Nuestra Fe | Sandy Yanilda Fermín
Celebración
Día del Catequista
El 5 de noviembre fue celebrado a nivel
nacional, el Día del Catequista con el lema: “Catequistas desde la Sinodalidad, fomentemos la Honestidad”.
El padre Federico Marcial Sánchez,
vicario episcopal de la Vicaria Territorial Oeste, fue quien presidió la celebración,
en conjunto con otros sacerdotes, en el colegio la Hora de Dios. En la homilía,
invitaba a ser catequistas eficaces,
capaces de fortalecer el programa de vida al que Dios nos ha llamado y
felicitó a todos los sacerdotes que inspiraron, a que existiera el Día del Catequista.
Agradece a todos los catequistas, por ser educadores en la fe y por ser
testimonio de fe, oración y del amor de Dios y su misericordia, para así
expandir el Reino de Dios. Da gracias por nuestro servicio y nuestro sí
generoso, y nos invita a que vale la pena seguir a Cristo.
Hizo énfasis en que hace unos años el
papa Francisco, se hizo eco de la misión que desarrolla el catequista y lo
definió como la luz y la esperanza para
el mundo, es decir, aquellos que entregan su servicio en tiempo y espacio para
evangelizar a través de las enseñanzas de Jesús, al recibir esa llamada de Dios
y deseo de asumir un compromiso en la comunidad eclesial, viendo siempre una
iniciativa de Dios, para así participar y prolongar
la misión de Jesús.
El
catequista es un discípulo que sigue las huellas del Jesús que educa en todas
las dimensiones del evangelio y lo hace con su misma pedagogía, apoyándose en
el testimonio del Espíritu Santo. El
catequista está convencido del amor de Dios que, por largas generaciones, ha
transmitido el evangelio como miembro activo.
La iglesia no tiene como pagar las
acciones evangelizadoras que el catequista desarrolla en las parroquias sábado
tras sábado, donde se gastan totalmente para poderse dar a los niños que serán futuros evangelizadores y pide a Jesús y a la virgen,
que les pague a todos los catequistas la labor encomiable que realizan, ya que
tienen el galardón ganado por parte de Jesús, así adquirir el premio eterno en el cielo.
Los sacerdotes y diáconos presentes
expresaron palabras de regocijo y motivaron a los catequistas:
Reverendo
Diacono Pedro, nos decía que los catequistas son la mano derecha del párroco y
nos motiva a que nos mantenernos dispuestos a formarnos, ya que es una de la
manera de mantenernos actualizados.
El diácono
Frank Luis Reyes, desarrolló dos temas en uno: la Sinodalidad y el valor de la Honestidad.
Nos preguntaba ¿Para qué yo soy catequista? ¿Y qué cosas teníamos en común? Para caminar
juntos, lo más importante es salvar almas, ya que nosotros los catequistas somos instrumento de Salvación. Nos motivaba a mantenernos activos y caminar
juntos a nuestra Iglesia tal como lo hizo Jesús con sus discípulos.
Padre
Rafael A. Rodríguez de la Cruz, de
la parroquia San José Obrero, nos dice: Quiero darle gracias a Dios por la
labor que desempeñan los catequistas en nuestra Iglesia. Que Jesús y la virgen
le sigan dando ese don de entrega y energía para seguir ofreciendo ese servicio
que se ve tan sencillo, pero que es un camino de santificación, sembrando la semilla en el corazón de cada
uno de los niños de nuestras comunidades parroquiales.
El Padre, Alejandro de la Cruz Vázquez, parroquia San Francisco Javier, nos motivó
a continuar trabajando, porque sin los
catequistas, él trabajó se hace más difícil.
El Padre Santy expresó que ser
catequista, es una de las tareas más bonitas dentro de la comunidad eclesiástica,
es acompañar aquellos que por primera
vez van a conocer a Jesús, y que no solo los sacerdotes confían en los
catequistas, sino sobre todo Dios.
Padre
Agustín Panggul: expresa que es sacerdote, gracias al catequista que lo formó y
agradece a todos los catequistas, por ofrecer su tiempo al servicio de la
iglesia.
La celebración fue animada por el
cantante, Cándido Bierd Burgos, militante
del Señor, quien puso a bailar y reflexionar a todos con sus canciones.
Yo solo digo como dice la canción: ¿porque te has fijado en mí? El Señor
nos sedujo con su mirada un día y nos habló al corazón.
La señora Zoila Roca, asistente general de la Vicaria, asistente del director.
Fue la coordinadora zonal. Con toda su humildad y entusiasmo, la vimos muy
comprometida, pendiente de toda la organización del evento. Ella agradeció a
todos y cada uno de los que participaron, para que ese día fuera grandioso e
inolvidable, incluyendo al fotógrafo Carlos Castaing que tomó cada uno de esos
hermosos recuerdos que guardaremos en el corazón.
No podemos dejar de mencionar a Alba
Carolina Herrera de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús y a Luis Álvarez, de
la Parroquia Nuestra Señora de la Evangelización, quienes se mantuvieron
animando y asesorando a todos con su humilde vocación de servicio.
El padre Marcial concluyó su homilía,
con estas palabras: cada catequista es
un Misionero al servicio del amor de Dios, cantamos el himno del catequista y
al final dijo: ¡Que vivan los catequistas!
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