• Noticias

    jueves, 27 de julio de 2023

    ¿Y si oculto un pecado grave en confesión? Dos sacerdotes youtubers contestan


    A Debate | Zenit.org

     


    ¿Y si oculto un pecado grave en confesión? Dos sacerdotes youtubers contestan


    Dijeron que a pesar de que un mal haga sentir vergüenza o incomodidad por haberlo cometido, la confesión y debe ser sincera.


    Por vergüenza o temor, para muchas personas es difícil confesar algunos pecados durante el sacramento de la Reconciliación. Sin embargo, rara vez se es consciente de las consecuencias que involucra ocultar deliberada y a conciencia un pecado grave durante la confesión.


    Desde hace años, los sacerdotes franciscanos Leonard Bielecki y Franciszek Chodkowski, animan desde Polonia el canal de YouTube bEZ sLOGANU (Sin eslogan), en el que debaten importantes temas de espiritualidad. En el último episodio, abordaron la cuestión de los pecados que algunos silencian en el confesionario.


    Se invalida la confesión

    Se preguntan los sacerdotes si, ¿ocultar un pecado de forma deliberada invalida la confesión? «Cuando acudimos al confesionario tendemos a no alardear de nuestros pecados. Saber que algo estuvo mal nos hace sentir vergüenza. Pero, aunque nos incomode, poco o mucho, llega el momento de la confesión y debe ser sincera. Si vengo al confesionario y oculto un pecado, no quiero decirlo y se trata de un pecado grave, la confesión no es válida», advierte el fraile Leonard Bielecki.


    Y su hermano OFM Franciszek Chodkowski complementa: «Estamos obligados a confesar los pecados graves en la confesión (CDC n°s 987 y 988). Hay que confesarlos. Los pecados leves a veces se nos escapan. Nuestra vida es imperfecta y cada día nos suceden pequeños pecados. En cuanto al sacramento de la Confesión, es allí donde deben confesarse los pecados mortales».


    La Iglesia enseña que solo mediante la confesión sacramental se pueden perdonar los pecados graves. Y todo lo confesado está bajo el resguardo del sacramento al que se obligan los sacerdotes confesores. «El secreto de confesión, que amordaza al sacerdote de forma absoluta (CDC n°s 983 y 984), está precisamente ahí para darte el consuelo de la confesión. La tercera cosa que es bastante importante aquí se refiere al hecho de que el sacerdote que te confiesa ya ha escuchado decenas, miles, cientos de miles de confesiones, y realmente para el sacerdote, si alguien viene con un pecado, la absolución es más importante que la vergüenza», explica el hermano Leonard Bieleck y añade que si de forma deliberada se ocultan pecados: «Una confesión así no es válida y las confesiones posteriores tampoco lo son porque se ha ocultado el pecado grave».


    Ser sinceros ante Dios

    Es vital –subraya el franciscano Franciszek Chodkowski– tener presente que en el Sacramento de la Reconciliación tenemos el privilegio de ser sinceros ante Dios, de situarnos desde la verdad.


    «Que yo oculte ante el sacerdote mi pecado mortal no significa que Dios no lo sepa. Él lo sabe. Y yo, al acercarme al sacramento de la reconciliación, me confronto con la inmensidad de la misericordia de Dios y quiero hacer uso de este don. ¿Le pido perdón y al mismo tiempo le miento? No confesar un pecado es un intento de ocultar a Dios la verdad sobre mí mismo», alerta el hermano Franciszek.


    Prepárate, abre tu corazón y alaba a Dios por su perdón

    Al ir a confesarte…


    Haz examen de conciencia para confesar todas tus faltas.

    Se consciente de la tristeza que en Jesús provocan tus pecados. Permítete sentir el dolor por tus pecados.

    Ten propósito de enmienda.

    Di todos tus pecados al confesor desde la última confesión bien hecha (si alguna vez ocultaste algún pecado… dilo al sacerdote confesor y abre tu corazón, confiesa ese pecado que ocultaste).

    Cumple la penitencia.


    Publicado por Zenit.org


    No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...

    Para Vivir Mejor


    Entradas Recientes



    La Familia


    Amigo del Hogar | Revista

    Orientada esencialmente a la familia desde una visión humano-cristiana, la Revista Amigo del Hogar nace en el año 1942, como obra evangelizadora de los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC).

    ¿Quiénes Somos?

    Somos una comunidad religiosa fundada por el P. Julio Chevalier en el año 1854, en Issoudun, Francia. El proyecto al que buscamos ser fieles es, desde el Corazón misericordioso de Jesús, anunciar el amor de Dios al mundo.

    Temas de Salud


    Entradas populares