Comunicación | Mons. Raúl Berzosa
¿Qué caracteriza el nuevo
quehacer periodístico?
En el Día nacional del Periodista (5-4-2021), Mons. Raúl Berzosa presidió la Eucaristía que contó con la presencia de la presidenta del Colegio Dominicano de Periodistas, Mercedes Castillo y otros miembros de la entidad. En su homilía, dio claves para caracterizar el periodista contemporáneo (él también es periodista y ha ejercido el oficio).
Han cambiado mucho las formas y los contenidos
periodísticos. De la galaxia Gutenberg hemos pasado al planeta internet. De
llamarse medios de comunicación social a prevalecer su aspecto de redes
sociales. Estamos, como lo está la sociedad en su conjunto, en un cambio de
época. ¿Qué caracteriza el nuevo hacer periodístico?... Insinúo algunas de sus
claves en forma de decálogo:
1.- Hoy se prima el transmitir emociones efímeras,
y no tanto contenidos de fondo. Estamos en la era del consumidor tecno-líquido
que lee menos de cien caracteres.
2.- En esta época de la postverdad, somos deudores
y estamos hipotecados por lo “informacional”, es decir, por el número de
seguidores… Con el agravante del dudoso criterio “me gusta/no me gusta”.
3.- Desde lo informacional, corremos el peligro de
constituimos en familias, grupos o tribus de micropoder, donde cada cual
alimenta sus propias redes, elige sus favoritos, y selecciona, resta, y suma
sus micromundos.
4.- Las redes alimentan el Big-Data, o gran
hermano, que, al controlar, en tiempo real, el gusto y las preferencias de los
destinatarios, produce y distribuye muchas veces, en el mundo de la
comunicación, tan sólo lo “políticamente correcto” de la cultura hegemónica con
pretensiones de ser la única.
5.- La flexibilidad, la inmediatez, y el
presentismo del periodismo de redes y de chats, favorecen la narración de
historias breves y que no dejan apenas huella, y de historias visuales más que
escritas.
6.- La ley que se impone es el “compartir” por el
“compartir”. No importa tanto lo que se comparte, los contenidos, como el
ritual mismo de compartir, en una vorágine que resta tiempo al tiempo e impide
un necesario juicio sereno y equilibrado.
7.- A veces los periodistas nos estamos
reconvertiendo en una especie de “hackers”, siempre desvelando lo encubierto o
traspasando lo que se cree inaccesible y prohibido.
8.- El macropoder de las nuevas tecnologías
mediáticas está cada vez más controlado y concentrado en pocas manos y en
lobbys económicos e ideológicos. Siempre ha sido muy difícil y arriesgado ser
periodista comunicador; hoy, lo es aún más. Nadamos entre dos aguas o estamos
cruzando dos fuegos constantemente: el de los ciudadanos a quienes servimos y
el de los propietarios de los grandes medios.
9.- Se ha perdido lo diacrónico, es decir, el
relato; con frecuencia, nos limitamos a elaborar mensajes errantes sin ofrecer
narraciones vivas; expresamos instantes fugaces y no tradiciones vivas y con
raíces.
10.- Somos, en resumen, en esta sociedad de
“arenas movedizas” como profesionales errantes o nómadas de las redes;
trabajando más bien con lo efímero, y atrincherados en nuestras fuentes a veces
muy cuestionables y cuestionadas.
A pesar de todo, aquí estamos. Sirviendo a una
sociedad que nos necesita para ser sociedad libre, abierta, plural y
democrática. Aquí estamos como profesionales que saben y desean unir la
información veraz con la ética. Aquí estamos arriesgando nuestras vidas y a las
de nuestros seres queridos. Por eso es tan injusto como lamentable que se nos
puede calificar a todos bajo un solo parámetro negativo, sin diferenciar a los
verdaderos y genuinos profesionales de los que son falsos, corruptos, y
manipuladores comunicadores, sin titulación y sin ética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...