• Noticias

    jueves, 26 de mayo de 2022

    «Aún nos quedan grandes desafíos»: Obispos ecuatorianos frente a celebración del Bicentenario


    Nuestra Fe | Paola Calderón Gómez/PC

     


    «Aún nos quedan grandes desafíos»: Obispos ecuatorianos frente a celebración del Bicentenario


    Superar las diferencias y apelar al diálogo como un camino para solucionar los problemas sociales y económicos del país, fue una de las invitaciones hechas por los obispos ecuatorianos en su mensaje por la conmemoración del Bicentenario de la batalla de Pichincha este 24 de mayo.


    Recordando el aporte diario de sus ciudadanos, los obispos del país andino, indicaron que la conmemoración del Bicentenario es una oportunidad para hacer memoria de aquellos hombres y mujeres que soñaron con la libertad. Una ocasión para agradecer a todos los que de manera valiente han forjado la historia del país.


    «Este Bicentenario nos llena también de alegría y gratitud por nuestra ecuatorianidad, por aquello que somos, sus sabidurías ancestrales, sus múltiples tradiciones culturales y religiosas, heredadas de nuestros padres y que constituyen verdaderos tesoros donde deben nutrirse las jóvenes generaciones,» indicaron los prelados.


    La memoria histórica

    En el mensaje, los obispos reconocen que la celebración del Bicentenario es un llamado a no romper con los vínculos de la historia y los valores representados en el ser, sentir y pensar de los ecuatorianos.


    Si bien reconocen que actualmente hay temas que urge resolver, como la pobreza extrema, el desempleo, la violencia, la corrupción, el narcotráfico, el racismo y la falta de tolerancia; el Bicentenario es un tiempo propicio para honrar a los hombres y mujeres que, durante estos doscientos años, han trabajado por un Ecuador mejor, desde todos los campos del quehacer cotidiano, como quienes han luchado en las fronteras resguardado la integridad territorial.


    Para la Iglesia se trata de realidades que deben interpelar a ciudadanos y líderes políticos a realizar un autoexamen sincero sobre su rol en la búsqueda y la construcción del bien común. Según los obispos «no se trata solo de enfrentar en negativo estos asuntos, sino de abrir nuevos caminos y estar abiertos a las soluciones que no siempre vienen de los expertos«. Teniendo presente que desde su condición de pastores se encuentran al margen de los rigores de la política partidista y las rivalidades electorales, desde el ejercicio de su libertad y los valores democráticos que caracterizan a la sociedad ecuatoriana se sienten en el deber de invitar a los responsables de las decisiones a defender los intereses de la población más vulnerable.


    La misión de la Iglesia

    Refiriéndose a los aportes de la Iglesia Católica y de otras confesiones religiosas a la historia de la nación, recordaron que como institución han sido parte integrante y relevante en el desarrollo del país, pues a través de sus obras pastorales, no sólo han sostenido y levantado a muchos hombres y mujeres agobiados por el peso de la existencia, sino que con el anuncio del Evangelio y la asistencia espiritual, han trabajado por cumplir con su responsabilidad de salvaguardar lo humano, garantizando, en muchos lugares y para miles de personas, los servicios básicos de salud y educación.


    Cooperación que mantendrán porque hace parte de su misión, recordando siempre las palabras del Papa San Juan Pablo II el 1 de febrero de 1985; es necesario vencer la indiferencia y «que nadie se sienta tranquilo mientras haya en el Ecuador un niño sin escuela, una familia sin vivienda, un obrero sin trabajo, un enfermo o un anciano sin adecuada atención».


    Escucha y discernimiento

    Recordando la invitación del Papa Francisco a caminar juntos, los prelados ecuatorianos aseguran que es tiempo de asumir una actitud de escucha y discernimiento ante las diferentes posibilidades con el fin de tomar decisiones que incidan en el compromiso con una cultura que respete a los diferentes sectores sociales y proponga una economía capaz respetando las iniciativas privadas y la libertad en donde toda la sociedad se sienta corresponsable de su presente y futuro.


    Mirando hacia el futuro, los obispos no dudaron en hablar de los grandes desafíos que tienen como sociedad, pero su reconocimiento no implica abandonar los sueños por la libertad y la equidad, sino que es una patria donde todos puedan reconocerse como hermanos. «No hay enemigos que combatir, sino hermanos con los que tenemos que contar para hacer realidad nuestros sueños,» concluyen.


    Publicado por Prensa Celam


    No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...

    Para Vivir Mejor


    Entradas Recientes



    La Familia


    Amigo del Hogar | Revista

    Orientada esencialmente a la familia desde una visión humano-cristiana, la Revista Amigo del Hogar nace en el año 1942, como obra evangelizadora de los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC).

    ¿Quiénes Somos?

    Somos una comunidad religiosa fundada por el P. Julio Chevalier en el año 1854, en Issoudun, Francia. El proyecto al que buscamos ser fieles es, desde el Corazón misericordioso de Jesús, anunciar el amor de Dios al mundo.

    Temas de Salud


    Entradas populares