Fe y Vida | Juan Manuel Pérez, OP
Repercusión del
Sermón de Montesinos 500 años después
La pregunta “¿Estos no son
hombres?”, que Montesinos dirigió hace 500 años a las autoridades de la Isla en
el sermón de adviento, cuestionó todo el proceso posterior de la colonización y
evangelización del nuevo mundo y sigue cuestionando toda situación de violencia
contra la dignidad y los derechos de la persona humana.
1. Resonancia
en la Corte de Castilla
El rey,
Fernando el Católico, después de la información que le ofreció Montesinos sobre
los abusos contra los indios, mandó promulgar las Leyes de Burgos (1512); poco
después, a requerimiento de Pedro de Córdoba, las Leyes de Valladolid (1513) y
años más tarde (1542) aparecieron las Nuevas Leyes de Indias ante la
insistencia y los reclamos de Las Casas. Estas leyes, aunque limitaron los
abusos contra los aborígenes, no los evitaron de forma radical. En primer
lugar, porque la invasión de un país por otro es una violencia irreparable y
causa de otros muchos abusos y, en segundo lugar, porque las leyes promulgadas
en defensa de los indios no se cumplieron a cabalidad. Sin embargo, gracias a
ellas, se puede afirmar que España fue el único imperio colonial que se planteó
el problema ético sobre la licitud y justicia de su presencia en el nuevo
mundo.
2. Resonancia
en la Universidad
El eco del
sermón resonó con fuerza en las aulas de la universidad de Salamanca. Los
maestros de la escuela salmantina, dominicos en su mayoría, con Vitoria a la
cabeza, ante el cuestionamiento del sermón de Montesinos recordaron el gesto de
santo Domingo de Guzmán, su padre fundador, quien, siendo aún estudiante,
vendió sus libros para ayudar a los pobres, porque no podía “estudiar en pieles
muertas mientras que las pieles vivas se morían de hambre” (entonces no había
papel y los libros eran de pergamino, de pieles finamente curtidas). Y, como
Domingo, dejaron de lado los viejos pergaminos del Libro de las Sentencias de
Pedro Lombardo que les servía de base en su enseñanza y aplicaron toda su
preparación e inteligencia en la solución de los problemas vitales que les
planteaban sus hermanos misioneros. Con este cambio de perspectiva se abrieron
las puertas a nuevos horizontes en la investigación universitaria y se echaron
los cimientos de lo que después se llamarían derechos humanos y derechos de los
pueblos.
3. Resonancia en los foros sobre los derechos humanos
El sermón de adviento inspiró muchos tratados y análisis en torno a la dignidad de la persona humana y a los derechos inherentes a su condición. La lista de los escritores, inspirados en el sermón de Montesinos, es demasiado larga para reseñarla aquí. No obstante, queremos señalar el hermoso libro, muy cercano a nosotros, Clamor de justicia en la Hispaniola 1502-1795” de Flérida de Nolasco, que apareció hace poco en su segunda edición.
4. Resonancia
en la vivencia histórica de los dominicos
La Orden de los
Hermanos Predicadores (dominicos) fue aprobada por el papa Honorio III en 1216.
Es decir, dentro de cinco años la orden de los dominicos va a cumplir 800 años
de vida. Está preparando la celebración del 8º centenario reavivando el carisma
fundacional: predicar la palabra de Dios. No es fácil anunciar el evangelio
como buena nueva en un mundo desgarrado por la violencia, como el nuestro. Una
situación parecida la encontraron los primeros dominicos que llegaron a estas
tierras de América. En el sermón de adviento defienden la dignidad de los
indios y denuncian los abusos de los colonizadores como “verdad evangélica,
necesaria para la salvación de todos”. La coincidencia de la preparación del 8º
centenario de la orden con los 500 años del sermón explica que la Orden haya
tomado el sermón de Montesinos como punto de referencia en la predicación en
situaciones conflictivas. El folleto “En solidaridad evangélica con los
oprimidos. V Centenario de la presencia de la Orden en América, elaborado
precisamente aquí en República Dominicana, traducido al francés y al inglés, ha
sido repartido en las casas que tiene la Orden esparcidas en 90 países de los
cinco continentes y está sirviendo de ayuda en la búsqueda de una predicación
del evangelio en un mundo que desconoce y desprecia sistemáticamente la
dignidad de la persona humana. El sermón de Montesinos sigue resonando con
fuerza aún en el corazón de los hermanos.
5. Resonancia
en la República Dominicana
La Conferencia
del Episcopado Dominicano acaba de publicar la Carta Pastoral “500 años en
defensa de la dignidad humana”, que es una aplicación del sermón de Montesinos
a la situación actual de nuestro país. Partiendo de la pregunta clave del
sermón “¿Estos no son hombres?”, los Señores Obispos se preguntan, al estilo de
Montesinos, con qué derecho y con qué autoridad hay tantos dominicanos y
dominicanas que viven olvidados en nuestra sociedad. La Carta menciona
distintos grupos que viven como si no tuvieran derechos: los sin papeles (más
de una cuarta parte de la población no está declarada); los trabajadores con
sueldos de miseria; la gente que vive en los campos o en las orillas de ríos y
cañadas sin ninguna atención; niños y niñas abandonados en la calle, expuestos
a todo clase de abusos y de extorsión; tanta gente que padece por la mala
administración de la justicia; jóvenes sin porvenir, etc. En un apartado
recuerda los derechos que la Constitución de la República garantiza a todos los
ciudadanos, pero que una gran parte no disfruta de esos derechos. Y terminan
diciendo: “con este mensaje queremos hacer una invitación a todos los
dominicanos, hombres y mujeres de buena voluntad, a cumplir con nuestros
deberes y exigir nuestros derechos ciudadanos”. Vale la pena leer y meditar
esta Carta Pastoral. El cuestionamiento va dirigido evidentemente a las
autoridades y a los funcionarios; es decir, a los que tienen poder para
resolver esos problemas. Pero en el fondo nos afecta a todos, porque todos
podemos hacer más de lo que estamos haciendo. Pienso que el análisis de la
Carta de los Obispos, tanto a nivel personal como en las reuniones de grupos
apostólicos y comunidades eclesiales, nos hará ver que tratamos a los demás
como si no fueran personas o fueran seres inferiores
6. Vigencia
perenne del sermón
La pregunta de
Montesinos ¿Estos no son hombres? Entonces, ¿Con qué derecho? fue, es y seguirá
siendo la pregunta clave a responder, porque siempre existirán personas, grupos
sociales y países enteros que se creen superiores a los demás y se arrogan el
derecho de someter, abusar y marginar a los que, según ellos, son inferiores.
La pregunta cuestiona la razón de ser del gobierno, de la administración
política, de la actividad económica (producción) y comercial (distribución de
los bienes), de la promulgación de leyes, de la administración de justicia y de
todos los servicios públicos: educación, sanidad, transporte, etc. El concilio
Vaticano II resume todo esto en una frase lapidaria: “el principio, el sujeto y
fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana” (GS
25). Y es también la pregunta que cada uno de nosotros debe responder si de
verdad queremos saber si nuestras relaciones interpersonales o como miembro de
un grupo social o eclesial se basan en el reconocimiento de la dignidad y en el
respeto de los derechos del otro o si, por el contrario, nuestras relaciones
buscan sólo nuestro interés personal.
Publicado en la revista Amigo del Hogar impresa, en 2011, 500 años después.
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