La Escuela Económica | Esteban Delgado (@estebandelgadoq)
Algunos
consejos sobre el ahorro “en pobreza”
Esta semana, el pasado 31
de octubre, se conmemoró el Día Mundial del Ahorro. Sin entrar en detalles
sobre la razón por la que se celebra este día desde el año 1924, lo importante
aquí es destacar las ventajas que tiene el buen hábito del ahorro.
Sin embargo, ahorrar “en
pobreza” es sumamente difícil, pues el dinero no es suficiente para sacar una
parte y guardarla sin producir. Por el contrario, la mayoría de los pobres
tienen que tomar prestado cada mes para poder completar la quincena, en los
casos de los asalariados, o el día a día, para los informales.
Pero hay algo que sí es
cierto, aunque usted no lo crea: siempre hay espacio para sacar algo y ahorrarlo,
aun en medio de las precariedades.
Para ahorrar en pobreza
hay que tomar en cuenta varios elementos, algunos de los cuales citaremos a
continuación.
Lo primero es que,
posiblemente, usted se endeuda cada mes o quincena con el prestamista, por lo
que se le hace prácticamente imposible sacar algo de dinero para ahorrar. Es
cierto. En su caso, entonces, usted debe darle más prioridad a su “fuerza de
voluntad”, a los fines de comenzar a hacer recortes inteligentes en su hábito
de consumo para disciplinarse, primero eliminando la deuda y al eliminarla
proponerse no volver a tomar prestado para completar la quincena, sino, más
bien, sacar algo de dinero para ahorrar aunque, sea poquito.
En los casos de quienes
están iniciando su vida productiva ahora, es decir, que no tienen deudas, ni
hijos ni nadie a quien mantener, han conseguido su primer empleo y tienen
espacio para ahorrar, no dude en hacerlo. Saque una parte de su salario para
una cuenta de ahorro, también aparte de su cuenta de nómina, y guarde cada mes
hasta acumular un buen monto.
Datos a tomar en cuenta:
nunca le diga a su familia que usted está ahorrando y en caso de decirlo, nunca
diga cuánto dinero tiene ahorrado. Esa cuenta es “secreta”, solo usted la
maneja, solo usted sabe la clave, solo usted sabe cuánto es el balance.
Otra cosa, nunca le sirva
de garante o codeudor a nadie, a nadie es que ni siquiera a su mamá, ni a su
hermano o hermana, ni a su padre ni a ningún amigo o amiga. A nadie. Mejor
regálele un dinerito, antes que servirle de garante. No importa que sea una
persona seria, responsable. No. De todas formas, es no.
Tampoco le preste dinero
de sus ahorros a nadie, ni siquiera a un familiar cercano. A nadie. Tome en
cuenta que a nadie lo meten preso por deuda y tampoco lo matan, pues entonces
no podría pagarla. Esto indica que, si usted tiene algún familiar preocupado
por una deuda, solo dígale que busque la forma de saldarla (sin su ayuda,
claro) pero no se preocupe por su situación, porque no va a morir de eso.
Una forma de librarse de
solicitudes de préstamos de la familia es hacerle ver que usted está endeudado.
Esto es, cuando usted compra un carro o un apartamento o lo que sea, aunque lo
haya pagado de contado, hágale saber a todos sus cercanos que fue mediante un
préstamo y que lo está pagando y que eso le mantiene siempre sin dinero
disponible, aunque no sea verdad. De esa forma, cuando alguien le quiera pedir
prestado usted le dice: “¿y de dónde? Si yo tengo que pagar un préstamo mensual
del carro o de la casa”.
Otro elemento a considerar
para ahorrar es independizarse. Esto va más para las mujeres jóvenes que siguen
viviendo en la casa familiar y siempre se le pegan todos los gastos, porque es
la que trabaja y no tiene hijos ni “nadie a quien mantener”. Grave error.
Lo ideal es que, si usted
es autosuficiente, busque la forma de mudarse sola, preferiblemente lejos de su
casa familiar. Así usted va de visita cada semana, le da un dinerito a su mamá
o a su papá y siempre estarán felices. Eso le saldrá más barato y cómodo que
vivir en la casa y cargar con todos los gastos.
Además, al vivir sola,
tendrá más privacidad, independencia y felicidad.
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