Cultura y Vida | Ángeles Conde Mir
Macron reitera que Notre Dame abrirá al culto el 8
de diciembre de 2024
Mantiene la
promesa de reconstrucción total en cinco años desde el incendio pese a la
muerte en días pasados del encargado de las obras del templo
No habían
pasado ni 48 horas desde aquella tarde del 15 de abril cuando el presidente
francés Emmanuel Macron anunció que la catedral de Notre Dame, todavía
humeante, sería reconstruida en cinco años. No se sabía cómo o en qué estilo,
pero en solo un día ya contaba con 700 millones de euros de donantes de todo el
mundo para invertir en la restructuración de uno de los emblemas franceses más
queridos.
500
bomberos trabajaron en la extinción de las llamas pudiendo salvar los tesoros
de la catedral: la corona de espinas de Cristo y la túnica de San Luis. También
quedaron intactas las vidrieras, un fragmento de la Cruz y uno de los clavos de
la crucifixión, tesoros que se guardaron en el Museo del Louvre.
Pero dos
tercios de la cubierta de la catedral desaparecieron y con ellos la aguja y el
campanario. El órgano principal, construido hace cuatro siglos, sufrió también
algunos daños. En aquellos días, muchos parisinos y turistas se acercaban a
alguno de los puentes que cruzan el Sena desde donde divisaba la catedral
herida. Solo se detenían en un silencio casi reverencial sin creer que Notre
Dame pudiera desaparecer puesto que las primeras horas de evaluación de daños
fueron críticas. «Sí, reconstruiremos la catedral de Notre Dame en y será
todavía más hermosa de lo que era. Lo haremos en cinco años. Podemos hacerlo»,
decía Macron en un discurso televisado dirigido a la nación apenas dos días
después del desastre.
Cuando
queda poco más de un año para cumplir ese plazo de cinco años, el presidente francés ha
reiterado que la catedral abrirá al culto el 8 de diciembre de 2024 pese a que
la reconstrucción ha sufrido un duro golpe, la desaparición del general
Jean-Louis Georgelin, encargado desde 2019 de garantizar el correcto desarrollo
de las obras, así como los plazos de ejecución. Coordinaba a las mil personas
que trabajan en el renacimiento del templo e informaba también a los donantes
del trascurso de los trabajos. El militar, que había sido jefe del Estado Mayor
del Ejército de Francia, falleció en un accidente de montaña el pasado 19 de
agosto y había sido designado por Macron para el cargo solo un día después del
incendio.
En su
discurso durante el funeral de Georgelin en los Inválidos de París, Macron
aseguró que se mantiene el compromiso de reabrir al culto y a las visitas
turísticas el 8 de diciembre de 2024.
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