Sinodalidad | Amigo del Hogar
Claves de
un cambio de época
En el transcurso
de su servicio papal, Francisco ha insistido a la Iglesia Católica: el cambio
de época exige el cambio de mentalidad pastoral. Consciente que la memoria es dinámica, no estática,
por su naturaleza, implica movimiento y que todo esto tiene una particular
importancia en nuestro tiempo, porque no estamos viviendo simplemente una época
de cambios, sino un cambio de época.
Urge
entonces a un cambio de mentalidad pastoral, pues “no estamos ya en un régimen
de cristianismo porque la fe -especialmente en Europa, pero incluso en gran
parte de Occidente- ya no constituye un presupuesto obvio de la vida común” y
resalta que “de hecho, frecuentemente es incluso negada, burlada, marginada y
ridiculizada”.
Esta
conversión pastoral implica reconocer los grupos humanos, sus estilos de
vida y sus cosmovisiones, tan variados como el territorio en el que habitan,
puesto que han debido adaptarse a la geografía y a sus posibilidades. Entre
estos cambios que van transformando el mundo se pueden reconocer los siguientes:
1. La pluralidad. En una sociedad
determinada encontramos en un mismo espacio conviviendo gran diversidad de
personas, culturas y mentalidades, vivimos una cultura plural, fácil de
detectarla en nuestro propio entorno nacional.
2. La secularización. En la cual las
sociedades reclaman su autonomía respecto a las creencias religiosas y sus
representantes, para construir el mundo social y que llega a un extremo de
radicalidad llamado secularismo, en el cual Dios queda ausente, como si
no existiera y la religión no ocupa ningún lugar en la sociedad.
3.
El individualismo. La persona
queda en el centro de la realidad, afirmando su yo por encima de la dimensión
comunitaria. Esta concepción individual afirma la libertad y el bienestar de la
persona y tiende a rechazar compromisos y todo aquello que pueda limitar su
libertad personal.
4.
La economía globalizada. La
interconexión planetaria, con la posibilidad de compartir la diversidad humana,
cultural, social, con la mira en una humanidad que se relaciona para el bien común,
sería el lado positivo de la globalización. Pero la economía globalizada se
trata de imponer por la tiranía de un pensamiento único y universal. Surge
la visión consumista y la debilidad de las culturas, que son amenazadas por una
cultura global.
5.
Los medios de comunicación
masivos, que generan una invasión colonizadora, cada vez mayor, al no utilizar
correctamente los medios de comunicación y las nuevas tecnologías. Terminan
utilizando las personas debilitando su conciencia crítica.
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