Coronavirus | Redacción
Iniciativas de la Iglesia ante la pandemia
Las realidades sociales no solamente afectan a las
personas creyentes, también las llevan a preguntarse qué hacer, cómo acompañar
a personas y grupos humanos más vulnerables. Son muy preocupantes estas
realidades y la Iglesia, alrededor del mundo, presenta respuestas e iniciativas
para hacer frente desde la fe a la situación social que vivimos.
En este acompañamiento a tantas reacciones humanas,
los cristianos saben que está la credibilidad de su testimonio; una presencia
de fe que implica el acompañamiento, la escucha, el consuelo, la palabra amable
o el silencio amistoso. Estar entre quienes experimentan la soledad, el temor,
la enfermedad, las precariedades socioeconómicas o la vulnerabilidad por
diversas causas. En esos lugares existenciales la fe cristiana propone una
actitud de buen samaritano, signo de una Iglesia acogedora, creativa,
compasiva.
No significa que podamos hacerlo todo o que
tenemos todos los recursos para responder ante esta realidad. Pero tampoco el
esfuerzo lo hacemos solos. La dimensión comunitaria de nuestra fe nos pone
también ante otras personas y voluntarios con los cuales podemos colaborar,
asistir, estar presente en esa realidad del amor social, que pone la mirada y
los esfuerzos más allá de los nuestros, de los que están incluso afectivamente
en nuestro entorno.
Seguir concienciando a todos los cristianos sobre la dimensión social de la fe y la caridad polÃtica por medio del estudio de la Doctrina Social de la Iglesia
Lo exige la fe, a la que no puede entenderse sin
la dimensión social del evangelio. Un informe emitido por la Iglesia española, describe
el apoyo al voluntariado: “Los agentes pastorales que están impulsando la
misión evangelizadora de la Iglesia en estos sectores, constatan la
necesidad de seguir cuidando en el futuro la vida espiritual y la eclesialidad
de todos los voluntarios para que su actividad nazca de la experiencia del
amor de Dios, manifestado en la persona de Jesucristo, y como compromiso de
toda la Iglesia”, concluye.
Su propuesta ante la crisis también apoya la
necesidad de mantener cauces de diálogo con las distintas instituciones, por
eso, los obispos instan a “seguir concienciando a todos los cristianos sobre la
dimensión social de la fe y la caridad polÃtica por medio del estudio de
la Doctrina Social de la Iglesia”.
En una reflexión, el Episcopado alemán elogiaba recientemente el
compromiso ecuménico del SÃnodo de la Iglesia Evangélica: "Las iglesias
católicas y evangélicas de Alemania son un ejemplo de apoyo, consuelo y
esperanza para los fieles en este tiempo de crisis e incertidumbre".
En la crisis tal como la vive cada paÃs, la
Iglesia está llamada a reconocer y actuar a favor de quienes sufren más directamente,
muchos ya afectados desde antes de la pandemia, que al momento agudiza su
situación, en el plano de la salud, el trabajo, la alimentación, la convivencia
y el respeto a sus derechos humanos.
En muchos paÃses la Iglesia ha servido para proteger
y garantizar los derechos de los migrantes y refugiados, más vulnerables en
estas situaciones. Los organismos eclesiales, comunidades, movimientos y
grupos, se han preguntado y respondido, cuál es la forma evangélica de vivir la
fe sin dar la espalda a estas realidades. Muchas propuestas se van
implementando. La fe conduce asà hacia una forma operativa del amor interpersonal
y social que expresa el compromiso de la vida cristiana con los más débiles y
vulnerables de este mundo.
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