Relaciones Armoniosas

Cultura y Vida | Lic. Pedro B. Grullon T. LMSC: RELACIONES ARMONIOSAS 
Las relaciones humanas constituyen el conjunto de reglas y normas para el buen desenvolvimiento del ser humano, en la sociedad, en el trabajo y en otros ámbitos. Es el estudio de cómo los individuos pueden trabajar eficazmente en grupos, con el propósito de satisfacer los objetivos de organización y las necesidades personales.
Expresa el Dr. Robert Holden:”Estamos en este mundo para ser felices, para crear felicidad dentro y fuera de nosotros. Tus relaciones son lo que te ayuda a crecer y convertirte en la persona feliz. Cada relación tiene un propósito y es tu responsabilidad encontrarlo. Cuando las otras personas sienten que estas realmente interesado en ellas, compartirán sus sentimientos contigo. Enfócate en saber como se sienten, que piensan, que esperan…; mientras mas conozcas de otras personas, mejor puede ser la relación.”
Un pensamiento o actitud que propicia relaciones armoniosas y respetuosas consiste en ver la presencia de Dios en cada persona, como hechura del mismo Creador. La oración es, pues, el factor mas importante para descubrir y mantener relaciones armoniosas.
Las relaciones con los demás hay que trabajarlas, alimentarlas y construirlas correctamente. Y en ese tenor la psicóloga Olga Susana O. da algunos tips o secretos básicos que sirven de ayuda:
- Haga esfuerzos para agradar a quienes ama.
- Salude y despídase siempre, dé las gracias y pida el favor.
- Aprenda a decir :”Lo siento”, “no quise hacerlo de esa manera”, “no era mi intención”.
- Respete los derechos de los demás.
- No haga nada que dañe su relación con otros y estará libre de culpa, etc.
Cristian Foster refiere algunos consejos para una buena relación interpersonal:
“1. Pensar bien de los demás. 2. Evitar resentimiento y odio. 3. No engañar a los demás. 4. Ayude a los que más pueda. 5. Cuide de la naturaleza y los animales. 6. Evite el mal genio. 7. Siéntase feliz con el triunfo de otros. 8. Viva en paz consigo mismo. 9. De amor en todo momento.
En realidad, casi todo lo concerniente a las buenas relaciones se fundamenta en la regla de oro: "Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos." (Mat. 7, 12).
La regla de oro no se da en las relaciones antagónicas, como ocurre en el caso de dos personas que halan una cuerda o el caso de dos que prueban su fuerza tomando el pulso de sus brazos. Si aplican la misma fuerza, habrá equilibrio. Pero ese es un equilibrio tenso. Se parece al que se da entre personas alejadas una de otra y dicen: Si no me habla, no le hablo; si no me visita, no la visito. Entonces , pasa el tiempo y ninguno se acerca. Las personas que no se dan a los demás viven anquilosadas, sin progreso interaccional. Ven lo negativo en el otro. Lo critican todo acerbamente. Como dice la expresión popular: todo les hiede.
Las buenas relaciones con armonía, paz ,equilibrio entre personas o grupos es distinta. Las personas revestidas de la gracia de Dios que procuran sembrar el bien, buscan al otro aunque estén distanciados por alguna razón, no importa, le propician un ambiente favorable y de perdón, si fuere el caso. Toman la iniciativa aplicando la enseñanza cristiana, la Ley del amor; alguien cede y se acerca al otro y hasta puede ser que quien recibe esa atención amorosa, reconciliadora , reconozca culpa y pida perdón. Así ambas partes crecen como personas y como cristianos, y saborean el gozo, la dulzura del amor divino reflejado en sus personas.
Esta relación presupone que una parte carga mas pesado, lo que parece rechazable, humanamente hablando. Todo eso analizado desde la óptica cristiana tiene gran valor y hasta resulta natural.
Urge la necesidad de establecer relaciones armoniosas con los demás, pues solo así se contribuye con la paz personal, familiar y social. Todo ser humano está inmerso en la comunicación para expresar pensamientos, opiniones y reflexiones. La propuesta aquí consiste en desarrollar las interacciones con el sello del amor. Así se cosecha: alegría, empatía, entendimiento, compenetración de caracteres y voluntades, gozo, acercamiento que pinta coloridos a la vida con visos promisorios de éxito. ADH 788.