Reportaje | Prensa CELAM/AICA
Conversatorio sobre las
mujeres en la
sinodalidad de la Iglesia. Becquard:
"Mujeres y jóvenes,
motor para ayudar
a la conversión sinodal"
La subsecretaria del Sínodo de Obispos expuso sobre
"Mujeres en la Iglesia, el desafío de la sinodalidad" y esbozó el
camino a seguir ante el llamado del Papa para salir del clericalismo.
La hermana Nathalie Becquard, subsecretaria del Sínodo
de Obispos fue la oradora principal en la conferencia internacional virtual
“Mujeres en la Iglesia, el desafío de la sinodalidad”, organizada por la
Academia Latinoamericana de Líderes Católicos y la Unión Mundial de las
Organizaciones Femeninas Católicas (Umofc).
La reflexión de la religiosa francesa y primera mujer
en la historia de la Iglesia que tendrá derecho a voto en los sínodos, estuvo
acompañada de comentarios de la senegalesa Sophie Gladima, ministra de Energía
de Senegal y única católica en el gobierno musulmán de ese país africano;
Cristiane Murray (Brasil), primera mujer en ser vicedirectora de prensa de la
Santa Sede; y monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y
secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).
La hermana Becquard se refirió al contexto actual de
las mujeres en la Iglesia con tres expresiones: “una llamada urgente, fuertes
aspiraciones, un signo de los tiempos”, que fueron ponderadas luego por los
comentaristas.
Sobre la sinodalidad, la religiosa francesa reconoció
que es una palabra fácil de decir, incluso teorizar, pero que no es tan fácil
llevarla a la práctica.
Asimismo, recordó que en los orígenes de la Iglesia la
sinodalidad era una práctica habitual, que si bien a lo largo de la historia
desembocó en jerarquías, fue retomada en el Concilio Vaticano II.
“Es necesario reaprender de este concepto para ver
cómo caminamos juntos como hermanos y hermanas en Cristo”, aseguró.
La hermana Becquard consideró que para lograrlo
“mujeres y jóvenes pueden ser el motor para ayudar a la conversión sinodal de
la Iglesia a la que estamos llamados para salir del clericalismo”.
Y subrayó que esta idea de sinodalidad convoca “a ir a
la escucha de la diversidad del pueblo de Dios con esta idea de la fraternidad
que nos llama realmente a ser todos protagonistas” sobre todo desde la misión.
En este sentido, explicó que “la sinodalidad es un
camino para volver a encontrarnos en una renovación de la Iglesia misionera”.
La religiosa admitió que “los cambios de mentalidad
son muy lentos, estamos heredando muchos siglos con todas las consecuencias que
todo esto ha llevado, pero el Espíritu Santo obrará”.
En su intervención, monseñor Lozano agradeció a la
religiosa francesa por su intervención, al afirmar que “no se trata entonces de
una visión abstracta o para resolver en un diálogo de ideas, tampoco se trata
de un problema a resolver, ni de concesiones engañosas que tranquilicen el
momento”.
“Utilizando expresiones de San Pablo VI y del papa
Francisco, no buscamos un barniz superficial ni un maquillaje para la ocasión.
El papa Francisco se ha dirigido a las mujeres recalcando el papel que ocupan
en la vida civil y eclesial, abogando por el reconocimiento pleno de sus
derechos”, señaló.
“La Iglesia tiene impreso rostro de mujer, nuestras
asambleas, los grupos parroquiales, las celebraciones, los ministerios
pastorales en nuestras comunidades, la calidad de la reflexión y la calidez de
la entrega a los pobres y abandonados se teje principalmente en las entrañas
femeninas, cuyo seno es espacio de cobijo y amparo”, agregó.
Monseñor Lozano dijo que “las mujeres nos impulsan a
escuchar el clamor de los pobres y el gemido de la tierra”, de hecho “el papa
Francisco reconoce que en muchos lugares del mundo y durante siglos, las
mujeres mantuvieron a la Iglesia en pie con admirable entrega y ardiente fe”.
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