Comentario | José
Antonio Pagola, teólogo
Jesús es sabio y curador
No tenía poder cultural como los escribas. No era un
intelectual con estudios. Tampoco poseía el poder sagrado de los sacerdotes del
templo. No era miembro de una familia honorable ni pertenecía a las élites
urbanas de Séforis o Tiberíades. Jesús era un obrero de la construcción de una
aldea desconocida de la Baja Galilea.
No había estudiado en ninguna escuela rabínica. No se
dedicaba a explicar la ley. No le preocupaban las discusiones doctrinales. No
se interesó nunca por los ritos del templo. La gente lo veía como un maestro
que enseñaba a entender y vivir la vida de manera diferente.
Jesús obrero
Según Marcos, cuando Jesús llega a Nazaret acompañado
por sus discípulos, sus vecinos quedan sorprendidos por dos cosas: la sabiduría
de su corazón y la fuerza curadora de sus manos. Era lo que más atraía a la
gente. Jesús no es un pensador que explica una doctrina, sino un sabio que
comunica su experiencia de Dios y enseña a vivir bajo el signo del amor. No es
un líder autoritario que impone su poder, sino un curador que sana la vida y
alivia el sufrimiento.
Sin embargo, las gentes de Nazaret no lo aceptan.
Neutralizan su presencia con toda clase de preguntas, sospechas y recelos. No
se dejan enseñar por él ni se abren a su fuerza curadora. Jesús no logra
acercarlos a Dios ni curar a todos, como hubiera deseado.
Jesús de Nazaret
A Jesús no se le puede entender desde fuera. Hay que
entrar en contacto con él. Dejar que nos enseñe cosas tan decisivas como la
alegría de vivir, la compasión o la voluntad de crear un mundo más justo. Dejar
que nos ayude a vivir en la presencia amistosa y cercana de Dios. Cuando uno se
acerca a Jesús, no se siente atraído por una doctrina, sino invitado a vivir de
manera nueva.
Por otra parte, para experimentar su fuerza salvadora
es necesario dejarnos curar por él: recuperar poco a poco la libertad interior,
liberarnos de miedos que nos paralizan, atrevernos a salir de la mediocridad.
Jesús sigue hoy «imponiendo sus manos». Solo se curan quienes creen en él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...