Educación | Leandro Martínez
La
Navidad: Un corazón abierto a la
esperanza
En el planeta tierra existen muy pocos
países tan alegres como la República Dominicana, la razón de esto radica, fundamentalmente,
en el hecho de ser los dueños de dos contagiosos y sabrosos ritmos, la bachata
y el merengue (clásico y típico). Usted, acaso, ha visto un bailador de esta
música sin mover su cintura o todo su cuerpo y con el rostro lleno de amargura
o tristeza, imposible. Estos hechos no necesitan más explicaciones ni
argumentaciones.
Las ideas anteriores nos sirven de
pauta para dar inicio a esta breve reflexión y de inmediato paso a referirme a
la Navidad como un acontecimiento habitualmente dedicado, por muchas personas, a
la borrachera y la parranda, aunque, no compartimos esa manera del festejo
navideño, respetamos la decisión personal de cada quien.
Sin embargo, otra parte de la población
conserva la tradición cristiana que consiste en la celebración del Nacimiento
del Niño Dios en un ambiente caracterizado por la armonía familiar, el
compartir sanamente y donde las personas se reúnen para disfrutar de la cena,
las frutas de la época, la música, el baile, algunas bebidas, pero sin excesos,
porque más bien se acoge el mensaje navideño de amor, paz y alegría.
En consecuencia, celebrar la Natividad
del Señor con espíritu cristiano significa entrar en un momento de renacer a
una vida nueva, de asistir al encuentro con el Enmanuel que nos trae gozo, paz
y esperanza a nuestra humanidad destrozada por las guerras, el egoísmo, las
injusticias, el hambre y la miseria.
Los dones y las gracias recibidas en
este tiempo deben fructificar en obras de bien para la mayoría de los
marginados de nuestra sociedad y deben traer consigo, las transformaciones y
los ajustes para el próximo año.
Los párrafos anteriores sintetizan
nuestras inquietudes y aspiraciones, las cuales giran en torno a la temática
escolar y en ese sentido centraremos la atención en la necesidad de realizar
una profunda revisión de nuestras prácticas con el objetivo de visualizar los
retos y las perspectivas de cara al nuevo año que se aproxima.
Propicia es la ocasión de proceder a
una seria introspección respecto a la labor docente, con la visión puesta en
una escuela abierta al cambio, a la acogida de propuestas y proyectos
novedosos, lógicamente para alcanzar estas metas, reiteramos, se requiere del
sometimiento a un serio cuestionamiento del desempeño del docente en el aula de
clases.
En ese orden, quiero invitar a los
docentes y los estudiantes de los diferentes centros escolares de nuestro país,
a fin de que aprovechen este corto periodo de receso de las labores educativas
de diciembre para que dediquen algunas horas al análisis crítico del trabajo
realizado en el aula durante los primeros meses de clases.
Fundamentalmente, este mensaje va
dirigido a los profesores comprometidos con los esfuerzos en favor de una
educación de calidad, cuyo propósito se sustenta en la edificación de un país
sobre los cimientos de la justicia, el bienestar común, el respeto a la vida
humana y a la naturaleza.
Nuestras recomendaciones a los
distinguidos profesores son las siguientes:
1) Evaluación crítica de los resultados de
estos primeros meses de docencia, para eso proponemos las siguientes preguntas:
a) ¿Cuáles contenidos resultan pertinentes
o necesitan ser actualizados y profundizados?
b) Señalar los aprendizajes significativos
que se produjeron en el proceso. ¿Qué impacto tienen para el desarrollo
socio-pedagógico del educando?
c) ¿Qué metodología resultó inapropiada y
por eso no facilitó el logro de los objetivos y resultados? ¿Cuáles deberían
implementarse?
d) ¿Qué recursos pedagógicos necesitamos
para dinamizar nuestras clases?
e) Qué estrategias resultan pertinentes
para lograr una convivencia respetuosa y armónica dentro del aula?
f) ¿Cuáles fueron los aportes significativos de los equipos tecnológicos disponibles en la escuela (teléfonos celulares, tablets, computadoras, etc)?
Finalmente, algunas sugerencias
puntuales:
1) Readecuar contenidos, objetivos, recursos y estrategias metodológicas con el propósito de lograr resultados que potencien el fortalecimiento y enriquecimiento del proceso educativo.
2) Orientar a
los alumnos para que realicen su propia evaluación crítica del proceso vivido.
El profesor junto con los alumnos, redactarán las preguntas sobre los aspectos
a evaluar. Luego los resultados deberán ser socializados en el aula, además
deberán incluirse las recomendaciones necesarias para resolver los problemas
identificados.
En esta parte se debe incluir elementos
tales como: innovación, aprendizajes significativos, contenido, creatividad,
disciplina, etc.
3) Finalmente
diseñar una bitácora para la recuperación de las experiencias más relevantes
del periodo escolar concluido en esta etapa y reflexionar críticamente en torno
al mismo.
Estas inquietudes buscan animar a los
docentes dominicanos para que despierten su conciencia respecto a reconocer el
valor de su trabajo y el compromiso de desempeñar una labor eficiente y de
trascendencia, desde el punto de vista científico, social y cultural.
Finalmente, si continuamos realizando
una práctica docente sin reflexión y sin una evaluación crítica, eso significa
persistir en los errores, seguir haciendo más de lo mismo, caer en una rutina
improductiva. Realmente constituye una pérdida de tiempo y un ejercicio
irrelevante, el dedicarse a realizar una actividad educativa sin ser sometida a
un riguroso y crítico escrutinio por parte del educador y el educando.
Por lo tanto, necesitamos impulsar los
cambios y las transformaciones para superar las deficiencias, limitaciones y
debilidades que obstaculizan un desempeño docente profesional, orientado al
desarrollo educativo de la nación. Por eso, los profesores deben someterse a
constantes evaluaciones de su trabajo en el ámbito escolar.
En consecuencia, es imprescindible el
examen continuo de los resultados, pues se debe, en todo caso, garantizar la eficacia
del proceso de enseñanza-aprendizaje, además mostrar una amplia apertura al
cambio y a la permanente innovación en las áreas estratégicas del sistema
educativo nacional.
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