Ébola: preguntas y respuestas

Actualidad mundial | Ramón Arturo Guerrero. 

Diez preguntas y respuestas sobre el ébola  
Con 4 mil muertos y 8 mil infectados en su haber, el ébola se propaga rápidamente en Liberia, Sierra Leona y Guinea. Ya está en el continente americano con la muerte de un ciudadano liberiano y la subsecuente infección de una enfermera que lo atendió en Dallas, Texas, Estados Unidos. Las noticias y los rumores se propagan a gran velocidad. La población estadounidense, con razón o sin ella, sospecha que las autoridades de su país ocultan la magnitud de la amenaza sanitaria, aunque aquel país sí está preparado. Mientras tanto, trataremos de despejar algunas de las incógnitas, para cortarle el paso a “Radio Bemba”.
1. ¿Qué es la enfermedad del ébola?
La enfermedad por el virus del Ébola (EVE), también conocida como enfermedad del Ébola o simplemente como ébola, es la enfermedad que se desarrolla por la infección por el virus del Ébola. Es una enfermedad altamente contagiosa y mortal, causada por cualquiera de los cinco tipos de virus del Ébola conocidos. Hasta 2014, los brotes de ébola solo habían afectado a regiones bien definidas de África. A partir del brote de este año en África Occidental, se han producido contagios en Europa y América.
2. ¿Dónde se origina y cómo se propagó?
El primer brote documentado de ébola ocurrió en 1876 simultáneamente en zonas que hoy pertenecen a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur, donde se detectaron 3,418 casos con 2,830 fallecimientos, mortalidad de 18%.
3. ¿Cómo se transmite?
El virus del Ébola se introdujo en la población humana a consecuencia de contacto estrecho con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de animales infectados. En África se han comprobado casos de infección asociados a la manipulación de chimpancés, gorilas, murciélagos de la fruta, monos, antílopes de los bosques y puercoespines infectados que habían sido encontrados muertos o enfermos en la selva. Posteriormente, se propagó en la población mediante la transmisión de persona a persona, debido al contacto estrecho con la sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas. Las ceremonias de inhumación, por el contacto con el cadáver, pueden desempeñar una función significativa en la transmisión.
4. ¿Cuáles son los síntomas?
El período de incubación varía de dos a 21 días. La enfermedad comienza con una fuerte sensación de debilidad, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, diarrea, dolor de barriga, dolor de garganta. Posteriormente, hay una tos seca, dolores punzantes en el pecho y se desarrollan signos de deshidratación. La muerte se produce por lo general en la segunda semana de la enfermedad debido a hemorragias y shock hipovolémico por la elevada pérdida de sangre.
5. ¿Hay tratamiento?
No se cuenta todavía con ningún tratamiento ni vacuna específicos. Sin embargo, un laboratorio farmacológico de Iowa, Estados Unidos, asegura que está por iniciar experimentos en humanos con una vacuna que ha probado ser 100% efectiva previniendo la infección en primates no humanos. El tratamiento actual es principalmente de soporte contra la enfermedad e incluye reducir al mínimo los procedimientos invasivos, balanceando los fluidos y electrolitos para contrarrestar la deshidratación, la administración de anticoagulantes en la infección temprana para prevenir o controlar la coagulación intravascular diseminada, administración de procoagulantes en la infección tardía para controlar hemorragias, mantener los niveles de oxígeno, el manejo del dolor, y administración de antibióticos o antimicóticos para el tratamiento de infecciones oportunistas secundarias.
6. ¿Habrá vacuna en un corto plazo?
