Meditaciones | Sandy Yanilda Fermín
La Virgen de Fátima
“Virgen
del Santo Rosario”
Hay
una canción que dice: El 13 de mayo, la
virgen María bajó de los cielos a Cova da Iria, Ave, Ave María”, así inicia
la visión de una niña llamada Lucía que la virgen en la advocación de Fátima y
Dios, escogieron para ser su mensajera
en esta tierra. Desde muy niña su corazón tierno, humilde y angelical, le permitió
ver a los ángeles y tener visiones del futuro, como aquel momento que vio a su
hermano durante la guerra en 1917, y la invitación del Ángel fue “vamos a rezar por la paz”.
Cuando
vi la película de la virgen de Fátima, algunos escritores cuestionaban, ¿por qué
le pasó a Lucia, ver a la Virgen entre toda
la gente de ese pueblo? A lo que ella respondió, “sólo era una niña y en ese momento era necesario para difundir su
mensaje y, aun así, no tenía todas las respuestas”.
Ella
le hacia el recuento de cómo veía a los ángeles entre la gente. Transcurrían
los días y un 13 de mayo de 1917, en un momento cuando los niños Lucia, Jacinta
y Juanito, cuidaban el rebaño, jugaban a hacer ecos con su voz llamando: “virgen María” y de repente cayó un estruendo,
como si fuera un rayo, sonó tan fuerte que se asustaron y gritaron. Hubo
silencio, mucho silencio. Se acercaba una suave brisa y al ver la virgen, Lucía
hizo muchas preguntas, como ¿quién es usted señora? ¿De dónde viene? Y la virgen, le dijo que volvieran durante 6
meses consecutivos, para que rezaran y así terminara la guerra. El
mundo necesita paz. La virgen se fue a lo lejos como un
arcoíris en el cielo.
La
gente llamó a Lucía vidente, y la noticia corrió muy rápido y la madre comenzó
a preocuparse. En la segunda aparición, la gente les pedía a los niños que hablaran
a la virgen por su salud y la de sus hijos, fue bonito leer y ver tanta gente
junto a los niños, esperando un milagro por su salud. Se sentía la presencia de la esposa del Espíritu Santo en ellos y donde
la virgen les decía que, si tenían mucha fe, se curarían.
Mientras
la virgen hablaba con los niños les dijo en un momento donde Lucía preguntaba,
que ella quería ir al cielo, le dijo que Francisco y Jacinta vendrían con ella pronto,
pero Lucía debía quedarse un poco más, ella
sería la mensajera del Inmaculado Corazón de María y jamás se quedaría sola.
Un
niño llamado Diego sanó y caminó entre la multitud durante el “Milagro del sol”. Según los
testimonios, luego de la aparición de la Virgen a los pastorcitos, se pudo ver
al sol temblar en una especie de “danza”, fue la última aparición de la Virgen
de Fátima.
El
milagro que sucedió en las vidas de estas personas, incluyendo a los padres de
Lucia y sus primos, nos dejan una lección muy importante. Dios nos usa como instrumentos en todo momento. Dios es una fuente inagotable de ternura,
donde escucha las súplicas de unos niños por todo un pueblo que invoca a la
madre, donde muchos rechazan su verdadera aparición, que está ante los ojos
de unos inocentes que miran con compasión a la madre aparecer en cada
atardecer.
Déjate
usar por Dios, déjate visitar por su amor, ella puede aparecer cuando menos lo esperamos
visitando a quienes más lo necesitan.
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