Lectura Recomendada | Marcelo Barros, Prólogo. Extractos
Nuevo libro de Diego Pereira Ríos
“Sobre el compromiso social de los laicos. Problemas y desafíos
actuales”, Ed. Buena Prensa, México
(marzo 2025).
Este libro es
una recopilación de artículos. Son seis textos escritos en situaciones y
momentos diferentes, de los cuales cinco fueran o están siendo publicados en
revistas del continente y sobre distintos temas teológicos y pastorales. El
autor los ha reunido bajo un título que nos da una clave para interpretarlos
todos: Sobre el compromiso social de los laicos: problemas y desafíos
actuales.
Si
partiera de las primeras Iglesias o de cómo deberíamos ver la Iglesia hoy, sin
duda, Diego nos mostraría que el camino de fe propuesto por Jesús es
intrínsecamente laico, en el sentido de insertado en el mundo y liberado del
dualismo que separa lo sagrado y lo profano. Jesús mismo siempre se identificó
como laico. En todos los escritos del Nuevo Testamento, los ministerios en la
Iglesia aún no están incorporados a la condición de clérigos. La única persona
llamada sacerdote es el propio Jesús (en la carta a los Hebreos). De él, todos
nosotros, hombres y mujeres bautizados, recibimos el sacerdocio real como
pueblo de Dios (1 Pe 2,5). De este modo, la comunidad cristiana retoma la
vocación del pueblo de Dios en el Éxodo, cuando aún no existía un sacerdocio
organizado, el culto pascual se vivía en familia y todos eran clérigos (raza
elegida y nación santa).
En
nuestros días, mientras pongamos el acento en las diferencias sustanciales
entre los cristianos, como no sea entre bautizados y no bautizados, no podremos
superar el modelo eclesial de la Cristiandad en la cual, estructuralmente, no
es posible existir ni la colegialidad episcopal, menos aún, una verdadera
sinodalidad entre todos discípulos y discípulas de Cristo, como propone el Papa
Francisco: sinodalidad, como forma normal de ser Iglesia. Al profundizar en el
compromiso social de los laicos, está claro que Diego no está de acuerdo con
que los ordenados estén destinados al espacio sagrado y los no ordenados al
mundo. Lo que él propone es una sinodalidad que parta de las bases y se
construya desde abajo. Y en este sentido, su texto puede sernos de gran ayuda.
Es claro que Diego, al tratar de los laicos en la Iglesia Católica de hoy,
tiene esa visión teológica más abierta y eso transparece por detrás de sus
textos y queda explícito en diversos momentos. En su primero estudio, afirma “la
urgencia de superar la jerarcología” e insiste en la propuesta de “caminar
juntos como pueblo de Dios”. En el segundo capítulo propone “una
educación teológica a servicio de la justicia social”. En el capítulo sobre
la actualidad de la democracia, propone una reflexión sobre la comprensión de
“pueblo de Dios” en la Doctrina Social de la Iglesia y según el papa Francisco.
De forma original, Diego presenta la compasión como clave de la solidaridad y
aún en “cooperar con la liberación por el compromiso político”. Su último capítulo parece especialmente
dirigido a los/las catequistas y les propone que los/las catequistas sean y
vivan como reveladores del Misterio.
Sea usted o no una persona religiosa,
podrá sacar de ese libro precioso otras conclusiones válidas y sentirse
nuevamente llamado o llamada al compromiso liberador que de manera tan
cautivante nuestro amigo Diego Pereira Ríos describe en este libro que, sin
duda, podrá aportar mucho a la educación teológica y espiritual en nuestro
continente. Quien cree en Dios, sabe que aventurarse por este camino de
liberación es dejarse conducir por el Espíritu que «sopla donde quiere, oyes
su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va» (Jn 3, 8).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...