Sesenta personas están participando en un ensayo clínico de la vacuna contra el virus del ébola, un estudio que se está desarrollando en el Instituto Jenner de Oxford (Reino Unido), donde a estos voluntarios se le han inyectado parte del virus para buscar una solución que pueda evitar futuros brotes de la enfermedad. Aunque existan procedimientos seguros, los sanitarios están en mucho riesgo. Uno de esos voluntarios es Nick Owen, quien, según cuenta NBC, trabaja en Médicos sin Fronteras y ha perdido a 10 de sus compañeros en África desde que se inició el brote. Owen, según el diario, es el paciente EBL-001016 y una de las primeras "cobayas" humanas a las que se ha suministrado la vacuna ChAd3. Y su cuerpo ahora está creando las defensas necesarias para que, si en un futuro estuviera en contacto con el virus, éste no tuviera opción de atacar a sus órganos, como sí lo está haciendo con la auxiliar de enfermería Teresa Romero.
7. ¿Llegará a Republica Dominicana?
Nada lo impide. Ya llegó a Europa (España y sospechas en Francia), ya llegó a Estados Unidos. El doctor Jesús Feris Iglesias explica que nuestra única ventaja, además de ser territorio insular, es la inexistencia de vectores naturales del virus: murciélagos de la fruta, puerco espín, monos, como hay en África. Por lo demás, con dos millones de visitantes anuales, solo es cuestión de tiempo.
8. ¿El país se está preparando?
El reconocido periodista Felipe Ciprián, quien cuenta con experiencia de trabajo en el sector de la salud, afirma que “Aunque la epidemia del Ébola crece como bola de nieve, casi todo el mundo está cruzado de brazos esperando que la Organización Mundial de la Salud y las grandes potencias den el frente ante esta amenaza nada convencional para los humanos en todo el planeta. Muy pocos países han tomado en serio este desafío descomunal”, entre ellos Republica Dominicana.
9. ¿Qué debiera hacer el país para prepararse?
Contesta Ciprián: No hay otro camino que prepararse para afrontar un desafío descomunal que puede llevarse a una parte importante de la población ante el hecho evidente de la fragilidad del sistema de salud, la falta de educación sanitaria de la población y los hábitos culturales de atención a los enfermos y de sepultar a los familiares fallecidos luego del velatorio. En el caso de República Dominicana, las más altas autoridades deben entender ahora, antes de llegar la enfermedad al territorio, que esto no es un juego lejano que se puede tratar con demagogia o que puede ocultarse a la población y al mundo como se quiso hacer con la penetración del cólera en 2011. Ahora hay que ganar tiempo en varios frentes: controlando efectivamente la llegada de pasajeros que hayan pasado en las últimas tres semanas por África Occidental, Madrid o Texas. No se trata de impedir la entrada, sino asegurarse quién entra después de haber pasado por esos territorios, adónde se aloja, con quiénes viajó y proporcionar chequeo médico diario para detectar cualquier enfermo que llegara en período de incubación del virus. Por igual, disponer de varios centros de salud aislados para atender posibles enfermos de Ébola en todas las ciudades que tienen aeropuertos internacionales donde entran y salen pasajeros para Estados Unidos y Europa. La decisión fundamental del gobierno debe ser abrir una convocatoria de personal de salud voluntario (médicos, enfermeras, laboratoristas y personal de emergencias) para enviarlos a uno o dos países de África actualmente afectados por la enfermedad para prestar solidaridad y aprender a manejar estos casos en caliente.
Y agrega: “La peor estrategia contra este tipo de desafío es esperar a que llegue para actuar o ponerse a distribuir cuartillas con consejos en un país donde se ha perdido el sentido de la urbanidad, la decencia y el respeto a los valores humanos. La posibilidad de estar preparados para afrontar la llegada inminente del Ébola depende de lo que se haga ahora. Si alguien piensa que existe la posibilidad de que la enfermedad no entre al país, está soñando y puede despertar con la fiebre de ella calcinando su cuerpo… pero ya sería tarde.
10. ¿Por qué el ébola se propaga ahora?
Muchos organismos patógenos para el hombre han permanecido confinados durante cientos y miles de años. Las migraciones y los agentes atmosféricos naturales como tormentas, vientos e inundaciones, han trasladado estos microorganismos de una parte del mundo a otra, incluso a los territorios más resguardados como montañas e islas. La era de los viajes en avión y el turismo han exacerbado y acelerado estas condiciones.