Para Vivir Mejor | Pablo López
Abstinencia
digital: un buen propósito para la cuaresma
La «abstinencia digital» en
Cuaresma es un icónico sacrificio moderno, sobre todo si se cambia por oración,
relaciones personales y crecimiento espiritual.
Tradicionalmente, los católicos hemos asociado la cuaresma con la
abstinencia de comer carne los viernes, pero en un mundo cada vez está más
digitalizado, ¿por qué no considerar también una «abstinencia digital»?
Apaga el móvil
y enciende el alma: el poder de la abstinencia digital
Las pantallas, aunque útiles, pueden convertirse
en una distracción constante, robándonos tiempo que podríamos dedicar a ayudar
a los demás, a la oración, a la lectura… San Ignacio de Loyola decía que «el
enemigo más peligroso del alma es el apego desordenado». Hoy, ese
apego puede ser a nuestro teléfono.
La abstinencia digital es un sacrificio con
sentido para no ser una persona consentida, que se deja arrastrar por los
vientos de cualquier clickbait.
La abstinencia digital no significa renunciar por
completo a la tecnología, sino usarla con moderación y acierto. Los viernes
de Cuaresma, días
tradicionales de penitencia, pueden ser una oportunidad perfecta para reducir
el tiempo que pasamos frente a las pantallas. Este pequeño sacrificio puede
tener un gran impacto en nuestra vida espiritual: tiempo para la oración
mental, para rezar el Rosario, meditar la Pasión de Cristo o simplemente
escuchar la voz de Dios en el silencio. Para una mayor presencia en la vida
real. Para ganar en libertad interior. La abstinencia digital nos ayuda a
recuperar la paz interior y a enfocarnos en lo que realmente importa.
Cómo practicar la abstinencia digital
- Establece límites: decide cuántas horas al día usarás tu teléfono y apégate a ese
límite.
- Desactiva notificaciones y silencia tu teléfono durante momentos de oración o convivencia
familiar.
- Sustituye el tiempo de pantalla por algo muchísimo mejor.
- Involucra a otros: invita a tu familia o amigos a unirse a este propósito.
Este año, te invito a vivir la Cuaresma de una
manera diferente. Deja que la abstinencia digital sea tu pequeño
sacrificio, tu forma de decir «sí» a Dios y «no» a las distracciones que
nos alejan de Él. Recuerda que, como dijo Jesús, «donde está tu tesoro, allí
estará también tu corazón» (Mateo 6, 21). ¿Dónde está tu tesoro? ¿En las
pantallas o en la presencia de Dios?
Que esta Cuaresma sea un tiempo de renovación
espiritual, donde al desconectar de lo digital, nos reconectemos con lo
esencial: Dios, los demás y nosotros mismos. ¡Anímate a intentarlo! ¡Feliz
Cuaresma!
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