Prevención, no promoción
Siempre he considerado que las publicidades tienen mucho alcance, pero existen cosas de las cuales no se puede hacer publicidad algunas de ellas, como: las tragedias naturales, darle de comer a un hambriento y sobre todo, pretender ser héroe del momento.
Es muy común cuando leo los diarios de mi país “tal video se viralizó que ayer era beato y mañana chichí, que la periodista buena gente…”; en fin, un sinnúmero de cosas que en su esencia son buenas, pero cuando se convierte en un morbo noticioso creo que no ayuda para nada.
Aquí los héroes son más anónimos porque existe un sistema de prevención bien definido y claro referente las medidas a tomar en casos de emergencia. El estado de Minnesota donde radico está prohibido rotundamente salir de la casa, en momentos de nevadas o tornados todos los medios informan desde una ética profesional basada en el bienestar de las personas no en el rating del noticiero. No se pone en riesgo la vida de los periodistas ni tampoco se vive del protagonismo de ser los primeros en la escena.
Está clara la necesidad de educar nuestra querida Quisqueya sobre medidas preventivas efectivas y que los organismos de socorro sean claros y al momento de emitir las alertas sean firmes, pues es preferible tener la cárcel llena de adolescentes que han estado bañándose en los ríos con las crecidas (para protegerle de ellos mismos), que tener el vecindario llenos de cadáveres. También hay que erradicar la mediocridad de las bocinas estatales que promocionan que gracias al excelentísimo señor presidente el huracán no hizo más daño, ¿hasta cuándo los funcionarios se comportarán como ser dioses? ADH 816.
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