La Iglesia Hoy | Maricruz Howley/ADH
Nicaragua
nuevamente tentada por el odio
En su
homilía del domingo 21 de febrero en la catedral San Pedro, Mons. Rolando Álvarez,
obispo de la diócesis de Matagalpa habló a la feligresía sobre la grave
situación por la que atraviesa Nicaragua.
Desde
abril del 2018 con el estallido de una revuelta popular por las injustas
reformas de seguridad social impuestas por el gobierno y calificada por el mismo
como un intento de golpe de estado con un saldo de 328 muertos según la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y que fue terminada a la
fuerza por el gobierno, en el país se siguen suscitando la crisis social,
política y de derechos humanos.
Mons. Álvarez
se lamenta porque en estos tiempos Nicaragua vive su propio desierto y está
siendo tentada nueva vez por el odio que años atrás causó tantas muertes y
dolor. “Vive su propio desierto de pruebas, de cris social, económica, política
y sanitaria debido al Covid-19.
Asimismo,
llamó a seguir orando para que Dios les permita encontrar una respuesta de luz
al final del túnel por el que atraviesan los ayude pues Nicaragua vive pobreza,
hambre, dolor, soledad y a veces confusión. Sus mujeres son ultrajadas, los
campesinos desamparados, los niños abandonados. Somos tentados por el odio, la
desesperanza y el miedo y no debemos ceder ante estas tentaciones, pues Dios está
con nosotros y ponemos nuestra confianza y esperanza en que nos ayudará a atravesarlo.
Por su
parte Mons. Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua dijo en su homilía que el
desierto es un lugar de tentación, pero si aprendemos a reconocer la voz de
Dios podemos atravesarlo y superar la experiencia de las dificultades y el
temor nos servirán para crecer y
acoger la voluntad de Dios.
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