Al abrir la puerta | Vicente Niño/RE
Cuando no sepas qué hacer,
reza
¿Qué se puede
hacer cuando no se puede hacer nada?
En estas
semanas me he encontrado –esto de intentar servir a otros…- con algunas
situaciones personales difíciles. Muy difíciles. Con conflictos, enfermedades,
dificultades laborales, sospechas y dudas, problemas familiares, problemas
personales, que dejan un peso de oscuridad en el corazón.
Ante el dolor,
el miedo, el sufrimiento de los otros, surge la compasión, y con ella la
voluntad, el deseo, el anhelo, de poder ayudar. Ojalá tuviéramos la capacidad
de solucionar los problemas, los daños, el temor, las situaciones de quienes sufren.
Ojalá pudiéramos acabar con el dolor del mundo.
Pero no es así
la vida. No cabe a veces –y no es poco- más que quizás escuchar. Quizás
aconsejar. Quizás acompañar. Pero no podemos arrancar el sufrimiento solo por
compasión. Ojalá pudiéramos.
Ahí entra la
pregunta. ¿Qué se puede hacer cuando no se puede hacer nada?
Rezar. Cuando
no sepas que hacer, reza.
Rezar para que
sientan a Dios cerca aún en medio del dolor, para que el miedo no les pueda,
para que no pierdan la esperanza. Rezar para que haya luz en medio de su
oscuridad, para que se fortalezcan las personas en el sufrimiento, para que la
paciencia les sostenga. Rezar para que no les hunda ni les destruyan los
problemas. Para que aun del daño puedan aprender y crecer. Que no les
deshumanice. Que el dolor les abra al amor y no al odio.
Desde luego
rezar también para que Dios actúe, sane, cuide, ¡que solucione el problema Él
mismo que nosotros no podemos! pero que no se haga nuestra voluntad sino la
suya…
¿Qué se puede
hacer cuando no se puede hacer nada? Rezar. Cuando no sepas que hacer, reza.
Publicado por Revista Ecclesia
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...