Solidaridad | Luis Miguel Modino/PC
ODUCAL: “La escucha del otro debe ser el sello característico del discípulo misionero latinoamericano”
Un “compromiso por caminar de forma fraterna,
constructiva y crítica, de la mano de la Iglesia y del CELAM, en pos de una
sociedad más justa y solidaria, más tendiente al bien común y una vida de fe en
Jesucristo y en su redención”, es el deseo de la Organización de Universidades
Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL), que reúne a más de 100
instituciones de educación superior católicas.
Colaborar en un proyecto pastoral para el siglo
XXI
En el marco del Proceso de Escucha de la Asamblea
Eclesial de América Latina y el Caribe convocado por el Consejo Episcopal
Latinoamericano (Celam), emitían este 30 de agosto, fecha en que se ha
encerrado el Proceso de Escucha, un pronunciamiento en el que afirman que “nos
alegra y motiva la posibilidad de colaborar con nuestros obispos en la
definición de las líneas programáticas de un proyecto pastoral para el siglo
XXI”.
Desde ODUCAL destacan la importancia de la
escucha, que, siguiendo la tradición bíblica, “permite que la voz del otro
llegue al interior del oyente y lo interpele”, viendo esta actitud como una
forma de amar. Por eso consideran el escuchar como “el sello característico del
discípulo misionero latinoamericano”.
Camino recorrido, presente y futuro
El documento presenta el camino recorrido,
presente y futuro. En el camino recorrido se hace un resumen de las cinco
conferencias generales del episcopado latinoamericano vividas hasta ahora,
destacando las referencias a las universidades que aparecen en los documentos.
A partir de las conclusiones de las cinco conferencias son presentados los
comentarios, englobados en seis puntos, que hacen referencia a la falta de
continuidad en los objetivos y la acción, los problemas de equidad y
oportunidades de acceso, algo ya presente en la reflexión de Medellín, hace más
de 50 años.
Desde ODUCAL se reflexiona sobre la formación
integral dentro de los programas de estudio y la falta de adaptación de éstos a
la realidad latinoamericana y caribeña. Junto con eso se hace ver el poco
cultivo de la Doctrina Social en las universidades católicas en el continente,
a pesar de los esfuerzos realizados en la última década con la creación de
diferentes organismos en ese campo. Se insiste en la escasez de actividades de
investigación y se reflexiona sobre la importancia de la identidad católica y
la fidelidad al Magisterio.
¿Qué personas estamos formando?
En lo referente al camino presente, se parte de la
realidad actual, señalando que en América Latina y el Caribe existen hoy 142
universidades católicas, de las que 113 forman parte de ODUCAL, englobando más
de 1,5 millones de estudiantes. En esa coyuntura se preguntan: ¿Qué personas
estamos formando?, recordando el pedido del Papa Francisco de formar jóvenes
que se conviertan “en protagonistas del bien común, en líderes creativos y
responsables de la vida social y civil con una visión correcta del hombre y del
mundo”. También se analiza la investigación y la interacción con la sociedad,
destacando que algunas de ellas son punteras en sus respectivos países.
Al presentar el camino hacia el futuro, parten de
una pregunta: “¿Qué es lo que más nos duele de esta realidad que estamos
viviendo?”. El texto relata siete situaciones: la secularización e “invierno
eclesial”; la pobreza y desigualdades sociales; el haber perdido a los pobres,
que han pasado a las iglesias evangélicas; un modelo de desarrollo perverso; el
radicalismo, que ha conducido a la atomización social, al narcisismo colectivo,
el populismo y una vivencia eclesial marcada por la ideología; la crisis de
legitimidad; y la decadencia moral y social.
Razones para la esperanza
Frente a ello, el texto vislumbra razones para la
esperanza. Entre ellas destaca la tremenda fortaleza del Papa Francisco; los
despertares juveniles; la valorización del patrimonio doctrinal y pastoral
latinoamericano.
El documento recoge los grandes temas presentes en
la pastoral, comenzando por una reflexión sobre el hecho de ser un continente
católico que no se comporta como tal, una afirmación que se justifica al ver la
corrupción, impunidad, desprecio por la ley y raquítica participación cívica.
Junto con eso, la busca de una plena ciudadanía en la sociedad y la Iglesia
para los pueblos indígenas y afrodescendientes, para lo cual se proponen
diferentes iniciativas. Un tercer elemento importante es la formación sacerdotal,
que hoy tiene muchas carencias. También el papel de la mujer, un tema
considerado complejo, pero al mismo tiempo fundamental. Finalmente se plantea
la reflexión sobre el liderazgo social de los obispos, sobre la necesidad de
ser pastores con “olor de oveja”.
Compromisos de futuro
Desde ODUCAL se presentan temas ausentes en la
pastoral: una fe separada de las cuestiones sociales; una fe excesivamente
interiorizada, que provoca que “el cristiano adora a Dios solamente en la
intimidad de su vida privada”; “Aterrizar” la Doctrina Social de la Iglesia,
para que “ilumine las realidades sociales, laborales, culturales, políticas y
familiares, generando intuiciones creativas y abriendo caminos para la
generación y fortalecimiento de dinámicas del bien común; continuidad entre
comunidad cristiana y sociedad“.
El pronunciamiento concluye presentando
compromisos en diferentes niveles: personal (formación); vida comunitaria,
abierta, con una actitud de escucha, tolerancia y ayuda mutua en el espíritu
cristiano; la Iglesia latinoamericana, con pastores capaces de guiar a sus
rebaños espiritual y humanamente, y un laicado activo, participativo, bien
formado, capaz de asumir la responsabilidad de incidir, de ser sal de la
tierra, con parroquias que sean comunidad cristiana, y no simplemente agencia
distribuidora de sacramentos; el cuidado de la casa común.
Publicado por Prensa Celam
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