Jueves de Cine | Rosa Die Alcolea
El extranjero. Una inquietante
nostalgia de Dios
Argelia, 1935. Meursault asiste a la muerte de su
madre con una indiferencia que no altera su rutina. Retoma su vida sin expectativas,
inicia una relación con Marie y se vincula con Raymond, un vecino problemático.
Arrastrado por esa relación, se ve envuelto en un conflicto violento de cuyas
consecuencias fatales no podrá escapar.
Partiendo de la base de que El extranjero, de François Ozon, no es una pelÃcula para todos
los públicos —asà como la novela de Albert Camus tampoco lo es—, también por una escena subida de
tono, lo más atractivo de la cinta es la penúltima escena, donde se condensa el
conflicto moral de Meursault —¿o deberÃamos decir de Albert?—. El duelo en el
que se baten Meursault y el pulcro, aunque tierno, sacerdote alcanza el clÃmax
de la obra. Ozon capta fielmente lo que Camus describió en su libro, publicado
en 1942: frente al absurdo, todos los razonamientos son nobles, pero inútiles.
«Todo el mundo sabe que la vida no vale la pena ser vivida». Y esta idea, que
es la razón de ser de Meursault —criatura ficticia por la que Camus se
asomó a los abismos espirituales del hombre—, la masca incesantemente en su
celda, en un monólogo interior con un texto prácticamente igual que el de la
novela escrita.
La fotografÃa es excepcional, a
cargo de Manuel Dacosse, uno de los directores europeos de esta
disciplina más reconocibles del cine de autor contemporáneo: el blanco y negro
sugiere un halo de misterio; vemos unos blancos llevados al lÃmite, una
luminosidad extrema que embellece y desnuda, refuerza la sequedad moral y la
sensación de intemperie existencial del relato. Por ello, destacarÃa la
atmósfera creada como lo mejor del proyecto de Ozon.
Aunque en la pelÃcula no podemos leer psicológicamente
tan bien al personaje como en el libro, sobre todo en la primera parte, el
director le gana un aura enigmática al personaje que incrementa con la puesta
en escena, la fotografÃa y la música, decisiva. Está
compuesta por la música kuwaità Fatima al Qadiri, que mezcla
instrumentos tradicionales con elementos electrónicos contemporáneos, generando
el tono reflexivo y existencial de la pelÃcula.
En un estudio sobre el ganador del Nobel en 1957, se
insinúa que su obra está traspasada por la búsqueda del absoluto, al parecer
infructuosa. El cuestionamiento que surge en relación a la nostalgia de Dios,
la travesÃa que implica el descubrimiento del sentido de la existencia, nos
lleva a pensar que su vida fue un fiel arquetipo del aproximarse a la verdad
para quitarle el velo que la cubre, al igual que lo hizo, por ejemplo, san
AgustÃn. Por esto, quizás en el filme, envuelto en una
cotidianeidad en blanco y negro aparentemente nihilista, por
momentos, su protagonista percibe el sentido de su vida en instantes: las
caricias del mar, la corporeidad y sensualidad que comparte con su amante, la
luz del sol, una comida entre amigos… al fin y al cabo, la vida.
El extranjero
Dirección:
François Ozon
PaÃs:
Francia
Año:
2025
Género:
Drama
Público:
+12 años


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