Arroz con Mango

Meditaciones | Sandy Yanilda Fermín

 

Arroz con Mango

 

El sábado pasado tuve que salir con mi hijo a un laboratorio y cuando regresábamos, nos detuvimos en un semáforo y él hace una pregunta en voz alta: ¿qué pasaría con el tránsito, si no hubiera semáforo? Yo le respondí: “un arroz con mango”. El me responde: sabes mami, en mi colegio también se usa que, si no eres ordenado con la tarea y muchas veces no eres organizado y escribes materias en un mismo cuaderno, entonces tienes un “arroz con mango”.

 

Continue preguntándole: ¿En cuáles otros momentos de la vida crees que hay arroz con mango? Él me contesta; cuando nosotros desobedecemos o hacemos algo mal. Cuando no respetamos las cosas de Dios, y también cuando no respetamos A Dios, ni el pan y el vino.

 

Mi hija Eleonor nos escucha conversando y dice: pero el arroz con mango no sabe bien. El mango es dulce y el arroz salado. ¿Cómo se comería eso? Y eso me hizo reflexionar que a nivel de la vida pasa algo parecido, en ocasiones, cuando la misma se torna un tanto agridulce, cuando pasamos por malos ratos, nos desvelamos, nos cuesta salir a flote. Cuando nos sentimos ofuscados, con tantas situaciones, muchas cosas pendientes, y en vez de mejorar se complican, se enredan, si no salimos rápido, podrían llegar a ser un desastre y convertirse en un arroz con mango.

Mi hijo, sigue comentando que el arroz con mango a nivel personal también, es cuando los padres nunca se preocupan de su trabajo, de sus hijos, su esposa, la vida les va a saber a arroz con mango, no sabe bien, sino mal.

 

Al igual que en nuestro país, en otros países como Venezuela y Costa Rica, el arroz con mango tiene un significado parecido, al de nuestro país, donde simboliza un enredo o algo que no está en orden.

 

Estuve verificando el significado de este término y conversando con algunos amigos, los cuales me dieron algunas pinceladas sobre el mismo. El arroz con mango: Es algo que no combina. No tiene sentido. Algo atípico, insólito. Algo incoherente o falta de lógica. Algo que no tiene comporte, como diría una amiga mía.

El niño me dice al final que para que no haya arroz con mango en la vida, lo bueno es comer arroz, habichuela, carne y ensalada, como quien dice, debemos llevar una vida balanceada, estable, en armonía, segura, organizada, sin mucho enredo.

 

Si en estos momentos tiene un arroz con mango, en tu vida, haz lo posible por detenerte unos minutos, reflexionar sobre la dulzura de la vida, los momentos agradables que llegarán cuando sobre pases el momento no grato del arroz con mango en el que te encuentres, respira con calma y se feliz.