a Novaciano.
Cornelio nació en el año 180 en Roma. Junto a
Novaciano, era sacerdote en la ciudad y ambos se dedicaban a la predicación de
la Palabra de Dios, a bautizar a los que se convertían, a alentar frente al
pecado y a reconfortar a los cristianos en tiempos de persecución religiosa. Y
no les sobraba el tiempo. Por aquel entonces, el emperador Decio desató un
cruento hostigamiento contra los católicos. Muchos entregaron su sangre por la
fe, pero hubo otros tantos que no tuvieron el arrojo para hacerlo y decidieron
apostatar.
Estos últimos eran conocidos como lapsi y provocaron un cisma. Una vez pasado el
momento de peligro, los lapsi querían
volver la Iglesia. Paralelamente, el Papa Esteban había sido martirizado
mientras celebraba Misa en las catacumbas y, tras 16 meses sin poder nombrar un
nuevo Pontífice, por fin Cornelio fue consagrado como obispo de Roma. Ya como
Santo Padre, Cornelio se mostró partidario del perdón, la compasión y de
readmitir en la Iglesia a los que la habían traicionado. Novaciano, por su
parte, abanderó a los puros y rigoristas que se mostraban en contra de admitir
a los lapsi.
Novaciano incluso llegó a dar un paso más y se
consagró como obispo de Roma. Cornelio tuvo que condenar y excomulgar a su
antiguo compañero. Más tarde, el Papa dio su vida por Cristo. El emperador
Treboniano lo desterró a Civitavecchia y lo acusó de ofender a los dioses
romanos y provocar la peste que afectó a Roma. Fue martirizado en el año 253 y
su fiesta se celebra el 16 de septiembre. Su final es un guiño a todos esos
mártires a los que Novaciano creyó que Cornelio deshonraba por abrir las
fuentes de la misericordia a los pecadores.
¿La misericordia tiene límites?
Esa misma tarea la tiene en la actualidad el sacerdote
Ángel Moreno, designado en 2016 por el Papa Francisco como Misionero de la
Misericordia, quien defiende que «la misericordia no tiene límites». El también
capellán del monasterio de Buenafuente del Sistal, en Guadalajara, utiliza el
Evangelio para justificar sus palabras. En concreto, acude al pasaje del
paralítico de Cafarnaúm. «Sus amigos lo descolgaron por el techo y Jesús le
perdonó sus pecados. Pero entonces la gente empezó a murmurar: “¿Quién es este
que hasta los pecados perdona?”. ¿Y qué respondió el Maestro? “Para que veáis
que el Hijo del hombre tiene potestad para perdonar los pecados, levántate y
anda”. La gente se quedó admirada». Pues ese mismo poder «se lo ha dado a la
Iglesia».
Y no tiene límites. Cornelio lo aplicó a los lapsi y Francisco lo extendió a toda la humanidad.
«En el encuentro que tuvimos este año los misioneros con el Papa, el Santo
Padre nos dijo: “Misioneros, tenéis la misión de perdonar siempre y todo,
siempre y todo”. Era una especie de apotegma. “¿Pero si alguien reincide?”, le
decíamos. “Siempre y todo”, contestaba. “Pero, ¿y el código, la moral…?”.
“Siempre y todo”», recuerda el sacerdote alcarreño.
Algo parecido hacían Cornelio y los primeros mártires.
Según Moreno, «la medida que se aplicaban a ellos no era la medida que
aplicaban a los demás. Con ellos mismos eran rigurosos y con los demás eran
magnánimos». Es la misma actitud de Jesús, que «sale en defensa de la adúltera
y le dice: “¿Alguien te ha condenado? No, Señor. Yo tampoco te condeno, pero
anda y no peques más”», destaca el misionero.
Por último, el capellán del monasterio de Buenafuente
del Sistal habla de la confesión. Aunque «es posible que haya una práctica
menor en los últimos años» de este sacramento, «es el modo histórico para que
una persona sepa que no se ha autojustificado, sino que humildemente ha
solicitado la mediación que Jesucristo ha querido para el perdón», concluye el
sacerdote.
Bio
- Nació en el año 180 en Roma
- Fue el vigesimoprimer Papa de la
Iglesia. Su pontificado tuvo lugar entre 251 y 253
- Excomulgó a Novaciano en el año
251
- Fue martirizado por el emperador
Treboniano el 14 de septiembre del 253
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