Mariología | Eloísa Ortiz de Elguea*
Revisitar a María como modelo liberador: una propuesta para las mujeres oprimidas
María,
liberada y liberadora
La
figura de María es sumamente relevante para las mujeres, incluso para aquellas
que se han apartado de la Iglesia. A los santuarios acuden mujeres que no
participan de la misa ni de actividades parroquiales pero sí veneran a María. A
ella dirigen sus pesares, sus ruegos y sus agradecimientos depositando en ella
toda su confianza. Si bien encuentran en María una intercesora femenina ante
Dios como la mujer que transitó también incertidumbres, penas y alegrías; ¿encuentran
estas mujeres en María un modelo ético adecuado para sus vidas? ¿cómo se
integra un modelo subordinado e idealizado a las aspiraciones de mujeres que
padecen agresiones, hostigamientos, abusos y arbitrariedades?
Las
teólogas feministas, fieles al Evangelio, se han abocado a la lucha por la
igualdad de derechos de las mujeres articulando fe y justicia. Nada más
oportuno que revisitar a María para encontrar en ella a la mujer
profética liberada y liberadora de las mujeres. Recorreremos los
acontecimientos más significativos de María para recuperar a la madre de Jesús
como mujer de fe ejemplar, escucha de la Palabra y disponibilidad en libre
disposición y autonomía.
Coincidimos
en que la opción por la virginidad se constituye en valor de excelencia en
función de servicio, entrega y solidaridad en la comunidad de fe. También
coincidimos con la teología feminista que resalta la virginidad de María como
condición espiritual que expresa su disponibilidad radical para dejarse habitar
por Dios. Sin embargo hay algo más. Los estudios de E. Johnson (2005) y L.
Cahill (1996) revelan que la virginidad en el contexto de la iglesia primitiva
conformó un camino opcional de ruptura y escape para eludir la estructura de la
casa patriarcal que incluía el mandato de matrimonio, maternidad y servicio. En
este sentido encontramos en María un signo de independencia respecto de la
cultura judía, una decisión inconsulta, emancipada y sin vacilaciones. “Tenemos
aquí una mujer cuya dignidad no depende de un varón; una mujer cuyo sí a la
llamada de Dios fue al mismo tiempo un sí a la totalidad de su propio yo; una
mujer que actuó con integridad de su propio centro” (Johnson). En este
marco la virginidad de María pasa a ser revalorizada como opción libre y
autónoma en su capacidad de agencia moral.
Cooperación
con el plan de salvación
El
binomio obediencia-sumisión atribuido a María habilita un camino peligroso para
las mujeres y sobre todo para las más vulnerables. Referenciarse en un modelo
pasivo, perpetúa y refuerza el círculo de violencia en el que están
sumergidas. La mariología feminista, atenta a la simbolización del modelo
mariano, recupera su significación como escucha de una palabra que le es
dirigida personalmente, y a la que responde como verdadera discípula, en
cooperación con el plan de salvación. Una escucha y aceptación que remite
a la obediencia de fe o adhesión de fe, tal como lo expresa el apóstol Pablo
(cf. Rm 1,5 y 16,26).
Si
de obediencia se trata, necesariamente se requiere reconocer alguna autoridad y
el modo en que se impone. La autoridad puede ser ejercida como mandato,
ordenamiento o dominio, pero también puede ser ejercida como persuasión. No
obstante, nadie debería estar subordinado/a a otro/a porque en el reino de los
fines (Kant) el respeto por la dignidad humana se traduce en relaciones justas
y equitativas. Sin embargo, los varones victimarios suelen atribuirse una falsa
autoridad que exige obediencia y sumisión para doblegar a sus víctimas. Una
peligrosa exigencia que genera angustia, desazón y frustración, puesto que ninguna
persona, hombre o mujer, o institución alguna tiene autoridad para demandar
aquello que Dios no demanda, habida cuenta que el concepto bíblico de autoridad
divina es dialógico y no coercitivo (K. McDonnell, 2005).
* De un artículo más extenso publicado en Vida Nueva Digital:
https://www.vidanuevadigital.com/tribuna/revisitar-a-maria-como-modelo-liberador-una-propuesta-para-las-mujeres-oprimidas/
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