Obras Espirituales de Misericordia
2. Enseñar al que no sabe
No es casualidad que enseñar al que no sabe, se encuentre entre las obras espirituales de misericordia. De Jesús se dice en el Evangelio de Mateo: “…les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” (Mt 7,29). También hay un pasaje muy interesante en Hch 8,30: ¿Entiendes lo que estás leyendo? Le dice Felipe al funcionario que está leyendo el profeta Isaías. Y éste le responde: y cómo voy a entenderlo si nadie me guía (Hch 8,31).
En esta línea de guía y educador, se debe recordar el texto paradigmático de Jesús cuando afirma: “No se dejen llamar maestros, porque solo el Mesías es su maestro” (Mt 23,10). Quién enseña al que no sabe es Jesús, el Mesías. Lo más urgente hoy es llevar a las personas a descubrir su capacidad de conocer la verdad, y el anhelo de un sentido último y definitivo de la existencia.
El Papa Francisco, en la Evangeli gaudium (2013), sostiene que todas las verdades reveladas proceden de la misma fuente divina y son creídas con la misma fe, pero algunas de ellas son más importantes por expresar más directamente el corazón del Evangelio. En este núcleo fundamental lo que resplandece es la belleza del amor savífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado (EG 36). Es, pues, una bella obra de misericordia, dar a conocer, a quien no lo ha experimentado, el rostro misericordioso de Dios.
Esta obra no promueve la imagen de una persona “sabelotodo”. El que “no sabe” es alguien que no ha visto todavía algo. Enseñar al que no sabe no significa “ponerse encima del otro”. Consiste en abrirle los ojos para que vea, experimente, sienta. En este sentido, se indica el camino para que la otra persona lo recorra con sus propios pies, y mire con sus propios ojos.
Los maestros, en las escuelas, desarrollan una obra de misericordia. Ellos intentan abrirles los ojos a los alumnos. Enseñar es una escuela. El maestro y la maestra abren las puertas del conocimiento para que alumnos y alumnas contemplen con asombro lo nuevo. El maestro enseña también con su ejemplo y su coherencia. No se enseña al que no sabe acumulando saber, sino ayudando a la gente en su fe, a vivir su vida desde la fe.
· “Guardar conocimiento empobrece" ¿Qué decir de esta frase?
· Comentar la frase: “Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará” (Mt 16,25).
Animando al compromiso
ü Compartir, con humildad, mis conocimientos, en una dinámica de dar y recibir.
ü Servir alegremente, con la caridad por encima de las exigencias monetarias.
ü Pedir servicios a las personas que tienen más competencias que uno mismo en áreas determinadas.
ü Dejarse enseñar por otros cuando no se sabe.
ü Aprender de las demás personas.
ü Dejarse evangelizar por la naturaleza y la convivencia cotidiana de los animales. Qué aprendemos de: las hormigas, águilas, gansos, abejas, etc. 808
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