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    domingo, 8 de enero de 2012

    Para comenzar el Año


    Para comenzar el Año: Ser bendición, bendecir y construir la Paz 
    ¿Si el 2012 fuese el último año de tu vida cómo te gustaría vivirlo? ¿Cómo te gustaría ser recordado/a? ¿Qué quisieras que dijeran de ti quienes comparten tu día a día?
    Inicia un nuevo año. Bienvenido el 2012. Hemos celebrado la Navidad, el Dios con Nosotros/as, hemos despedido el año 2011. Iniciar un nuevo año nos recuerda el inevitable paso del tiempo en nuestra vida. ¿Cómo nos preparamos para recibir e iniciar el año 2012? ¿Qué tenemos que dejar atrás, qué rupturas necesitamos para nacer de nuevo en este año nuevo?
    Una de las primeras lecturas que se nos proponen para el comienzo del año, según el calendario litúrgico, nos invita a ser bendición, a vivir siendo una bendición para los demás; nos invita además a bendecir y a construir la paz, pero sobre todo nos invita a dejarnos bendecir por Dios. El texto aparece en medio de un llamado a la consagración de la vida haciendo rupturas, a separarse de lo que mancha, a dedicar tiempo consagrado a Dios (en referencia a la práctica del nazareo).

    Así Dios nos pide bendecir:
    “Así bendecirán (…):
    El Señor te bendiga y te guarde,
    El Señor te muestre su rostro radiante
    y tenga piedad de ti,
    el Señor te muestre su rostro
    y te conceda la paz (…)” Num 6,22-27).

    Es una oración para un buen comienzo del año. Una bendición de parte de Dios, hacernos bendición para los que tenemos cerca, en la casa, la familia, el trabajo, la comunidad y con nuestro entorno. Bendecir y que se nos conceda la paz.

    En el Antiguo Testamento el termino bendecir generalmente hace referencia a Dios y a su generosidad. La bendición también evoca la idea de prosperidad, bienestar y justicia, todo esto que viene de Dios y del estar con Dios. Bendecir implica una condición ética. Esta experiencia de ser bendecidos y del bendecir procede la paz. La paz es el estado de bienestar, en palabras actuales podríamos decir, es el estado de justicia social. La paz es que se cumplan el derecho y la justicia, por ejemplo salud y educación de calidad para todos, igualdad en las oportunidades (esto implica cero clientelismo), etc. Son indicadores de bendición el bienestar y cuidado de si, y la vida fecunda, el agua que regenera, el nacimiento y la renovación, la vida y la fecundidad, la plenitud y la paz, la comunión.

    Bendecir a alguien es de alguna manera entrar en comunión con esa persona y comprometerse con la sus derechos.
    Aceptar vivir el año bendiciendo implica renunciar al maldecir. Maldecir tiene como indicadores la envidia, el maltrato, el no reconocimiento del otro, el consumismo que pone el sentido en el tener, etc.

    La bendición va unida a la vida moral y ética. Dios bendice a quien práctica el derecho y la justicia. Vivir como bendición significa también luchar y defender el derecho y la justicia.

    Ser bendecidos por Dios y hacernos bendición para los demás no es tarea para acomodados. Movilízate. Has que el 2012 sea para ti y para el país una bendición. Compromete con las luchas de las comunidades, de las organizaciones serias y comprometidas. Vivir una ciudadanía crítica y comprometida, es construir la paz, es bendecir.

    Cuando digas a tu hijo, a tu hija, cuando digas a alguien “Dios te bendiga”, o cuando alguien te pide la bendición recuerda todo lo que supone bendecir y ser bendecido. Feliz año 2012. Dios nos bendiga y nos permita ser una bendición, y nos conceda la paz. Año Nuevo / Rita Ma. Ceballos

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