Convivencia | María Milvia Morciano/VN
Acogida e integración, la acción de la red Cáritas ante el
fenómeno migratorio
Un
año después del estallido de la guerra en Ucrania y con motivo de la llegada de
un centenar de refugiados afganos procedentes de Pakistán, se celebró una rueda
de prensa en la Sala Marconi del Palacio Pío para hacer un balance de las
iniciativas en favor de los refugiados y desplazados. Don Marco Pagniello:
"Estamos llamados a construir relaciones de fraternidad".
En
el marco del programa de corredores humanitarios puesto en marcha por Cáritas
Italiana por encargo de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), la Comunidad
de Sant'Egidio y la FCEI - Federación de Iglesias Evangélicas de Italia - y
sobre la base de los protocolos firmados con el gobierno italiano, hoy 23 de
febrero llegan al aeropuerto de Fiumicino un centenar de refugiados afganos.
Estas nuevas llegadas se producen exactamente un año después del comienzo de la
guerra en Ucrania y son una oportunidad para reflexionar sobre las iniciativas
de acogida que Caritas ha puesto en marcha tanto a favor del pueblo ucraniano
como de los refugiados que, procedentes de otros países, han conseguido llegar
a Italia con total seguridad.
El
compromiso de la Iglesia
En
los últimos años, el compromiso de la Iglesia italiana ha ido creciendo al
ritmo del aumento del número de crisis internacionales, trabajando para acoger
e integrar a los refugiados. Crisis que afectan a África, Oriente Medio y, más
recientemente, Europa. Sin olvidar las crisis libia y siria, los talibanes en
el poder en Afganistán y, por supuesto, la guerra en Ucrania. Todos ellos
acontecimientos dramáticos que en una década han producido millones de
desplazados y refugiados. Un éxodo hacia los países vecinos o hacia Italia.
De
2017 a 2023, gracias al programa de los corredores humanitarios, Cáritas acogió
a 1.146 personas, entre ellas 400 menores, 650 mujeres y 300 familias. Hablamos
de personas que a menudo viven en condiciones dramáticas o realizan viajes
largos y peligrosos. Cáritas actúa en este contexto y es activa para brindarles
protección, no sólo con los Corredores Humanitarios, sino también con los
llamados Corredores Universitarios. Don Marco Pagniello, director de Cáritas
Italiana, explica el significado y el modo de actuación de toda la red Cáritas,
centrándose en algunas palabras clave como acogida, inclusión, comunidad.
"No
podemos hacer como si no pasara nada, nuestra fe nos pide que acojamos y una
verdadera acogida es posible si se pone en marcha un proceso de inclusión: no
se trata simplemente de ofrecer una comida o una cama. Estamos llamados a
construir relaciones de fraternidad, a construir caminos en los que tanto los
acogidos como los que acogen puedan experimentar realmente la belleza de una
nueva humanidad", afirma Pagniello.
¿Cómo
se logra esta labor de acogida y construcción de una red de apoyo?
Todo
esto sólo es posible si la comunidad, la comunidad cristiana pero también la
comunidad civil, está en el centro. Una comunidad que no permanece indiferente
ante el cansancio de tantos. Una comunidad que está lista para hacer lugar, que
si está bien acompañada y apoyada también es capaz de hacer grandes cosas. Si
no hay verdaderos procesos de inclusión, corremos el riesgo de no gobernar el
fenómeno migratorio y de crear así esas situaciones que tanto preocupan hoy a
nuestras ciudades.
Y
además de la acogida, ¿la inclusión implica también una inversión en los
países?
Creo
que es necesaria la inversión en tiempo y recursos, pero sobre todo la
inversión en una visión. Los corredores humanitarios nos dicen que son la
herramienta adecuada para evitar ciertas situaciones, para prevenir la
delincuencia, la explotación, incluso esa clandestinidad que tantas veces corre
el riesgo de socavar todo el trabajo que una comunidad consigue hacer. Estamos
hablando de recursos que no sólo son económicos, sino que creo que es el
momento de invertir en todo lo que cada una de nuestras comunidades tiene y
puede poner a disposición. Ciertamente el corredor que concierne a los
universitarios es un buen ejemplo para relanzar, porque significa invertir en
un joven que viene aquí a Italia a estudiar, a formarse con un proyecto que
luego prevé su regreso a su país de origen, para que pueda llevar lo que ha
madurado y construido y volver a ponerlo a disposición. Teniendo en cuenta que
el cambio climático es a veces una de las principales causas del fenómeno
migratorio actual y no nos permite ser tan lineales, se trata también de ser
flexibles en nuestro pensamiento, en la acción, que debe llevarnos en cada
momento a comprender qué es lo mejor que podemos hacer.
En
cuanto a la solidaridad, debemos recordar que no es simplemente
"dar", sino que forma parte de la inclusión...
Sí,
para nosotros la solidaridad, la caridad, no es simplemente dar, hacer nuestra
parte, es algo más. Ser solidario con alguien es hacer que la historia de esa
persona me pertenezca, me interese. Esto es lo que impulsa la inclusión. El
otro no es simplemente alguien a quien hay que ayudar, sino alguien que debe
entrar en mi historia y que tiene algo que contarme. Y así es como la inclusión se hace más fácil.
Este es el valor del encuentro, de la relación. La diversidad siempre asusta,
pero cuando se va más allá de esta diversidad y se conoce a la persona, nace la
relación y se derriban todas las barreras.
Publicado por Vatican News
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