Sacramentos | P. Eugenio
Chabot, msc
La Misa y su
significado para las primeras comunidades
Los cristianos van a la
misa el domingo. Decimos que asisten a la misa. Desde el concilio Vaticano II,
se les invita a participar en la misa. El sacerdote dice o celebra la misa.
Hacemos decir unas misas por los difuntos. La palabra "Misa" tiene
una historia bastante extraña. Viene de la fórmula que terminaba los diversos
oficios religiosos celebrados en el LatÃn. Uno de los celebrantes decÃa:
"ite, misa est" "vayan, es el tiempo de marcharse, la hora de la
salida, esto es el envÃo ".
Muy temprano, desde el
siglo VI, la palabra "misa" designó el mismo oficio religioso y más
particularmente la eucaristÃa. El término que utilizamos habitualmente para
nombrar la eucaristÃa es pues, en sà mismo, un término pobre de contenido. Y esto
se averigua en el uso de las expresiones "decir la misa" o
"asistir a la misa”.
Como el término misa tiene
su origen en una palabra latina que significa enviar (mitterre), se ha querido
a veces hacer del "¡te, misa est " una fórmula de envÃo en misión. Se
alude entonces al final del Evangelio de Mateo: "estoy con ustedes, todos
los dÃas, vayan, de todas las naciones, hagan unos discÃpulos". Pero, se
trata aquà de una interpretación que no corresponde al nacimiento de la
fórmula. Lo que no quiere decir que no tenga ningún interés para una
comprensión del sentido de la misa. Cabe añadir que los hermanos reformados, en
reacción contra la "misa romana ", emplean comúnmente la expresión
"la Cena del Señor" para designar la EucaristÃa.
Los términos con los
cuales decimos las cosas nos revelan la idea que nos hacemos de ellas. En el
transcurso de los tiempos, hemos utilizado muchas expresiones para designar lo
que llamamos la misa. Lo que indica que nos enfrentamos a una realidad que no
se deja fácilmente comprender. Podemos subrayar tales o cuales aspectos, como
ha ocurrido según las épocas, a veces con detrimento los unos de los otros.
Desde el origen hasta hoy,
hay continuidad, pero con el riesgo de olvido, hasta de amnesia. Por eso
resulta primordial preguntarnos cómo el Nuevo Testamento designa la EucaristÃa.
De hecho, en todo el Nuevo Testamento, encontramos solamente dos expresiones,
pero muy llenas de sentido.
La primera se encuentra en
San Pablo, en la primera carta a los Corintios, la cual habla de "la cena
del señor" (1Cor.; 11, 17-22). La otra se halla en San Lucas. En su
Evangelio, él nos dice que los discÃpulos de Emaús reconocieron a Jesús
"en la fracción del pan "(Le. 24). Las mismas palabras se encuentran
en los Hechos de los Apóstoles. San Lucas dice de los primeros cristianos
"que eran asiduos a la fracción del pan" (Hechos 2, 42 y cap. 20). La
“fracción del pan" parece haber sido el gesto central de la cena
cristiana, de la Cena del Señor.
El término EucaristÃa aparecerá más tarde, alrededor del año ciento cincuenta (150). Pero se halla muy cercano al mundo bÃblico. De hecho, el término EucaristÃa significa dar gracias. Ahora bien, en los cuatro relatos que tenemos de la Cena (Mt, Mc, Lc, 1 Cor. ), se nos dice que Jesús "dio las gracias", y el hecho está muy subrayado. Este término de eucaristÃa es también un eco de las palabras de Jesús cuando multiplicó los panes. En los Hechos, Lucas asocia también la fracción del pan a la alabanza hecha a Dios, "rompÃan el pan… Alababan a Dios" (He 2,46-47). ADH 716
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