Desde los tejados | Manuel
Maza sj. mmaza@pucmm.edu.do
El
buen pastor, el asalariado y el lobo
Este domingo, meditamos
el pasaje del Buen Pastor en Juan 10. Jesús aborda el tema del liderazgo. El
liderazgo corrupto se caracteriza por no respetar la institucionalidad, “quien
no entra por la puerta del corral de las ovejas, sino por cualquier otra parte,
es un ladrón y un salteador” (10, 1). Y añade, “el ladrón entra solamente a
robar, matar y a destruir”. El pastor
asalariado “huye ante el lobo…y el lobo atrapa y dispersa [las ovejas]”.
El Buen Pastor entra por
la puerta, conoce a las ovejas por su nombre, camina al frente de ellas,
conduce al buen pasto y quiere tanto a sus ovejas, que arriesga su vida
enfrentando al lobo.
Hace años, nuestros
obispos señalaban cómo aplastar los ocho cabezas del lobo que sigue asolando la
República Dominicana: invertir en el campo, derrotar la violencia, remunerar
justamente a los obreros, vencer la imperante corrupción pública, la privada y
el narcotráfico, invertir más en educación, mejorar los servicios básicos y
cumplir las leyes.
Entonces nos exhortaban
a fomentar la participación “a las nuevas fuerzas emergentes y al liderazgo renovado,
que no necesariamente se puede encontrar en los grandes partidos polÃticos
tradicionales.”
Nuestros Obispos pedÃan
que “se les dé mayores oportunidades a los partidos minoritarios”. También señalaron las cualidades que debe
tener un lÃder: auténtico espÃritu de servicio, una plataforma polÃtica con
visión clara; un programa de gobierno atento a las más urgentes necesidades del
pueblo. LÃderes, “que puedan exhibir en su hoja de vida social, pública y
privada, una mayor coherencia con los principios éticos y morales,
particularmente, lo que tiene que ver con la honradez, el trabajo y la
disciplina.”
Los pastores ya lo
saben, ¡faltan las ovejas!
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