Léase el texto de Hechos 8,1-4 que trata de la persecución desatada contra los discÃpulos de Jesús nazareno después de la ejecución de Esteban. Leyéndolo, es importante que se observe el paralelismo entre esa persecución y las persecuciones actuales a través del mundo.
1º Interpretación del texto: Esta lectura nos presenta un resumen de la vida de los primeros testigos de la resurrección de Jesucristo, Jesús vuelto a la vida. Un argumento del resumen apunta que la persecución contra los discÃpulos favoreció la difusión del evangelio fuera de Jerusalén, en las regiones de Judea y de Samaria. Hay que notar que los apóstoles se habÃan limitado a predicar en Jerusalén y, en particular, en el templo donde Jesús habÃa terminado su misión. De allà la persecución contra ellos, pues el templo era el dominio de los maestros de la ley y no toleraban lo que llamaban un ataque contra la ley y el templo. Se puede decir que comenzó entonces la misión que se extenderá, en un primer momento, a los paÃses que circundan Palestina. Esos paÃses en la actualidad se llaman Siria y TurquÃa. Luego, con el apóstol Pablo se llegará a Europa entrando por Macedonia y Grecia para concluir en Roma. Se presenta también en el texto a Saulo, o Pablo por su nombre griego, como el gran perseguidor, dejando sospechar su conversión en un gran apóstol.
2º Meditación: Leyendo este resumen de la vida entregada de los primeros cristianos que, desde Jerusalén, difundieron la gran noticia de Jesús resucitado a los paÃses del mundo conocido en aquel momento, yo pienso en todos los misioneros que, a lo largo de la historia, se dispersaron por el mundo entero para continuar la misma labor evangélica. En la actualidad, el evangelio, esta grandiosa noticia de Jesucristo que sigue vivo en la vida de los creyentes, alcanza a los paÃses más lejanos. El cristianismo es mundial, y el discipulado se extiende en todas partes.
Sin embargo, consta recordar la persecución actual contra los cristianos en casi todos los paÃses del mundo. La persecución difiere, según los paÃses, entre la matanza, la exclusión y el descarte. Oremos por esos valientes que se enfrentan, en defensa de la fe, a esos nuevos antagonistas. Ojalá surja el dÃa en que Cristo vivo sea universalmente reconocido y adorado. ¡Dios bendiga a todos los misioneros!
3º Oración: En ti, Señor me refugio; que yo no quede avergonzado para siempre. LÃbrame, rescátame tú que eres Salvador. Sé para mà una roca de refugio, una fortaleza donde me salve, pues tú eres mi roca y mi fortaleza. Sal 71, 1-3. Señor, tengo en mente a todos los creyentes que sufren la persecución en contra de su fe; dales la fortaleza y la perseverancia…
4º Contemplación: Yo revivo esa persecución que se desató en Jerusalén después de la muerte de Esteban. Veo que los creyentes en Jesús están turbados y deciden de común acuerdo de irse a zonas más seguras para conservar sus vidas. Pero, al mismo tiempo, esos valientes no se olvidan de Jesús y lo van anunciando en todas partes como la noticia más destacada del momento. Mirando más allá veo, en el mundo actual, los misioneros siempre activos, y poblados enteros, a pesar de la persecución, piden la gracia del bautismo. ADH 819
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